Cómo curar heridas en los niños

10 Apr 2023
Cómo curar heridas en los niños

Las heridas del niño pueden ser de distinto tipo. En función de la causa que las haya provocado, requerirán un tratamiento diferente. Te explicamos la mejor forma de curar una herida a un niño.

Las heridas que el niño se ocasiona pueden ser de distinto tipo, en función de la causa que las haya provocado. Y, por tanto, también requerirán un tratamiento diferente:

1. Heridas por corte. Son cortes limpios producidos por una lámina. La pérdida de sangre puede ser grave y peligrosa, especialmente si se hiere una arteria.

2. Heridas por abrasión o contusión. Los bordes de este tipo de herida son irregulares. De la herida sale un suero, un líquido transparente del color de la paja.

Si el corte es superficial, no está sucio y no contiene cuerpos extraños, será suficiente con desinfectarlo. Por ejemplo, utilizando una gasa húmeda en alguna sustancia desinfectante. Después, hay que dejar que se seque al aire libre, sin cubrir con gasas ni curitas. Esto es así, excepto si se trata de una zona que se puede ensuciar fácilmente, como una mano o un pie.

En este caso, se aconseja tapar la herida con un curita o una gasa estéril (grasa, para evitar que se pegue a la herida). En este caso, tampoco hay que aplicar necesariamente desinfectantes antisépticos.

Si, por el contrario, la herida está sucia, es necesario lavarla bien con agua corriente. Hay que intentar retirar delicadamente la suciedad con una gasa empapada en alguna sustancia desinfectante. Usar un jabón puede resultar de utilidad, mejor si es líquido, pues penetra mejor en la herida.

Cómo actuar en cada caso

Se clavó un objeto

  • Cuando un objeto grande, como un trozo de cristal, se quedó clavado en una herida, nunca hay que sacar el objeto. Y es que esto podría ocasionar daños más graves y hemorragias.
  • En primer lugar, hay que acostar al niño y presionar a ambos lados del objeto, aprentando los dos lados a la vez. Después, eleva la parte dañada por encima del nivel del corazón del niño.
  • Seguidamente, coloca un trozo de gasa sobre la herida y objeto para minimizar el riesgo de infección. Prepara una apósito de la misma altura que el objeto clavado. En este sentido, los rollos de vendas son ideales.
  • Sujeta el apósito con vendas, prestando atención a no presionar el objeto clavado. Llama a ambulancia o lleva al niño al hospital.

herida objeto clavado

Cortes y raspaduras

  • En primer lugar, ayuda al niño a sentarse y tranquilízalo. Cuidadosamente, lávale la raspadura con agua y jabón, usando una gasa o una brocha muy suave. Si la herida está muy sucia, colócala bajo un chorro de agua fría. Si no puedes eliminar las partículas de suciedad incrustradas, lleva al niño al hospital.
  • Trata de retirar cualquier partícula de suciedad o de tierra. Esto puede causar una pequeña hemorragia.
  • Presiona con una gasa limpia para detener la posible hemorragia y seca la herida con una gasa limpia.
  • Cubre el corte o rozadura con un apósito que sea la suficientemente grande como para tapar la herida y la zona que la rodea.
  • No limpies o cubras los cortes con algodón o cualquier otro material que desprenda pelusa. Podría pegarse en la herida y retrasar la cicatrización.

heridas rozaduras

Ampollas

  • En primer lugar, limpia la ampolla minuciosamente con agua y jabón, y enjuagarla con agua limpia. No uses este método cuando se trate de una ampolla causada por una quemadura.
  • Seca con cuidado la ampolla y la piel de alrededor. Cúbrela con una gasa limpia o un pañuelo de papel.
  • Cubre la ampolla con un curita normal o especial para ampollas. Asegúrate de que los bordes son suaves para prevenir que se produzca otra ampolla. El curita debe ser lo suficientemente grande como para cubrir por completo la ampolla.
  • Si la ampolla es muy grande, cúbrela con una gasa limpia que no suelte pelusa y sujétala con una tela adhesiva o una venda. Nunca rompas deliberadamente una ampolla, ya que se podría infectar.

heridas ampollas

Heridas en el ojo

  • Este tipo de heridas son serias y pueden afectar la visión del niño. Hay que ayudar al niño a acostarse, apoyando su cabeza en tu regazo para mantenerlo inmóvil. Como le puede doler, dile que no se frote o mueva ninguno de sus ojos. Si mueve el ojo bueno, el ojo dañado también se moverá y, por tanto, puede dañarse más.
  • Tranquiliza al niño y luego cúbrele el ojo herido con una gasa estéril. Sujeta la gasa hasta que la ayuda médica llegue.
  • Mantén al niño acostado de espaldas y nunca trates de sacar el objeto del ojo.

Heridas en la oreja

  • Las heridas en la oreja pueden sangrar abundantemente, lo cual puede resultar alarmante. Si la sangre sale de dentro del oído, comprueba que el niño no tenga nada insertado dentro de ella. Si sangra después de golpearse la cabeza, llama a una ambulancia. Lo mismo que si sale un fluido acuoso del oído.
  • En primer lugar, ayuda al niño a sentarse y, suavemente, presiónale la herida con tus dedos pulgar e índice. Usa para ello un trozo de gasa limpia. Mantén la presión durante 10 minutos.
  • Después, cubre la parte lesionada de la oreja con una gasa estéril, hazle un vendaje sin presionar mucho y contacta al médico.
  • Si le sangra el interior del oído, ayuda al niño a acostarse ligeramente incorporado con la cabeza inclinada hacia el lado contrario del oído lesionado. Esto permite que la sangre salga hacia fuera. Coloca una gasa absorbente encima de la oreja y véndasela ligeramente. No tapones el oído. Luego, consulta con tu médico.

heridas oreja

Heridas en la boca

  • Con este tipo de heridas, que pueden deberse o a que se mordió la boca o a la pérdida de un diente, hay que asegurarse de que el niño no inhale sangre. Esto le podría causar problemas respiratorios.
  • Ayuda al niño a sentarse con la cabeza inclinada sobre un bowl y anímalo a que escupa la sangre. No le laves la boca para ayudar a que la herida se coagule.
  • Coloca una gasa sobre la herida y presiónala con tus dedos pulgar e índice, manteniendo la presión durante 10 minutos. Contacta con el médico.
  • Si el niño sangra cuando se le cae un diente, hay que colocar una gasa en el espacio que ocupaba el diente. Hay que asegurarse de que quede más largo que los dientes adyacentes, de manera que el niño pueda morderlo. Pide al niño que se siente y que con su mano se sujete la mandíbula y que muerda fuerte sobre la gasa. Un niño pequeñito puede necesitar ayuda para mantener la gasa en su lugar.

heridas boca

Heridas en el pecho

  • Una herida en el pecho puede provocar daños internos graves. Los pulmones son especialmente vulnerables y, si se dañan, pueden provocar problemas respiratorios, shock y colapsos. Es muy importante cerrar herméticamente la herida para prevenir que el aire entre en la cavidad torácica.
  • Cubre la herida con la palma de tu mano y sujeta al niño en una posición ligeramente incorporada. Tranquiliza la niño.
  • Con el niño sujeto, cúbrele la herida con una gasa limpia y colócale cinta adhesiva por tres de sus lados, cubre la gasa con papel film de cocina para sellarlo. De nuevo, colócale cinta adhesiva solamente con los tres lados.
  • Inclina al niño hacia la parte dañada, ayudándote de cojines. Esto ayuda a sujetar el tórax.
  • Si el niño pierde la consciencia, abre sus vías respiratorias y comprueba la respiracion. Si respira, colócalo en la posición de recuperación. Si no respira, dale respiración boca a boca y un masaje cardíaco.

heridas pecho

Heridas en el abdomen

  • Un niño con este tipo de heridas es probable que muestre signos de shock. Existe un alto riesgo de que haya una hemorragia tanto interna como externa.
  • Ayuda al niño a acostarse y colócale un cojín o almohada debajo de sus rodillas para aliviar la tensión de su abdomen. Afloja cualquier prenda que esté ajustada alrededor de su cuello, pecho o cintura.
  • Tranquiliza al niño mientras le colocas una gran gasa estéril sobre la herida. Sujeta la herida con tu mano si el niño quiere toser o va a vomitar. Utiliza cinta adhesiva para sujetar la gasa.
  • Llama a una ambulancia y continúa tranquilizando al niño y observando cualquier cambio mientras la ayuda llega.
  • Si una parte del intestino sobresale, cúbrela con una bolsa de plástico o con papel film de cocina antes de cubrir la herida con una gasa.
  • Si el niño pierde la consciencia, abre sus vías respiratorias y comprueba su respiración. Si respira, colócale en posición de recuperación, sujetando su abdomen mientras lo acuestas. Si no respira, dale respiración boca a boca y masajes cardíacos.
REDACTORA MI BEBÉ Y YO. Coordinadora de la sección Mujer Hoy, y experta en embarazo, bebés y niños.