Laringitis en el niño: síntomas, diagnóstico y tratamiento
La laringitis es una inflamación de la laringe provocada por una infección vírica. Te explicamos cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y qué tratamientos hay que seguir.
La laringitis en los niños es una inflamación de la laringe (se encuentra en la parte externa superior de la tráquea, debajo de la raíz de la lengua) provocada por una infección vírica. Puesto que el aparato respiratorio puede infectarse por varios tipos de virus, puede que el episodio se repita varias veces, sobre todo a finales de otoño y principios de invierno.
En algunos casos, sin embargo, la laringitis en los niños también puede ser consecuencia de una alergia: al polen, a un medicamento o a otra sustancia. En estos casos, el trastorno tiende a aparecer cada vez que el niño entra en contacto con una sustancia alergena.
Un tipo particular de laringitis es el laringoespasmo (crup o croup), que afecta a niños de menos de 4-5 años de edad y que es muy frecuente entre el año y los tres años de edad. Después de los 4-5 años, no se producen más ataques de crup porque, con el crecimiento, los cartílagos de la laringe se refuerzan, se alargan y ya no se obstruyen debido a la hinchazón provocada por la inflamación.
Síntomas de la laringitis
La laringitis en el niño aparece, sobre todo, durante la noche, cuando el niño, que durante el día no ha mostrado ninguna señal de malestar, se despierta de repente debido a un violento ataque de tos, acompañado de ronquidos y de silbidos. Al niño le cuesta respirar y, cuando inspira, produce un sonido muy fuerte. A veces, la tos está acompañada de fiebre, que no suele ser elevada.
La crisis puede durar de pocos minutos a algunas horas y se resuelve espontáneamente, así como ha surgido. El cuadro es impresionante y para los padres inexpertos es uno de los motivos más frecuentes de carreras frenéticas a un centro de urgencias. Es inútil: a menudo, durante el trayecto de casa al hospital, el niño mejora visiblemente y, en el momento de la visita, ya está mucho mejor.
El motivo es que el contacto con el ambiente exterior, a menudo más fresco y húmedo que el de casa, alivia la irritación. A veces, durante algunas noches seguidas, el ataque se vuelve a presentar más o menos con los mismos síntomas de los episodios precedentes, pero raramente se prolonga durante varios días.
Tratamiento de la laringitis
- Más que recurrir al uso de medicamentos, el método más sencillo, pero a menudo más eficaz para aliviar los síntomas de un ataque, consiste en llevar al niño bien tapado al baño, cerrar puertas y ventanas y abrir la llave de agua caliente de la regadera o de la bañera, con el fin de que respire los vapores. Como alternativa, también se le puede llevar a la cocina y hacerle respirar el vapor de una cazuela de agua caliente.
- Para reducir el riesgo de que la crisis se repita, se aconseja que el niño duerma apoyado sobre un par de cojines, de modo que la cabeza le quede ligeramente elevada.
Medicamentos más utilizados para tratar la laringitis
En algunos casos, el pediatra puede prescribir la administración de determinados medicamentos para tratar la laringitis.
- Antibióticos. Solo los casos de laringitis debidos a bacterias se tratarán con un antibiótico. Sin embargo, la mayoría de las laringitis se deben a un virus, por lo que, en estos casos, los antibióticos no tienen ningún efecto y es el propio organismo el que se encarga de combatirlos en unos días.
Todo lo contrario, utilizar antibióticos cuando no se necesitan puede provocar resistencia a los mismos. Por ello, siempre deben estar prescritos por el médico. Y es que los antibióticos pueden provocar efectos secundarios importantes. El más frecuente es la diarrea, ya que este medicamento afecta a la flora intestinal. También pueden provocar más cansancio de lo normal.
- Corticosteroides. Estos medicamentos se prescriben, sobre todo, para reducir la inflamación de las cuerdas vocales. Zamene, Estridor, Estilsona y Fortecortin son algunos de los corticoides utilizados. Pero recuerda que siempre debe ser el pediatra el que prescriba su tratamiento.
Algunos remedios para disminuir la tos de perro
La tos de perro o tos perruna suele estar provocada, en muchos casos, por la laringitis hipoglótica. Se trata de una inflamación de la laringe, la parte donde se encuentran las cuerdas vocales, a la altura de hipoglotis, la zona inferior.
A este tipo de tos se la llama así porque recuerda al ladrido de un perro. Es una tos seca y la garganta está irritada, dos síntomas que pueden llevar a confundirla con la tos provocada por asma.
Algunos remedios eficaces para calmar la tos perruna en niños son los siguientes:
- Ofrecerle líquidos frescos que ayuden a calmar la tos y a rebajar la inflamación de la laringe.
- Abrir la ventana de su habitación o sacarlo a la calle para que el aire fresco también contribuya a aliviar la inflamación.
- Utilizar el humidificador también puede ayudar a calmarlo.
- Y, sobre todo, intenta tranquilizar al pequeño para que no se ponga nervioso y la tos se acentúe todavía más.
Cuándo hay que dirigirse al pediatra
En algunos casos, es necesario dirigirse al pediatra, cuando:
- El laringoespasmo se manifiesta después de la administración de algún medicamento o bien de la picadura de un insecto.
- Las dificultades respiratorias no se resuelven con la inhalación de vapor caliente.
- El ataque de tos del niño dura más de una hora.
- El niño ha perdido la conciencia.
- Tiene dificultades para tragar.
- Respira con dificultad.
- Tiene los labios azulados.
- No consigue aguantar la cabeza.
- Parece haberse tragado algo.
- El niño aún no ha cumplido un año.
- No bebe lo necesario.
- La fiebre supera los 40ºC.
- El laringoespasmo ya se ha manifestado, al menos, tres veces.
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