La influencia de tus emociones en el bebé

4 Nov 2024

Las emociones de la madre pueden influir en el desarrollo psíquico del bebé ya desde los primeros meses de embarazo. Te explicamos a qué se debe y cómo actuar para transmitirle buenas sensaciones.

Existen referencias en la historia de la humanidad acerca de la influencia de las experiencias prenatales en el desarrollo individual. Ya incluso en un antiguo escrito de la liturgia judía, se habla del "Ángel del olvido". Este Ángel dejaría su marca en todos los seres humanos en la hendidura que tenemos debajo de la nariz y por encima del labio superior, "para que olvidemos todo lo que sucede antes del nacimiento". Asimismo, desde hace más de 1,000 años, los chinos hablan de la influencia de la psiquis materna en el desarrollo del feto.

La influencia de la madre
Diferentes estudios manifiestan que lo que el feto siente y percibe dentro del útero comienza a modelar sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo. Si él se ve y se percibe como un ser feliz o triste, agresivo o dócil, seguro o lleno de ansiedad, dependerá parcialmente de los mensajes que recibe mientras está en el vientre materno. La fuente principal de dichos mensajes es la madre.

Las emociones intensificadoras de la madre (la alegría, el regocijo, etc.) pueden contribuir significativamente en el desarrollo emocional de un niño sano. Freud escribió: "Entre la vida intrauterina y la temprana infancia, existe mucha más continuidad que lo que permite creer la drástica censura del acto de nacer". Por ello, no tengas miedo a comunicarte con tu hijo; es un ser humano que está dentro de ti y puedes favorecer su adecuado desarrollo.

Una experiencia a través de los sentidos
El rico mundo fetal se inicia con el primer sentido que se desarrolla, el tacto, a las siete semanas y media de gestación. Distintos autores destacan la temprana maduración del aparato auditivo del feto, como base importante para el desarrollo del psiquismo. Además, se sabe que el feto realiza importantes interacciones con el fluido amniótico, el útero, los sonidos y los cambios hormonales, y que responde a los estímulos de todos ellos. Estas actividades son vitales para el buen desarrollo de su cerebro.

Edurne Romo

Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza

Edurne Romo

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