¿Te preocupa no tener toda la información que necesitas?, ¿te pones nerviosa cuando tus conocidas te explican su experiencia, en especial el parto?, ¿qué debes cuidar para tener un embarazo tranquilo y sin estrés? Te lo explicamos.
Infórmate sin miedo
Para vivir un embarazo tranquilo, la información es fundamental, porque evita la ansiedad. Si la futura mamá dispone de información correcta basada en pruebas científicas, se resuelve el problema del exceso de medicación, que, casi siempre, caracteriza al embarazo y el parto. Ejemplo: La mujer debe saber que, cuando el embarazo discurre de manera correcta, son suficientes dos o tres ecografías. Lo mismo se aplica a otras exploraciones y exámenes, cuyo número y frecuencia dependerán de las condiciones de salud de mamá y el bebé.
Más calidad en la mesa
El embarazo es el momento ideal para elegir los alimentos en función de la calidad, dando preferencia al consumo de frutas y verduras de temporada, y a cereales integrales. Por lo que respecta a las necesidades nutricionales, en el embarazo, aumenta la necesidad de calorías, proteínas y minerales, como el calcio y el hierro. Sin embargo, no significa que las cantidades deban aumentar con respecto a las costumbres anteriores. Basta con añadir un yogur o una taza de leche, más una pequeña cantidad extra de raciones proteínicas y carbohidratos.
Baja el ritmo
El embarazo es un recorrido en pareja, una experiencia que la mujer y su pequeño viven juntos. Pero, para conocer al bebé que está creciendo dentro tuyo, es mejor bajar el ritmo y darte espacios que te permitan alcanzar un nivel de conciencia distinto y sumergirte en el mundo de lo imaginario, lugar de encuentro privilegiado para madre e hijo. De este modo, podrás prepararte para el momento del nacimiento con una actitud serena y confiada, sabiendo que, durante el parto, una vez más, tu pequeño y tú trabajarán juntos.
Relájate con música
La música relaja y distiende el cuerpo y la mente, y favorece el contacto con el bebé que está creciendo en el vientre materno. De hecho, la voz de la mamá es una especie de caricia para el bebé, y la “carga afectiva” que ella le transmite hablando o cantando es la base de su vínculo y su entendimiento. Confiado y “masajeado” por la voz materna, el pequeño empieza a conocer el mundo y conserva en su memoria sonidos y melodías que escuchó en las últimas semanas de embarazo.
Confía en tus sensaciones
A menudo, las futuras mamás reciben un “bombardeo” de historias relacionadas con el parto por parte de mujeres que ya son madres, además de opiniones y consejos, sin escucharla a ella. La consecuencia es que la futura mamá corre el riesgo de no escucharse a sí misma, pensando que debe aprender de las demás y preguntándose si su parto será como el de su amiga, su hermana o su tía. Lo ideal es escucharse a sí misma y a su bebé.
Cuidado con la espalda
Es importante cuidar la espalda desde el inicio del embarazo. Hay que tener cuidado con la postura adoptada y, si la futura mamá trabaja sentada en una oficina, es mejor que utilice una silla giratoria y regulable en altura, de manera que pueda mantener siempre la espalda recta. Asimismo, cuando tenga que inclinarse para levantar un objeto, no debe doblar la espalda, sino las piernas. Es aconsejable realizar una actividad física moderada que ayude a la futura mamá a mantenerse tónica y en forma.