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Por qué no reutilizar los autoasientos
25 Oct 2022
Según una encuesta de Mi bebé y yo, el 47% de los padres reutilizan los dispositivos de seguridad infantil en el automóvil. Los expertos alertan sobre los riesgos de esta práctica.
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Casi la mitad de los papás reutilizan los autoasientos en el automóvil. Sin embargo, los expertos han puesto de manifiesto que esta práctica puede tener muchos peligros, sobre todo, por seis razones.
6 razones para no hacerlo
1. El autoasiento no proporciona la misma protección después de un accidente
Aunque no se aprecie a simple vista, después de un golpe, el sistema de retención puede sufrir microgrietas que pueden hacer que no ofrezca las mismas garantías de seguridad que al principio. Por este motivo, los expertos aconsejan sustituir un autoasiento que haya sufrido un accidente a una velocidad superior a 15 kilómetros por hora, ya que no existe ningún método para comprobar su integridad.
2. Los materiales se degradan con el tiempo
Los autoasientos están fabricados casi en su totalidad con materiales plásticos que, por sus propiedades específicas, ofrecen una respuesta óptima en temas de seguridad. Sin embargo, los plásticos sufren un envejecimiento bastante acelerado, sobre todo si están expuestos a la luz solar o a condiciones de temperatura y de humedad variables (almacenamiento prolongado, por ejemplo).
Esto puede hacer que la respuesta del dispositivo al impacto no sea la misma que cuando fue adquirido. De hecho, en Estados Unidos y Canadá, los fabricantes incluyen una fecha de caducidad en los autoasientos, más allá de la cual no se hacen responsables en caso de que se produzca un accidente.
3. El arnés se desgasta
El arnés es una pieza que proporciona una sujeción adecuada al pequeño, siempre que esté bien tensado y colocado a la altura de los hombros. Sin embargo, el uso prolongado, el roce contra elementos metálicos, como cremalleras o botones, la limpieza con productos abrasivos, etc., puede favorecer su desgaste, haciendo que, ante un impacto, el arnés no retenga de igual modo al pequeño ocupante.
4. El dispositivo puede estar incompleto
Con el tiempo, se pueden perder piezas del autoasiento, lo que hace que, si se cambia de propietario, el producto no esté completo. Asimismo, la falta de un manual de instrucciones puede llevar a instalar el autoasiento de una manera incorrecta en el asiento del vehículo, minimizando enormemente la seguridad del sistema de retención.
Por otro lado, un uso prolongado del autoasiento puede hacer que la etiqueta identificativa del modelo y de la homologación no se pueda leer bien, haciendo creer erróneamente a los padres que están utilizando un producto adecuado para su hijo.
5. El autoasiento puede no cumplir la homologación vigente
Es muy importante viajar con un sistema de retención que cumpla con la normativa de seguridad actual. Los autoasientos homologados deben llevar una etiqueta o una infografía, en la que se detalla, entre otros aspectos, el número de identifcación de la homologación. La versión de homologación que está vigente es la R44/04.
6. Los avances en seguridad evolucionan con el tiempo
Con el fin de proporcionar la máxima protección al niño, cada año, salen al mercado nuevos autoasientos que reúnen los últimos avances en materia de seguridad infantil: materiales deformables, sistema de absorción de energía, nuevos anclajes que minimizan los riesgos de una instalación incorrecta, etc. El uso de un sistema de retención de última generación es, por tanto, una garantía de seguridad.
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