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La guía definitiva para cuidar la piel de tu bebé en temporada de frío
El frío puede ser un gran desafío para la piel delicada de los bebés. Las bajas temperaturas, el viento y el uso constante de calefacción en los hogares tienden a resecar y agrietar la piel, por lo que requiere cuidados especiales. Durante la temporada de frío es esencial prestar atención a los cambios en la piel del bebé y adaptarse a una rutina más cuidadosa para mantenerla suave y saludable.
Los baños largos y con agua caliente, aunque parecen reconfortantes, pueden dañar la piel de tu bebé eliminando los aceites naturales que la protegen. Es recomendable optar por baños cortos que duren entre 5 y 10 minutos y con agua tibia, utilizando jabones suaves diseñados específicamente para bebés. Al salir del baño, seca suavemente su piel sin frotar demasiado.
Cuando salgas a la calle, es importante proteger la piel del bebé de los elementos externos. Viste a tu bebé con ropa adecuada, como guantes, gorros y bufandas de materiales suaves y que permitan la transpiración, como el algodón. Este tipo de tela evita que la piel se irrite o se sobrecaliente. No utilices materiales que puedan irritar su piel como la lana o las fibras sintéticas.
Dentro de casa, el uso de la calefacción puede disminuir la humedad del aire, lo que puede resecar la piel de tu bebé. Para evitarlo, utiliza un humidificador en su habitación y asegúrate de mantener un nivel de humedad ideal, entre el 40% y el 60%. Esto no solo beneficia la piel del bebé, sino también sus vías respiratorias, ayudando a evitar problemas de sequedad nasal o irritación.
La ingesta de líquidos también es fundamental para mantener la piel del bebé hidratada desde el interior. Si tu bebé ya consume agua, asegúrate de que beba lo suficiente. Si está en etapa de lactancia, puedes ofrecerle más tomas para ayudar a su hidratación.
La hidratación es clave para proteger la piel delicada de tu bebé, ya que el frío tiende a resecar áreas como las mejillas, las manos, los labios y la nariz que pueden resecarse fácilmente, especialmente si el bebé está congestionado. Aplicar cremas hidratantes y pomadas especiales varias veces al día, sobre todo después del baño, ayuda a mantener la piel suave y protegida. Productos como Aquaphor Pomada reparadora son ideales para reparar y proteger la piel del bebé, asegurando una humectación instantánea y una hidratación duradera, incluso en invierno.