Las reacciones de los bebés ante la bacinica

21 Dec 2022
Las reacciones de los bebés ante la bacinica

¿Lo pones frente a la bacinica y se toca sus genitales? ¿Siempre llega tarde? Cada bebé tiene su forma particular de adaptarse a la bacinica. Te explicamos cuáles son las reacciones más habituales frente a este nuevo descubrimiento.

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Unos bebés perciben la bacinica como un juguete, otros se decantan por descubrirse a sí mismos... La reacción del bebé ante la bacinica, dependerá en gran parte de su carácter.

Te explicamos cuáles son las reacciones más habituales y cómo debes actuar tú frente a todas ellas.

Cómo reaccionan los niños ante la bacinica y qué hacer en cada caso

El miedoso

El niño quiere usar el inodoro, pero, cuando lo sentamos ahí, empieza a tener miedo. El miedo es la conciencia de un peligro y, efectivamente, un niño tan pequeño puede correr el riesgo de resbalar y caerse dentro del inodoro, ese agujero tan “grande” que le asusta.

  • Ofrécele las condiciones necesarias para controlar el peligro tranquilizándolo con tu presencia o disponiendo sobre la taza un reductor específico, para que el orificio no sea tan grande.

El artista

Cuando hace popó en la bacinica, la quiere tocar como si fuese algo para jugar. ¿Por qué? La época del control de los esfínteres coincide con la de su deseo de crear y manipular los elementos. Para el bebé, la popó es un material de juego, una especie de plastilina.

  • Tienes que distraerlo del intento sin asustarlo, así como ofrecerle otros materiales, como plastilina o arena, sin regañarlo. Las reprimendas inhibirían su natural fase de experimentación creativa.

El tardón

Cuando pide la bacinica, es demasiado tarde; ya se hizo encima. ¿Por qué? Cuando se empieza a introducir la bacinica, el niño percibe el estímulo mientras ya está haciendo popó o pipí. Todavía no ha aprendido a modular los tiempos y sus indicaciones llegan con retraso.

  • Ten paciencia, la próxima vez, llegará a tiempo. Mientras tanto, es mejor ofrecer al pequeño la bacinica después de comer y al despertarse, cuando es más probable que tenga ganas.

El explorador

Sentado o sentada en la bacinica, se toca sus genitales. ¿Por qué? Sus órganos genitales son una parte del cuerpo que, antes de la desaparición del pañal, no podía explorar fácilmente, y que ahora tiene la posibilidad de conocer mejor.

  • No hay que escandalizarse por esta curiosidad. Lo importante es no participar en el juego con risas y aplausos. De esta manera, la operación acabaría adquiriendo un significado más misterioso que la natural exploración.

El juguetón

La bacinica sólo es un juguete para llenar y vaciar con otros juguetes. ¿Por qué? Los dos años representan la época del juego de vaciar y rellenar. Sacar las cosas de los cajones y volver a ponerlas dentro, meter piedritas en el cubo y volver a sacarlas, en un continuo trabajo de investigación. Este niño también utiliza la bacinica del mismo modo.

  • Al principio, se deja que la bacinica se convierta en un objeto familiar, incluso a través del juego. Más tarde, se separan los dos momentos, llevando la bacinica al baño, quitándole el pañal en ese momento y diciéndole claramente que no a cualquier otro uso que no sea el que le corresponde.

El "consentido"

Busca la compañía de la mamá durante la interminable sesión, a menudo, sin resultado. ¿Por qué? Puede indicar que todavía no ha llegado el momento adecuado para empezar a introducir el uso de la bacinica. Su desarrollo físico y psicológico aún es prematuro para esta empresa.

  • Puedes proponerle la bacinica como un juego. El niño entenderá cuándo debe utilizarla para su función. En este caso, déjalo en solitario. Él mismo irá descubriendo qué es y cuándo debe utilizarla.

El impuntual

Con el pañal, siempre hacía popó a la misma hora. Pero, con la bacinica, las cosas han cambiado. ¿Por qué? Como para el adulto, ciertas costumbres funcionan automáticamente. Al cambiarlas, el ritmo puede alterarse.

  • El niño tiene que volver a acostumbrar a su organismo a la nueva condición de la bacinica, y lo hará si las expectativas con respecto al acto no son exageradas. Relájate y ofrécele la bacinica a diferentes horas del día.

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Elena RuizElena Ruiz
Periodista especializada en parenting, infancia y crianza