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Alcohol y lactancia: ¿podemos beber un poquito?
Una de la preocupaciones que tienen las mamás recientes está relacionada con el consumo de alcohol durante la lactancia. En muchas ocasiones, sobre todo en fiestas o celebraciones, apetece tomarse un poquito de cerveza o vino, pero ¿esto tiene implicaciones negativas en el bebé lactante?
Que el alcohol no es bueno no es ningún secreto. Se trata de una sustancia nociva que afecta directamente al torrente sanguíneo. De ahí que se recomiende no beber nada durante el embarazo, ni tampoco durante la lactancia, puesto que puede penetrar en la leche que toma el bebé, eliminando así nutrientes básicos para el desarrollo y crecimiento del pequeño.
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Sin embargo, como no existen estudios concluyentes que determinen que consumir alcohol de forma moderada incida negativamente en el cerebro del bebé, en muchas ocasiones se permite, siempre que se tengan en cuenta algunos factores importantes, como los que describimos a continuación.
Lactancia y alcohol: consideraciones
Consumo moderado y muy ocasional
Muchos expertos consideran que el consumo ocasional muy moderado no se considera dañino para el bebé (0.5 gramos por cada kilo que pese la madre al día). Empieza a ser perjudicial cuando se toma en grandes cantidades y de forma crónica. Por esta razón, ninguna mujer embarazada o en período de lactancia debería tomar alcohol de forma diaria.
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Hay que tener en cuenta que una cantidad de alcohol elevada puede llegar a ser realmente muy dañina para el bebé, hasta el punto de causarle un coma o, en casos extremos, la muerte. Por otro lado, beber alcohol reduce la cantidad de oxitocina y prolactina, las hormonas encargadas de producir y eyectar leche.
Controlar el tiempo de la ingesta
Si la mamá ha decidido tomarse una copita de vino o de cerveza en algún momento puntual, debe tener en cuenta el tiempo desde que se la ha bebido hasta que da el pecho. El alcohol pasa rápidamente al torrente sanguíneo, aunque sus niveles también descienden de forma rápida.
Aunque la cantidad de alcohol que pasa a la leche materna, si se ha bebido poco, no es mucha, la mayor concentración se da entre los 30 y los 60 minutos después de la ingesta. Por ello, se recomienda que, si vas a beber una copita, lo hagas inmediatamente después de la toma. Igualmente, es recomendable que pasen tres o cuatro horas hasta la próxima toma, porque así el nivel de alcohol será bajo o nulo.
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El verdadero problema se presenta con bebés recién nacidos, puesto que las tomas se dan muy a menudo, de ahí que se suela recomendar la abstinencia total durante los tres primeros meses de vida del bebé.
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¿Qué piensas sobre el hecho de tomar alcohol durante la lactancia? ¿Tomaste algo de alcohol en esta etapa de la maternidad o decidiste anularlo por completo?
Pero si la mamá desea beber mejor que se espere tantito y es tentación pero todo sea por el bien del bebé si nos hace mal a nosotros imaginensen en ellos
Saludos