Enuresis nocturna infantil: qué es, causas y cómo ayudar al niño

13 Feb 2023
Enuresis nocturna infantil

La enuresis nocturna infantil consiste en la descarga involuntaria de orina a una edad en la que el pequeño debería haber establecido el control de la misma. Te explicamos por qué el niño se hace pipí en la cama y qué debes hacer.

Hablamos de enuresis nocturna infantil cuando el niño, de cinco años o más, se hace pipí en la cama dos o más veces a lo largo de un mes. El cuerpo humano “fabrica” el 70% de la orina que produce durante el día y el otro 30% a lo largo de la noche. La hormona ADH tiene como misión reducir la cantidad de orina que se produce por la noche. En los niños con enuresis, la hormona ADH no reduce la cantidad de orina nocturna y ello provoca una pérdida involuntaria durante el sueño.

Para encontrar soluciones al problema de la enuresis nocturna infantil, es necesario acudir al pediatra, para que te proporcione toda la información acerca del problema y, sobre todo, para realizar las pruebas oportunas con el fin de descartar otras patologías más graves relacionadas con la enuresis.

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Causas de la enuresis nocturna infantil

Las causas de la enuresis nocturna son numerosas y de distinta naturaleza. Te explicamos los principales motivos por los que el niño puede hacerse pipí en la cama.

- Un desarrollo lento del control de la vejiga. El niño aún no ha alcanzado la madurez necesaria para controlar la pipí durante la noche. Una de las causas se debe a una menor secreción de ADH, hormona antidiurética encargada de disminuir la cantidad de orina generada por la noche.

- Un desorden del sueño. La mayoría de niños con enuresis nocturna suelen tener un sueño muy profundo, que les impide advertir el estímulo de la micción.

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- Alternaciones anatómicas del aparato urinario. Por ejemplo, la vejiga puede tener una capacidad más reducida y ser menos elástica, por lo que estos niños necesitan eliminar la orina con más frecuencia.

- Raramente, la enuresis se puede deber a trastornos orgánicos o de origen cerebral (epilepsia nocturna).

- También puede deberse a la existencia de posibles conflictos con los padres o con sus hermanos, o a algún cambio brusco que se haya producido en su entorno familiar. Por ejemplo, el nacimiento de un hermanito, una separación temporal de la madre o el padre, una estancia en el hospital o la pérdida de algún ser querido pueden provocar que el niño vuelva a tener problemas para controlar la pipí.

- La enuresis puede producirse por un aprendizaje demasiado rígido y precoz de los hábitos para ir al baño que, con los inevitables fracasos que sufre el niño, contribuyen a crear en él una sensación de inseguridad y falta de confianza en sus propias capacidades.

- Por último, el factor hereditario también juega un papel importante: según algunos estudios, es frecuente que los padres de niños con enuresis nocturna también hayan sufrido este trastorno durante su infancia.

Consejos para afrontar la enuresis en niños

Existen una serie de medidas físicas simples y conductuales que no garantizan que el niño deje de orinarse, pero que pueden ayudar. Entre las primeras podemos distinguir:

  1. Ingestión de líquidos
    Evitar que el niño beba líquidos en las dos horas previas a acostarse. Igualmente hay que tener en cuenta el tipo de cena que realiza, para que no sea muy salada, lo que provocaría un deseo de beber agua en las horas posteriores. Por el contrario, resulta beneficioso que el niño beba abundante líquido durante el día, e intentar animarlo a que intente "aguantar la pipí". A la inversa, al niño que tienda a aguantar mucho durante el día sin orinar, y sin embargo, se haga pipí por las noches, se le animará cada dos horas a ir al baño. Asimismo, es importante evitar el estreñimiento, puesto que empeora el funcionamiento de la vejiga.
  2. Ejercicios de entrenamiento vesical
    Resulta muy beneficiosa la realización de ejercicios de entrenamiento vesical, consistentes en interrumpir el "chorro de orina" unos 10 segundos y después volver a orinar varias veces en la misma micción. Lo ideal es plantearlos como un juego para que el niño se interese. Están especialmente indicados en los niños que van muchas veces a hacer pipí durante el día, casi siempre en pequeñas cantidades, y que sufren escapes frecuentes por la noche.
  3. Orinar antes de ir a la cama.
  4. Uso de calzoncitos absorbentes.
    El uso de este tipo de productos en niños con enuresis resulta una opción higiénica adecuada, especialmente en invierno. Su utilización puede evitar que sientan vergüenza o fracaso al despertarse mojado. En cualquier caso, con o sin, el niño debe ser el encargado de cambiarse de ropa, quitarse el calzón y tirarlo a la basura o llevar las sábanas a la lavadora. No como castigo, sino aprendiendo a ser responsable.
  5. Explicar el funcionamiento y el control de la micción
    En niños mayores, puede ayudar el explicar cómo funciona la micción y su control, en casa o en la consulta del pediatra, por ejemplo con un esquema anatómico.
  6. Solucionar los factores psicológicos desencadenantes cuando sea posible.
  7. No debemos castigar al niño por hacerse pipí en la cama, así como tampoco es recomendable levantarlo para que vacíe su vejiga, porque no ayudará a que aprenda a estar seco de forma independiente.
  8. Los programas de entrenamiento vesical para mejorar la capacidad de continencia; un sistema de alarmas en la cama o en la ropa interior para que el niño sea consciente de cuándo se está haciendo pipí; terapias de comportamiento, para motivar y premiar sus logros; o algunos medicamentos que ayudan a controlar la vejiga o disminuir la cantidad de orina durante la noche, son algunas de las alternativas terapéuticas disponibles actualmente.

Cuándo consultar al pediatra

¿Tu hijo se hace pipí en la cama? Te explicamos cuándo debes acudir al pediatra para solucionar el trastorno.  Debemos acudir al pediatra en las siguientes circunstancias:

  • Cuando esté influyendo negativamente en la psique del niño, de los padres o en la dinámica familiar.
  • Cuando, tras un período largo de control, el niño comience bruscamente a hacerse pipí en la cama.
  • Si la orina tiene mal olor.
  • Si le duele o le arde orinar.
  • Si orina mucho más de lo habitual, sobre todo, si se acompaña de mucha sed o de pérdida de peso, no explicable por otro motivo.
  • Si orina muchas veces, pero en pequeñas cantidades.
  • Si tiene un estreñimiento importante.

Diagnóstico de la enuresis y controles médicos

Al ser la enuresis una patología eminentemente benigna, su diagnóstico es relativamente sencillo, y consiste en:

  • Historia clínica, en la que el pediatra preguntará si existen antecedentes familiares de enuresis o la técnica utilizada en el control de esfínteres.
  • Diario miccional para una mejor evaluación del caso. Consiste en llevar un recuento del número de micciones diarias y su volumen aproximado, durante 3 o 7 días.
  • Exploración física que incluya el peso, la talla y la presión arterial, así como la palpación del abdomen, la valoración del área genital y anal, y de los reflejos nerviosos de la zona y de las piernas.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza

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Comentarios (1)
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Lorenga
Excelente información muy útil gracias