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Este problema puede generar frustración, vergüenza o culpa tanto en los niños como en sus padres, pero es mucho más frecuente de lo que se cree. Te explicamos por qué tu hijo se sigue orinando en la cama y cómo puedes ayudarle.
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Estas son las causas más comunes por las que un niño puede mojar la cama durante la noche:
Desarrollo lento del control de la vejiga. Algunos niños tardan más que otros en lograr controlar la pipí mientras duermen, sobre todo si su cuerpo produce mucha orina por la noche.
Sueño profundo. Si tu hijo duerme muy profundamente, es posible que no sienta la necesidad de orinar mientras duerme.
Vejiga pequeña o poco elástica. Algunos niños necesitan hacer pipí más seguido porque su vejiga no retiene suficiente orina.
Factores emocionales. Cambios como la llegada de un hermanito, mudanzas, separación de los padres o pérdida de un ser querido pueden hacer que el niño vuelva a mojar la cama.
Aprendizaje muy estricto para ir al baño. Forzar al niño a dejar el pañal muy pronto o con mucha presión puede causar inseguridad.
Herencia. Si tú o tu pareja también se orinaban en la cama de pequeños, es más probable que su hijo también lo haga.
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Aunque no hay una solución única, sí existen varias estrategias que puedes aplicar en casa para ayudar a tu hijo a dejar de mojar la cama:
Evita que tome muchos líquidos por la noche, sobre todo en las 2 horas antes de acostarse. También procura que su cena no sea muy salada. Durante el día, sí es recomendable que tome suficiente agua y practique "aguantar" un poco la pipí (sin llegar a incomodarlo).
Asegúrate de que haga pipí justo antes de acostarse. Esto puede reducir la probabilidad de que se orine dormido.
Puedes enseñarle a interrumpir el chorro de orina durante el día (como un juego) para fortalecer el control de su vejiga. Esto es útil si va muchas veces al baño pero hace poca cantidad.
Los pañales tipo calzoncito son útiles en invierno o para evitar accidentes. Pero enséñale a ser responsable: si se moja, que él mismo tire el pañal o lleve la ropa a lavar (sin castigos).
Mojar la cama no es algo que el niño haga a propósito. Castigarlo solo empeora la situación. Tampoco es recomendable despertarlo a media noche para llevarlo al baño.
Explicarle cómo funciona el cuerpo y por qué pasa esto puede ayudarlo a no sentir culpa. Mantén una actitud positiva, de apoyo, y reconoce sus avances aunque sean pequeños.
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Consulta con el pediatra si:
El niño ya había dejado de mojar la cama y volvió a hacerlo de forma repentina.
La orina huele mal, le arde al orinar o va muchas veces pero en pequeñas cantidades.
Hay antecedentes familiares o el problema le afecta emocionalmente.
También presenta estreñimiento frecuente, pérdida de peso, mucha sed o cansancio.
El pediatra hará algunas preguntas para conocer antecedentes familiares y hábitos del niño. También puede pedir llevar un registro de las veces que orina al día, y hará una revisión física sencilla. En la mayoría de los casos, no se necesita tratamiento médico, pero en algunas situaciones se puede usar una alarma, terapia o medicamento.
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