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Cómo quitar el pañal en poco tiempo
Si te estás preguntando cómo quitarle el pañal al niño y saber si ha llegado el momento, en este artículo, te ofrecemos toda la información que necesitas y algunos trucos fáciles y eficaces para conseguirlo en poco tiempo.
Como para todos los hitos de desarrollo, saber cuándo ha llegado el momento de quitar el pañal al niño dependerá de la evolución individual del niño y de los hábitos específicos del ambiente familiar. El éxito de la operación es tanto más fácil y rápido cuanto más tranquilo es el ambiente en el que se desarrolla, sin excesos ni rigidez. Para ayudarte, en este artículo, encontrarás toda la información sobre cómo quitar el pañal al niño, cuándo es el mejor momento y trucos fáciles y eficaces para conseguirlo en el menor tiempo posible.
Cuándo es el mejor momento para quitar el pañal
La edad en la que el niño desarrolla las condiciones necesarias para aprender a controlar los estímulos es alrededor de los 20 meses, cuando el control de los esfínteres anales y vesicales coincide con la maduración de la musculatura voluntaria.
También existen otros indicadores para saber cuándo es el momento para quitar el pañal: si el niño es capaz de subir y bajar escaleras, si sabe apilar, al menos, tres cubos, si sabe empuñar un lápiz o si puede agarrar objetos pequeños.
Al principio, la bacinica le parecerá un juguete, un objeto desconocido para explorar, hasta que se convierta en un hábito y el niño tome conciencia, poco a poco, de que puede controlar el estímulo.
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Cómo comportarnos a la hora de quitar el pañal
También hay que tener en cuenta los aspectos psicológicos de esta nueva conquista. La capacidad de control de la popó y de la pipí también depende de la intensa sensación de placer que el niño experimenta en la fase de expulsión y de retención. Esta es la etapa en la que, por primera vez, percibe que se está produciendo una actividad interna en su cuerpo, y se siente orgulloso de sus productos y de su capacidad para controlarlos.
En este proceso, será determinante la actitud del adulto, que deberá mostrarse paciente y equilibrado. Nada de excesos ni de triunfalismos ante la tan esperada producción. Tampoco hay que mostrar disgusto hacia la popó. Sólo hay que alentar el proceso "creativo" con cariño, sin apresurarse a eliminarlo con repulsión.
Cómo quitar el pañal: 7 trucos eficaces
A continuación, te detallamos 7 trucos infalibles que te harán más fácil el paso del pañal a la bacinica. ¡Toma nota!:
1. Elige una bacinica de colores
Si quieres que tu peque no se resista a sentarse en la bacinica, adquiere una que sea muy llamativa y que tenga muchos colores. Elige, también, una que tenga una forma original. Por ejemplo, una bacinica en forma de moto, o bien en forma de coche, simulando un trono de rey o de princesa, etc. El niño los aceptará como si fueran juguetes y es la forma más fácil de que se familiarice con este objeto.
2. Mejor, con ropa práctica
Al principio, el pequeño se sentará en la bacinica a cada rato. Por ello, lo ideal es vestirlo con ropa que resulta muy práctica y fácil de poner y de quitar. De lo contrario, el niño podría sufrir pequeños escapes y frustrarse. Por tanto, lo ideal es elegir faldas, vestidos y pantalones con resorte que se puedan subir y bajar fácilmente.
Quítale el pañal gradualmente y déjalo desnudo, al principio solo durante un par de horas al día, señalando el hecho de que el pañal es incómodo y que limita su libertad de movimiento.
3. Dale ejemplo
Los niños imitan todo lo que ven hacer a los mayores, y más cuando se trate de sus padres. Por tanto, debes darle ejemplo para ayudarlo a aprender. Permitir que tu hijo presencie tus prácticas higiénicas habituales es la forma de que él también quiera hacerlo.
Unos 15 días antes de quitar el pañal al niño y proponerle la bacinica, es importante hacer que el niño sea consciente de sus funciones intestinales, subrayando el hecho con palabras cada vez que le cambias el pañal: "Juan, te hiciste popó". "Mira cómo hacen popó papá y mamá". Estos comentarios regulares empezarán a atraer la atención del pequeño sobre lo que su cuerpo produce.
4. No insistas
El paso del pañal a la bacinica debe ser gradual, sin prisas, no forzado ni impuesto, sino sugerido. Por tanto, nunca debes insistir si el pequeño ya no quiere estar sentado en la bacinica. Si actúas así, conseguirás el efecto contrario; que no se quiera volver a sentar por temor a que lo obligues estar ahí más tiempo del que él quisiera.
Hay que darle tiempo para agarrar confianza con la bacinica y utilizarla, al principio, cuando él quiera. Una vez haya jugado con ella, puedes explicarle para qué sirve.
Después de que se haya sentado en la bacinica, es importante que lo dejes tranquilo, sin mostrarte angustiada por el resultado. Debes esperar, como máximo, diez minutos. Si pasado este tiempo no se han producido reacciones, tienes que incorporar al niño sin obligarlo a permanecer sentado.
Una vez el niño ha acabado, se le debe levantar inmediatamente de la bacinica. Así aprenderá que se lo sentaste ahí por un motivo preciso.
5. Elogíalo
La forma más reconfortante y motivadora para el pequeño, son los elogios de sus padres. Por ello, es muy importante que, mientras tu pequeño está sentado en la bacinica, le hagas compañía y lo elogies. Por ejemplo, no tires inmediatamente su pipí o caquita. Es mejor que el pequeño vea el resultado de su "hazaña"; verlo le ayudará a comprender el proceso.
6. Sin temor ni inseguridad
Si adviertes cierto temor o inseguridad en tu pequeño, cuando está sentado en la bacinica, lo ideal es que lo distraigas, por ejemplo, con un juego, con una historia o con un cuento. Intenta desviar su atención y hacer de este momento algo más agradable.
7. Paciencia
En este proceso es necesaria, sobre todo, muchísima paciencia. Y es que es normal que, en las primeras semanas, el pequeño advierta el estímulo demasiado tarde, cuando ya se hizo pipí en la cuna o en la cama.
Las vacaciones, un buen momento para quitar el pañal
En general, las vacaciones de verano son el momento ideal para quitar el pañal al niño: los padres tienen más tiempo y se muestran más pacientes y tolerantes. Asimismo, el niño, libre de ropa, puede usar la bacinica más fácilmente.
Sin embargo, no siempre será posible programar quitar el pañal durante las vacaciones. No pasa nada. Lo más importante es la disponibilidad y la calma de los padres, que son fundamentales para que el niño dé este importante paso hacia la autonomía.