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10 juegos para aprovechar el patio de la escuela o de casa al máximo
Motivemos a nuestros peques a que vivan su infancia en movimiento, con juegos de ayer y hoy, en el patio de la escuela y de la casa, y que no se pierdan esa parte física que tanto bien les hace.
La infancia de los años recientes está definida, en gran parte, por las pantallas. El mundo digital se ha integrado a su vida de forma natural con actividades lúdicas y de aprendizaje, lo cual es fundamental para su avance en el logro de las competencias que se requieren hoy en día, pero es importante que sigan saliendo a correr, a saltar y a divertirse al aire libre, en los patios, porque el contacto con la naturaleza es insustituible y necesario.
Unicef señala que jugar al aire libre “no sólo ofrece un buen contexto para el desarrollo de habilidades motoras, sino que también se puede incentivar la capacidad de exploración, el conocimiento, el cuidado de la naturalezay el desarrollo de la autonomía”.
¡Y a los chicos les encanta! Pero, aceptémoslo, a veces somos los adultos quienes no fomentamos estas actividades, y privilegiamos, por comodidad, el uso de teléfonos inteligentes, computadoras o tablets y consolas de videojuegos. Lograr hacer un balance entre ambos mundos, el virtual y el real, sería lo esperado para que nuestros niños y niñas tengan un desarrollo integral y saludable.
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¡Todos a jugar al patio!
Compartimos 10 pasatiempos al aire libre con los que los peques estarán más que divertidos, y que son una oportunidad para conectar con los amigos y la familia:
Luz roja, luz verde
Se juega con un mínimo de tres jugadores. Se elige al niño que será el jugador “semáforo”. Este se deberá colocar a una distancia de unos 5-6 metros del resto de los jugadores. El “semáforo” les dará la espalda y gritará en algún momento:“¡luz verde!”, para que los otros jugadores corran hacia él. En el momento que lo decida, el “semáforo” gritará: “¡luz roja!”, y volteará para ver qué jugador no se ha detenido. El jugador que se mueva saldrá del juego, el cual terminará cuando un corredor toque al “semáforo” o si el “semáforo” atrapa a todos.
La gallina ciega
Un clásico de todos los tiempos. Se juega en grupo y uno de los participantes se convierte en la gallina ciega, por lo que se le deberá vendar los ojos. Todos los demás niños y niñas correrán a su alrededor, tratando de no ser tocados por la gallina. Quien sea atrapado se convierte ahora en la gallina ciega. Aunque se sugiere para niños pequeños, de entre 4 y 6 años, la edad es lo de menos, ya que es una gran idea incluir a amigos y familia de todas las edades.
Bote pateado
Hace algunas décadas, era una tradición jugarlo en las escuelas, incluso con los vecinitos en la calle. Es un juego grupal en el que se debe tener un bote aluminio o plástico. El juego empieza cuando alguien patea el bote, lo más lejos posible, para que el resto de los participantes se escondan. Habrá un niño o niña designada para buscar a los participantes. Este deberá ir por el bote y colocarlo nuevamente en su sitio, para luego comenzar a ubicar a sus compañeros. Cuando encuentre a alguno, deberá decir su nombre y tocar el bote, con una frase como la de “1, 2, 3 por…” y el nombre de quien encontró y dónde lo encontró. El que está buscando no debe descuidar el bote, ya que cualquier un jugador podría correr hacia dicho bote y patearlo de nuevo, y con esto salvar a sus amigos. El juego termina cuando el buscador encuentra y nombra a todos los participantes.
Saltar la cuerda
A la vez que se trata de un juego, es también un ejercicio físico cardiovascular buenísmo. Puede hacerse de manera individual o grupal. Cuando se realiza con un grupo de amigos, dos personas deberán colocarse en cada extremo de la cuerda para hacerla girar, mientras que el tercer niño saltará. Entre los participantes pueden acordar reglas, como el número de saltos por participante o el tiempo que puede saltar cada persona. Se recomienda a partir de los 5 años y, a medida que los niños crecen, el nivel de complejidad puede aumentar, y saltar, por ejemplo, dos personas a la vez.
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Las estatuas
Es un juego grupal. Los niños forman un círculo y uno de ellos será designado para decir “estatuas”. A la cuenta de tres, este niño o niña podrá decir “estatuas” cuando quiera y todos deberán quedarse inmóviles. Puede caminar alrededor de las “estatuas” y si ve que alguien se mueve o se ríe, ese participante perderá su turno y saldrá del juego. Gana el jugador o jugadora que logre quedarse como estatua por más tiempo.
Carreritas en costal
La carrera de costales sigue siendo un hit en las fiestas. En casa o en el colegio también se podría adaptar. Se necesitan, justamente, costales o sacos, incluso fundas viejas de almohadas podrían servir. Los participantes se deben meter al saco, que les debe llegar arriba de la cintura, para empezar a dar saltos para llegar a la meta. Gana el que llegue primero.
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Carretillas
Otro juego de ayer que es garantía de diversión. Es grupal y se juega en parejas. Uno de los niños se pone en el suelo boca abajo con las manos apoyadas a la altura del pecho, mientras que el otro lo toma de los tobillos y le levanta las piernas a la altura de su cintura, como si fuese una carretilla, para iniciar la carrera. Se coloca una línea de salida y una línea de meta o llegada. Gana la dupla que llegue primero.
Circuitos o laberintos
Los circuitos y laberintos son ideales para fomentar la actividad física y el desplazamiento. Estos pueden ser esquemáticos o tener una mayor complejidad de formas. Una alternativa que les gusta mucho a niños y niñas son los circuitos que representan ciudades. Hay que dibujarlos en el patio, con gis o con pintura. Pueden jugarse de manera individual o en grupo.
Las cuatro esquinas
En este juego participan cinco niños y niñas. Cuatro de ellos (as) se deberán colocar en las esquinas y uno (a) en el centro, con más de dos metros de distancia. Los jugadores que están en una esquina deberán desplazarse hacia la siguiente esquina, mientras que el que quedó en el centro intentará robar una esquina libre antes de que lleguen los otros participantes. Si lo logra, el que se queda sin ella pasará al centro y será quien deberá intentar conseguir una esquina libre.
La rueda de San Miguel
A los más chiquitos les encantará participar en este juego tradicional, con el que también sus abuelos y bisabuelos seguramente jugaban. Se necesitan tres o más jugadores, los cuales se deben colocar en círculo, y darse la mano. Cuando estén listos, el círculo irá girando al tiempo que se canta “A la rueda, rueda de San Miguel, San Miguel, todos traen su caja de miel, a lo maduro a lo maduro, que se voltee (nombre del primer niño y así sucesivamente con todos) de burro”. El que quede de “burro” deberá voltearse y seguir con la ronda. Termina una vez que todos hayan pasado. Esta es una actividad excelente para trabajar la coordinación.
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¡Las posibilidades en el patio son infinitas! Dile a tu peque que saque de la pantalla cualquiera de sus videojuegos favoritos y que lo replique al aire libre o que se invente un juego nuevo, con reglas hechas por él y por sus amigos, y que la magia de la diversión al aire libre nunca se acabe.
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¿Tu peque es fan de jugar al aire libre con sus amigos o se la pasa dentro de casa? ¿Le has enseñado o jugado con él alguno de tus juegos de infancia? ¡Queremos conocer más de ustedes en los comentarios!