Los mejores juegos mentales y de inteligencia para niños

13 Dec 2023
juegos mentales ninos

La inteligencia es la capacidad que nos permite adaptarnos del mejor modo posible al ambiente que nos rodea, resolviendo los problemas conforme se presentan. Los padres pueden ayudar, estimular, y favorecer la mente y la inteligencia de sus hijos con juegos específicos, adecuados a la edad del niño. ¡He aquí una lista de juegos que estimulan el coeficiente intelectual de tus hijos!

Incluso el recién nacido, a su manera, es capaz de implementar estrategias que le permitan llamar la atención de los adultos y, así, ver satisfechas sus necesidades. Por supuesto, estamos hablando de una etapa de su desarrollo en la que aún se expresa a través de los sentidos y la motricidad. Jugar, para él, significa descubrir su propio cuerpo, ver cómo se mueve su manita o repetir un verso.

Después, en torno al año, el niño empieza a organizar los esquemas que ha aprendido en secuencias más complejas. Cuando, por ejemplo, el pequeño entiende que, para agarrar un objeto que está en la sábana, es mejor que tire de la tela hacia sí mismo, significa que es capaz de diseñar un sistema que le asegure un resultado. Es una fase emocionante en la que los padres pueden empezar a jugar con él de una forma interactiva.

Lo importante es que los padres respeten la exigencia del pequeño de hacer y volver a hacer la misma cosa, puesto que gran parte de su diversión consiste en esperar un mismo resultado que luego tiene lugar.

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Pero, solo en las siguientes fases del desarrollo, el niño conseguirá imaginar la realidad mentalmente. De aquí en adelante, la base del juego será, sobre todo, la reproducción simbólica de situaciones existentes, el “hacer ver que..". En este proceso, el papel de los padres es insustituible. Las habilidades del niño mejoran enormemente si algunas actividades tienen lugar en compañía de un adulto, estimulando sus recursos intelectuales, que de otro modo solo serían potenciales (aunque es igualmente importante no esperar de él un compromiso que exceda sus capacidades, pues, de lo contrario, el pequeño no se divierte y se desmotiva).

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He aquí una lista de los mejores juegos que ayudan a estimular la mente del pequeño y su inteligencia, adecuados a diferentes edades:

  • Sus deditos hablan (para niños de hasta 12 meses)
  • La habitación mágica (para niños de más de 2 años)
  • Los tres frascos (para niños de más de 2 años)
  • Quién está en el escondite (para niños de más de 3 años)
  • El pequeño bailarín (para niños de más de 3 años)
  • Quién es quién (para niños de más de 4 años)
  • El campeón de los bolos (para niños de más de 4 años)

Sus deditos hablan (niños de hasta 12 meses)

Los juegos en que la mamá o el papá tocan las manos del bebé son muy útiles para entrenar su inteligencia, sobre todo, si con los gestos se subrayan y refuerzan las palabras del adulto. Hoy en día, los neurocientíficos han descubierto que, a nivel cerebral, las áreas del cerebro que controlan el movimiento de los dedos y el lenguaje están conectadas, aunque esto las mamás y los papás lo saben bien. No es casualidad que muchas canciones infantiles mencionen los dedos del pequeño al tiempo que se tocan. He aquí un ejemplo:

“Este dedito fue a por leña (tócale el dedo meñique). Este le ayudó (tócale el dedo anular). Este encontró un huevo (tócale el dedo corazón). Este lo cocinó (tócale el dedo índice). Y este, que es el más gordito (tócale el dedo pulgar)… ¡se lo comió enterito! (y le haces cosquillas por todo el cuerpo).

En el momento de nombrar cada dedito, debes tocárselo y sacudirlo un poquito. Antes de llegar al meñique, haz una pequeña pausa. Tu pequeño se reirá emocionado. Cantar al pequeño varias veces al día estas canciones es muy útil para él, pues así aprende a memorizar la secuencia y esto hace que el juego sea más emocionante para él.

OBJETIVO DEL JUEGO: Estimular de forma precoz el lenguaje y la inteligencia numérica.

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La habitación mágica (niños de más de 2 años)

En casa, hay un elfo muy simpático, pero un poco travieso, que disfruta moviendo los objetos. Agarra a tu hijo de la mano y llévalo por la habitación, pidiéndole que observe bien todos los objetos que están en su interior: sillas, juguetes, muñecos, cubos de colores, etc. Después, salgan. A escondidas, vuelve a entrar en la habitación y cambia de lugar o quita algún objeto.

Después, invita al pequeño a volver a la habitación y pregúntale si nota algún cambio. Si, como es probable, no se da cuenta de nada, pregúntale directamente: “¿Está aún el osito en la habitación? ¿No? Se lo habrá llevado el elfo… ¿Quieres que vayamos a buscarlo?”. Explorad el resto de la casa hasta encontrar el osito. Cada vez que jueguen a este juego, explica al pequeño que el elfo es un personaje de fantasía y que en realidad no existe.

OBJETIVO DEL JUEGO: Entrenar su memoria estimulando un componente esencial: la atención. Habituar el niño a reconocer los cambios, activando la relación entre el pasado, es decir, el recuerdo, y el presente. Ayudarle a distinguir entre realidad y fantasía.

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Los tres frascos (niños de más de 2 años)

Este es un juego que se puede hacer con un solo niño, pero que aún es mejor si hay numerosos pequeños espectadores, pues interviene el elemento de la competición. La mamá o el papá se colocan detrás de una mesa y explican al público que esconderá un riquísimo trozo de chocolate debajo de uno de los tres botes que están boca abajo. Después de colocar el chocolate en la mesa, lo tapan con un frasco y empiezan a desplazar con destreza los distintos frascos para confundir al pequeño observador. Luego, les preguntarán dónde está el premio. El niño que lo adivine se lo adjudicará.

Una variante aparentemente más sencilla, pero también más instructiva, consiste en utilizar contenedores de tamaños diferentes. Los podrás desplazar después de haber explicado que el chocolate está debajo de un frasco determinado: pequeño, mediano o grande. Si al niño le cuesta relacionar estos adjetivos con los frascos correspondientes, recurre a una denominación más sencilla. Por ejemplo: “papá frasco”, “mamá frasco”, “hijo frasco”.

OBJETIVO DEL JUEGO: Enseñar al niño distintos tamaños y los términos correspondientes. Afinar la capacidad visual-espacial.

¿Quién está en el escondite? (niños de más de 3 años)

Con este juego podemos pasar una tarde alegre con el pequeño y sus amiguitos. Toma una caja de cartón y colócala de lado, de modo que la abertura, es decir, la “puerta” del escondite, esté frente a los pequeños espectadores que están sentados en el suelo.

Pídeles que se tapen los ojos y elige en silencio a un pequeño, que tendrá que encerrarse en la caja. Ahora, los compañeros ya pueden mirar. ¿Quién falta entre el público? Después de que todos hayan tenido tiempo de identificar al ausente, pregunta golpeando tres veces la caja: “¿Quién está en el escondite?”. Todos deberán gritar el nombre al unísono, mientras que en ese momento el niño que estaba escondido sale fuera.

OBJETIVO DEL JUEGO: Estimular el espíritu de grupo y la socialización, atrayendo la atención de los niños en la ausencia de su compañero y en su nombre. Además, todos los niños se sentirán protagonistas cuando el turno de esconderse.

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El pequeño bailarín (niños de más de 3 años)

Cuando el niño ya ha aprendido a caminar y a correr, pocas cosas le entusiasman más que una “prueba” física. Entonces, le puedes preguntar: “¿Eres capaz de saltar y girarte en el aire?”. Muéstrale el movimiento. Cuando el pequeño lo haya imitado, dale indicaciones más precisas. Por ejemplo, que dé un cuarto de vuelta; luego, media vuelta; después, una vuelta completa. Pídele que lo intente una y otra vez hasta que le salga bien y luego invítalo a inventar algún baile, tal vez dando algunos pasos hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados. Si la prueba sale bien, pueden elegir una música y estudiar juntos una coreografía que se adapte al ritmo.

OBJETIVO DEL JUEGO: Inteligencia y movimiento van de la mano. Con este ejercicio, el niño aprende a planificar una secuencia de gestos, programando los movimientos musculares. La intervención de la música estimula la coordinación y el sentido del ritmo.

Quién es quién (niños de más de 4 años)

En una hoja de papel, haz una veintena de cortes horizontales comenzando desde el margen derecho hasta 2-3 centímetros del izquierdo, obteniendo así una serie de pestañas delgadas.

Esta “máscara” te servirá para tapar las imágenes de una revista o fotos de amigos y familiares. El juego consiste en reconocer al sujeto levantando el menor número de tiras. Para darle un toque “matemático” al juego, marca un punto en un papel por cada pestaña levantada y haz la suma al final del juego: el ganador será, obviamente, el que tenga menos penalizaciones.

OBJETIVO DEL JUEGO: Comprender que cada conjunto está formado por elementos más pequeños, cada uno de los cuales es indispensable. Estimular la atención visual sobre los pequeños detalles para reconstruir objetos y fisonomías.

Campeón de bolos (niños de más de 4 años)

Para este juego necesitarás una docena de latas, un marcador permanente y una pelota de tenis. Traza un número progresivo en cada lata, del 1 al 10, y luego colócalas a un par de metros del pequeño “lanzador”. Obviamente, tendrá que tirar la mayor cantidad posible de latas con la pelota.

Las latas las podemos disponer de diferentes formas: la forma más sencilla para los primeros tiros consiste en colocarlas en forma de pirámide, pues con un buen tiro se pueden tirar dos o más latas; después, podrás separar las latas, lo que hará que sea más difícil anotar.

Cuando el niño ya haya lanzado la pelota, di en voz alta el número de cada lata y anota la puntuación en una hoja de papel. Pasados unos días, ya podrás pedir al jugador que apunte directamente al “2”, “5”, etc.

Con un poco más de tiempo, el niño ya probablemente podrá alinear las latas siguiendo la numeración correcta.

OBJETIVO DEL JUEGO: Entrenar la coordinación de ojos y manos, midiendo la fuerza muscular necesaria para lanzar la pelota. Aprender la secuencia numérica y sus símbolos. Familiarizarse con las operaciones aritméticas por primera vez.

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Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza