Ordenar el armario ocupa, seguramente, uno de los primeros puestos en la lista de cosas que te da pereza hacer en casa.
Si, además, el cuidado de tus hijos te quita parte del poco tiempo que tienes disponible, esta tarea se aplaza semana tras semana, mientras continúas colocando las prendas de ropa una encima de la otra, haciendo que sea imposible encontrar algo entre tanto desorden (especialmente, si tu guardarropa tiende a ser monocromático).
En casa, es mejor tenerlo todo ordenado, de este modo no te desesperarás buscando una cosa u otra. Además, te servirá para mostrar a tus peques que todo ordenado es más bonito y práctico.
Tips para ordenar armarios sin sufrir
- Puedes comenzar la tarea ordenando sus cosas, sus juguetes. Lo podrías hacer cantando sus canciones favoritas y con movimientos un tanto graciosos para que se lo tomen como algo divertido.
- Cuando hayan acabado, explícales que es tu turno, con tus cosas. Pon tus canciones favoritas, baila y pídeles que te ayuden.
(Te interesa: Implicarlo en las tareas del hogar)
- Si no quieren colaborar con tu parte, note preocupes, déjalos que jueguen tranquilamente, aunque lo más probable es que quieran estar a tu lado viendo lo que haces o intentando descolocar lo que hayas puesto en su sitio. ¡Paciencia! Para ellos, como bien les hemos enseñado, es como un juego y así se lo tomarán.
- Si ves que es imposible realizar esta tarea con ellos, hazlo mientras estén durmiendo la siesta o haz que los abuelos se lleven a los niños al parque.
- Y sobre todo, ¡tranquila!, poner orden en el armario es muy fácil si se tienen en cuenta unos sencillos trucos. ¡Te los contamos a continuación!
Consejo número 1
Reserva unas dos horas de tu tiempo para ordenar tu armario, de modo que puedas empezar sin prisas (sin duda, la peor aliada para esta tarea). No obstante, ten presente que, quizás, dos horas puedan no ser suficientes y que, por tanto, no podrías dejar listo tu armario en ese mismo día. No te preocupes, reordenar el armario en diferentes ocasiones asegura mejores resultados.
Consejo número 2
Saca toda la ropa fuera del armario y ponla encima de la cama. Toma las prendas de una en una y ordénalas según el tipo: en un lado, los pantalones, en otro, las faldas, en otra diferente, las camisetas, y así con el resto de la ropa. Mientras vas agarrando las prendas, controla que estén limpias y en perfecto estado: mete lo que esté por lavar en el bote de la ropa sucia y coloca la ropa que tenga que arreglarse encima de una silla.
Consejo número 3
Ante cada prenda, hazte la misma pregunta: "¿Me la he puesto al menos una vez en los últimos 12 meses?". Si la respuesta es "no", puedes, tranquilamente, prescindir de ella: recuerda que puedes regalarla a personas que la necesitan. Si no quieres desprenderte de ciertas prendas, aunque sepas perfectamente que no te las vas a poner nunca más, colócalas en una maleta vieja, que podrás guardar en el garaje de casa.
Consejo número 4
Consigue tres cajitas de tela (si tienen tapa, mejor, para que puedan apilarse) y coloca dentro las prendas de dimensiones más pequeñas, bien dobladas: en una, bufandas, guantes y fulares; en otra, medias y panties; y en una tercera, los calcetines. Estas cajitas te permiten ahorrar mucho espacio en el armario, y si, además, son de colores y tienen un diseño bonito, puedes colocarlas a la vista, como si fueran objetos de decoración.
Consejo número 5
En general, deshacerse de las prendas viejas, pasadas de moda o que ya te quedan pequeñas resulta muy liberador y, a la larga, comporta una clara mejora de la calidad de vida en el hogar, ya que tener más espacio supone también tener más orden en casa. En este sentido, también vale la pena tirar las prendas anticuadas que no has usado durante años, como los viejos cinturones, las medias rotas y los calcetines desgastados.
Lo pondré en practica