El bebé no come tanto como antes

4 Jul 2022
El bebé no come tanto como antes

Una de las consultas más frecuentes en las consultas de los pediatras es la falta de apetito del bebé después del año. Sepamos qué hay detrás de esta pérdida de apetito.

Hacia los 15 meses, casi todos los niños empiezan a comer menos. Hasta entonces, necesitaban alimentarse para crecer, para engordar y para acabar de formarse. Sin embargo, a partir de esta edad, los pequeños necesitan comer exclusivamente para crecer, para engordar y para almacenar la energía necesaria que consumen en sus actividades diarias. La cantidad de alimento que deben ingerir es netamente inferior a la que precisaban hasta esa edad. Los niños no crecen ni aumentan de peso en la proporción que lo hacían durante su etapa de lactantes; ahora, las cosas van más tranquilas, y eso se nota.

• Es fundamental que las familias sean conscientes de esto, con el fin de ahorrarse disgustos y, lo que es peor, la mala educación en la alimentación, que pueden hacer que, en un futuro no muy lejano, el problema de la anorexia se prolongue indefinidamente.

• No obstante, no todos los niños que presentan esta actitud ante la comida estén indefectiblemente sanos. Los pequeños con falta de apetito se pueden incluir en dos grandes grupos: los que no comen porque no tienen gana y los que no lo hacen porque "no les da la gana".

• Cuando un niño no se encuentra bien, pierde el apetito, del mismo modo que los adultos.

Un simple resfriado con una congestión nasal, provocada por una infección viral, es suficiente para que no queramos comer. Si esto es así en los adultos, pongámonos en el lugar de un lactante o de un niño pequeñito, que ya de por sí tiene dificultades para compaginar la respiración nasal y la oral. Muchas veces, tiene que elegir entre comer y respirar, y es evidente que elegirá respirar, porque comiendo lo justo la puede "ir pasando", pero sin respirar no se sobrevive.

También hay otras enfermedades que provocan anorexia, no solamente las infecciones. Por este motivo, es importante que el pediatra conozca el problema. Quizás necesitará realizar un análisis de sangre para descartar una anemia por carencia de hierro, que es una de las causas patológicas de la anorexia en los preescolares.

Este tipo de anorexia no preocupa demasiado: una vez diagnosticada, el pediatra someterá al niño al tratamiento oportuno, con lo que volverá a comer como siempre.

DIRECTORA EDITORIAL MI BEBÉ Y YO. Experta en temas de embarazo, maternidad y paternidad, bebés y niños, y coordinadora de nuestra Agenda de Crecimiento.