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¿Qué hacer con un niño que se porta mal?
¿Tu hijo grita, da patadas y no deja de hacer travesuras? Cuando el mal comportamiento del pequeño no cesa, muchos padres acaban preguntándose: ¿es mi hijo un "niño malo"? ¿Por qué se porta tan mal? En este artículo, te lo explicamos.
En muchos casos, las acciones de tu hijo te pueden generar estrés e incluso rabia al no poder controlarlo. Sin embargo, debes saber que se trata de situaciones por las que acaban pasando la mayoría de progenitores. Por lo tanto, no te preocupues, pues, en la actualidad, existen un sinfin de formas de lidiar con la educación de nuestros hijos.
¿Por qué mi hijo se porta mal?
Llamar la atención es la principal razón del mal comportamiento de los niños. La actitud agresiva o inadecuada forma parte del desarrollo normal de una persona en edad infantil, pues responde a su necesidad de explorar el entorno, mantener sus primeras relaciones personales o dar rienda suelta a su imaginación infinita. Y son precisamente los niños especialmente audaces, valientes y curiosos, los que suelen recibir los calificativos de traviesos, latosos, hiperactivos, incluso, "malos".
De hecho, la mayoría de las veces, cuando un niño se porta mal, lo está siendo inconscientemente. Por ello, debemos tener especial cuidado en intentar no etiquetarlo como un “niño malo” o someterlo a constantes castigos.
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Consejos para entender a los 'niños malos'
Una vez hemos identificado que la actitud del niño es problemática, deberemos tener claro que probablemente exista una razón para ello. Como padres, nuestro primer deber será esforzarnos al máximo en entender a nuestro hijo.
Un niño se porta mal cuando tiene la necesidad de reaccionar a un cambio de cualquier tipo. Muchas veces se trata de un cambio que pasa desapercibido para los padres, pero, en ocasiones, son cambios que les afectan profundamente: el nacimiento de un hermanito, un cambio de escuela, una mudanza, la aparición de una alergia o la identificación por parte de un médico de cualquier condición o afección, entre otros.
En estos casos, es muy aconsejable acudir ala escuela para hablar con el maestro de tu hijo para saber más sobre su comportamiento en el salón de clases, así como preguntar por las posibles dificultades con las que puede estar enfrentándose en entornos alejados de casa: grupos de amigos, centro donde realiza una actividad extraescolar, etc.
También debemos tener en cuenta que, en ocasiones, el niño se porta mal debido a la mala educación de los padres. Si es así, deberemos preguntarnos: ¿estamos siendo demasiado permisivos? ¿Estamos sobreprotegiéndolo demasiado? ¿Deberíamos tener más paciencia?
Si te sientes desbordada por un hijo, un consejo muy útil es el de pedir ayuda, ya sea consultando directamente en foros y bibliografía especializada o pidiendo cita con un psicólogo infantil.