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Su querido peluche
El peluche es, a menudo, el mejor amigo del bebé. Desarrolla una función importante en su desarrollo psicofísico.
Tiernos, coloridos y muy suaves, a menudo los peluches se convierten en los mejores amigos del bebé. Es una conducta normal que da seguridad al pequeño, calmándolo y actuando como un objeto afectivo. La mayoría de los niños tienen un objeto afectivo durante el periodo que abarca desde los ocho meses hasta los tres añitos, aproximadamente.
El peluche cumple una función determinada en cada etapa del desarrollo del niño, consolándolo y acompañándolo. Sin embargo, es a los dos años cuando su función es más trascendental, ya que es entonces cuando el peluche ayuda al niño a tomar conciencia de sí mismo y a independizarse de su mamá.
El peluche es un objeto afectivo muy importante para tu hijo, que utiliza para expresar su alegría y también su frustración. Para poder expresarle estos sentimientos, lo más adecuado es que el muñeco tenga forma de persona o de animal para hablarle, hacerle mimos, etc.