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¿Cómo afecta el estrés a la fertilidad?
¿Es mi estrés la causa de que no me quede embarazada? Analizamos con la experta qué hay de cierto en esta creencia y qué podemos hacer para mejorar nuestro bienestar físico y emocional mientras estamos buscando un embarazo.
- ¿El estrés afecta directamente a la fertilidad?
- ¿Qué factores relacionados con el estrés pueden impactar en la fertilidad?
- ¿Cómo eliminar el estrés si quieres quedarte embarazada?
- 1. Aprende a discernir qué aspectos están bajo tu control y cuáles no
- 2. Entrénate para gestionar mejor tus pensamientos difíciles
- 3. Abraza la incertidumbre como parte inevitable de la vida
- 4. Céntrate en tu autocuidado y en tratarte con amabilidad
- 5. Potencia la comunicación con tu pareja y otras personas de tu entorno
- 6. Busca ayuda profesional y/o grupos de soporte para sobrellevarlo mejor
Si en este momento estás teniendo dificultades para quedarte embarazada, quizás has escuchado el típico: “No te estreses. Cuando te relajes, seguro que te embarazas”. Y aunque no haya una mala intención en este comentario, seguramente no ayuda a que te sientas mejor.
Puede incluso que esta afirmación te genere más ansiedad e inseguridades, y te haga cuestionarte cosas como: ¿es verdad que estar estresada dificulta mi embarazo? ¿Y si solo pensar en ello me estresa más? ¿Cómo puedo salir de este bucle? ¿Cómo puedo solucionarlo? Mi propósito en este artículo es contarte si el estrés afecta o no a la fertilidad, y ayudarte a que gestiones mejor esta difícil situación.
¿El estrés afecta directamente a la fertilidad?
Tanto si ya has sido diagnosticada de infertilidad como si simplemente llevas algunos meses intentando quedarte embarazada y la búsqueda se te está haciendo eterna, este tipo de comentarios pueden resultarte muy dolorosos: “Cuando te relajes, seguro que se da”, “No te quedas embarazada porque estás obsesionada”.
El diagnóstico de infertilidad, o la dificultad para lograr el embarazo cuando se desea, supone un gran impacto en el bienestar psicológico de la mujer y/o de su pareja, por lo que es totalmente normal que el estrés, la ansiedad y otro tipo de problemas psicológicos surjan en esta etapa.
De acuerdo con un informe del Hospital San Ángel Inn, en México existen alrededor de 2.6 millones de casos de infertilidad, y se estima que cada año se suman 180 mil más (INEGI). La experiencia de la infertilidad suele implicar una crisis vital para esas personas que se proyectaban a futuro como madres o padres, y el estrés, de manera inevitable, suele aparecer en escena.
Contamos con evidencia científica de que la infertilidad causa estrés, en particular, en personas sometidas a tratamientos de reproducción asistida, ya que es sobre las que más estudios se han realizado. ¿Pero qué sucede a la inversa? ¿El estrés puede causar infertilidad? ¿Qué sabemos hasta el momento? ¿Qué hay de cierto en la famosa frase “Cuando te relajes, te quedarás embarazada”?
La realidad sobre este tema es que la comunidad médica sigue en debate, ya que no hay evidencia científica suficiente para poder afirmar con seguridad que el estrés es un factor determinante en la infertilidad.
Un estudio dirigido en el 2024 por la doctora Courtney Lynch de la Universidad Estatal de Ohio, y llevado a cabo con una muestra de 373 mujeres, reveló que aquellas que tenían presente en la saliva altos niveles de alfa-amilasa, indicador biológico del estrés, eran un 29% menos propensas a quedarse embarazadas y que el estrés suponía un riesgo de infertilidad.
Por otra parte, la Dra. Jacky Boivin del grupo de investigación sobre la fertilidad de la Universidad de Cardiff, publicó en el 2011 un metaanálisis de 14 estudios, con un total de 3,583 mujeres bajo tratamiento de reproducción asistida, en el que se demostró que “el estrés emocional provocado por la infertilidad u otros aspectos de la vida no influyen en la probabilidad de conseguir embarazo en estos tratamientos”.
Aunque necesitemos más investigación para ver el impacto real del estrés en la capacidad para concebir, si lo estás experimentando, sería una buena idea aprender a gestionarlo mejor para incrementar tu bienestar, sobre todo cuando hablamos de estrés crónico.
Si simplemente sientes que te preocupa tu situación de no quedarte embarazada y que tus pensamientos giran mucho sobre el tema, pero te estás manejando bien en tu día a día y mantienes un buen nivel de bienestar psicológico, no me preocuparía en exceso.
Si, por el contrario, estás experimentando niveles de estrés muy altos y durante un largo período de tiempo, y/o estás viviendo algún acontecimiento difícil o traumático como la pérdida de un trabajo, enfermedad o muerte de algún familiar o cualquier evento vital crítico, te recomendaría ponerte en manos de profesionales; el embarazo, el parto y el posparto pueden ser eventos desestabilizadores que necesitarán que estés en las mejores condiciones físicas y psicológicas a tu alcance.
¿Qué factores relacionados con el estrés pueden impactar en la fertilidad?
Aunque veamos que todavía no están las cosas del todo claras respecto al impacto directo del estrés en la fertilidad, lo que sí es evidente es que no sería el único factor involucrado en la capacidad para lograr el deseado embarazo.
Por otra parte, aunque no tengamos pruebas concluyentes sobre si el estrés en sí puede causar infertilidad, lo que sí es cierto es que puede afectar indirectamente por algunas razones:
- El estrés, la ansiedad y otros problemas psicológicos pueden conducir a las personas a realizar conductas que sí han probado tener impacto en la fertilidad:
- Cambio en los hábitos del sueño (dificultad para dormirse, despertarse antes de tiempo o dormir más de lo habitual).
- Dificultad para llevar una dieta saludable.
- Poca actividad física o hacer ejercicio de manera compulsiva.
- Consumir mucho alcohol o fumar.
- Beber mucha cafeína, sobre todo debido a la privación de sueño.
- Perder interés por el sexo.
- Se puede producir el abandono de tratamientos de reproducción asistida por estrés: según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el estrés psicológico provocado por la sucesión de intentos fallidos es la principal causa de que las parejas abandonen los tratamientos, seguido por otras causas, como mal pronóstico, embarazos espontáneos y el coste económico.
¿Cómo eliminar el estrés si quieres quedarte embarazada?
Con independencia de lo que nos digan los estudios y, mientras esperamos a que la investigación siga avanzando, podemos ponernos en marcha para que tus niveles de estrés disminuyan. Si estás experimentando estrés y malestar psicológico, ya me parece una razón más que suficiente para ocuparte de ello.
Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar tu bienestar psicológico durante la búsqueda de embarazo.
1. Aprende a discernir qué aspectos están bajo tu control y cuáles no
Invertimos una parte importante de nuestro tiempo y energía en preocuparnos de cosas sobre las que apenas podemos actuar: el momento en que lograremos un embarazo, qué me deparará el futuro, etc. Sin embargo, dejamos de lado o posponemos otras que sí dependen de nosotras en gran medida, como hacer actividad física, dejar de fumar, alimentarse mejor, aprender a poner límites, mejorar tu comunicación con otras personas, etc.
No le cedas a tu mente mucho espacio para sobrepensar sobre aquello que no puedes controlar y ocúpate de aquello que sí depende de ti, como ir a tus citas médicas, seguir las pautas de los profesionales, relacionarte con otros o potenciar tu autocuidado.
2. Entrénate para gestionar mejor tus pensamientos difíciles
Si estás deseando quedarte embarazada y ese momento no llega, es muy probable que este tema ocupe tu mente de una manera muy invasiva. Es como si tu mente estuviese sintonizando todo el tiempo esa emisora en la que todo gira en torno a “quedarse embarazada”. Pueden venirte pensamientos difíciles como: “Nunca lo vamos a lograr”, “Algo malo pasa con mi cuerpo”, “¿Por qué a los demás les resulta tan fácil”?
Esta habilidad para desengancharte de los pensamientos difíciles se adquiere normalmente en sesiones de psicoterapia, y también con libros o artículos de divulgación psicológica de calidad, en los que se expliquen este tipo de técnicas para ayudarte a que este tema no se convierta en una obsesión que te limite.
3. Abraza la incertidumbre como parte inevitable de la vida
No es nada fácil gestionar el cambio y las dificultades que la vida nos plantea. Casi todo ser humano, en algún momento de su vida, va a experimentar pensamientos, emociones y sensaciones físicas difíciles ante acontecimientos críticos. Que el deseo de ser madre o padre se vea frustrado es una de los golpes más fuertes que una pareja puede experimentar.
Algunas herramientas basadas en Mindfulness o atención plena te podrían ayudar a centrarte más en el “aquí y ahora”, focalizar tu atención en otros aspectos importantes de tu vida, gestionar mejor la incertidumbre y aceptar el malestar que la acompaña.
4. Céntrate en tu autocuidado y en tratarte con amabilidad
Si tienes dificultades para quedarte embarazada, puede que percibas a tu cuerpo como el enemigo y que hayas dejado de cuidarlo como se merece. O quizá te hagas reproches a ti misma culpabilizándote de alguna manera de tu situación: “¿Y si hubiese empezado antes a buscar el embarazo?”, “¿Por qué soy incapaz de estar más tranquila y llevarlo mejor”?
Haz lo posible por cuidarte, nutrirte y tratarte con cariño. Un truco que funciona muy bien para tratarse con amabilidad es el de hablarte como si le estuvieses hablando a una amiga en tu misma situación. Otro que puedes probar es el de no hablarte a ti misma como no le hablarías a otra persona con la que no tienes demasiada confianza.
5. Potencia la comunicación con tu pareja y otras personas de tu entorno
La infertilidad puede ser un período muy difícil en el que la mujer o la pareja suelen tender a distanciarse de los demás, precisamente cuando el apoyo social es muy importante. Es muy normal que evites relacionarte con personas que de alguna manera te recuerdan que estás teniendo dificultades para quedarte embarazada. Hay veces que la familia hace preguntas sobre “para cuándo los niños”, o que entre amigos o en grupos de WhatsApp se habla sobre bebés o sobre nuevos embarazos.
Manejarse en estas situaciones puede ser muy duro para ti. Es humano querer evitar estos momentos, pero comunicar cómo te sientes y pedir a los demás comprensión ante lo que estás pasando puede ayudarte a sobrellevarlo mejor. Ampliar tu círculo de amistades o quedar con personas que estén fuera del mundo de la maternidad o paternidad, puede ser también una excelente idea para hablar de otros temas que te ayuden a desconectar.
6. Busca ayuda profesional y/o grupos de soporte para sobrellevarlo mejor
Si ves que tus estrategias para gestionar este difícil momento no están dando sus frutos, no dudes en acudir a un especialista en psicología perinatal para que te ayude a gestionarlo. A algunas personas, los grupos de soporte o foros de infertilidad pueden también venirles bien para sentir el calor de otras personas que estén pasando por su misma situación.
Lo importante es que sepas ver en qué momento tu salud mental o la de tu pareja están en juego, para pedir ayuda y ponerte en marcha lo antes posible de cara a mejorar tu bienestar psicológico en este difícil momento para ti.