¿Problemas para quedar embarazada de tu segundo hijo?

Cuando se tiene el primer hijo, algunas parejas tienen claro que quieren tener otro bebé en poco tiempo. O bien, pasan algunos años, los suficientes para disfrutar del primer hijo, y deciden tener un segundo bebé. Sin embargo, hay parejas que no logran un segundo embarazo con la misma facilidad que con su primogénito y que sufren de infertilidad secundaria.

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¿Qué es la infertilidad secundaria?

Si una pareja que ya ha tenido un bebé está buscando su segundo hijo durante más de un año, es posible que padezca lo que se conoce como infertilidad secundaria. Es decir, hay problemas que impiden que este segundo embarazo se desarrolle con éxito, pese a no haber tenido ningún problema con su primer pequeño.

Se trata de una situación muy delicada, los papás no suelen entender por qué para su primer bebé no hubo ningún tipo de problema y, ahora que buscan el segundo, sí. Psicológicamente, es un golpe duro que tiende a provocar ansiedad y culpabilidad.

Pero, ¿qué causa la infertilidad secundaria?

En la mayoría de los casos en los que se produce este problema para concebir, la causa suele residir en alguna patología de la mujer. Puede que, desde que dio a luz, se hayan producido alternaciones en la ovulación, endometriosis, lesiones pélvicas o uterinas, desajustes hormonales, enfermedades posparto como la diabetes o tiroides, etc.

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En la infertildiad secundaria, también influye, en gran medida, la edad de la mujer, si fuma o si bebe alcohol o si tiene mucho sobrepeso.

Psicológicamente, tampoco ayuda, especialmente a la mamá, la presión de querer tener un embarazo pronto y la preocupación por saber qué está pasando.

Tratamiento para la infertilidad secundaria

Si se padece una infertilidad secundaria, el tratamiento a seguir es idéntico a si fuera una primaria. Es decir, tanto la mamá como el papá deberán someterse a diferentes exámenes para determinar el origen exacto de la anomalía. Una vez detectada, deberán tratarla y acudir a una clínica de fertilidad de confianza.

Para considerar que se trata de una infertilidad secundaria, la pareja debe haber mantenido durante, al menos, un año relaciones sexuales sin protección. Solo a partir de ese momento, es aconsejable consultar con especialistas cada caso.

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