Claves para actuar frente al acoso escolar o bullying

La escuela, ese lugar feliz y seguro, donde los niños aprenden, se divierten y entablan sus primeras relaciones sociales, puede llegar convertirse en una pesadilla cuando aparece el acoso escolar o bullying.

Esto no es cosa menor, ya que vivir una situación de bullying puede hacer estragos en la estabilidad emocional de niños y niñas y, en casos cada vez más comunes, ser causante situaciones como suicidios y homicidios. Es una realidad frente a la que no podemos hacer oídos sordos.

¿Qué es exactamente el bullying?

De acuerdo con Unicef, es “la conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada”.

Para que se lo considere acoso, este comportamiento debe incluir las siguientes características, según describe la organización StopBullying.gov, de Estados Unidos:

• Un desequilibrio de poder. El acosador usa su poder –fuerza física, acceso a información o popularidad, por ejemplo– para controlar o dañar a otros.
• Repetición. El acoso ocurre más de una vez o tiene el potencial de producirse más de una vez.

Aunque el acoso suele llevarse a cabo durante el horario escolar, dentro de las instalaciones de la escuela (patio, cafetería, baños, etc.) o a la salida, también puede darse dentro del autobús escolar o, incluso, dentro de la colonia, si los niños viven cerca del colegio.

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Identifica los tipos de acoso

El acoso puede ir desde una burla, una amenaza hasta un empujón, pero hay que tener claro que es acoso y qué no. El psicoanalista Manuel Hernández explica que entre los niños podría haber juegos bruscos, como un empujón, una broma, reírse de alguien que se cae, por ejemplo, pero los chicos saben que así se llevan y nunca se hace con mala intención, ni tampoco resultan lastimados o avergonzados, pero cuando se infringe dolor, el niño acosado siente vergüenza y ya no le parece una broma, entonces sí se trata de una agresión.

Si tu hijo te comenta que ha sufrido alguno de estos tipos, categorizados por diferentes organismos internacionales en favor del alto al bullying, hay que actuar de inmediato, dándole apoyo y soporte y hablando a la institución educativa:

• Acoso verbal. Cuando se dicen o escriben cosas desagradables. Este incluye:
  
  • Insultos
  • Comentarios sexuales inapropiados
  • Burlas
  • Amenazar con causar daño
• Acoso social. Su finalidad es dañar la reputación o las relaciones de una persona. Incluye:
  • Hacer a un lado o dejarle de hablar a una persona a propósito
  • Decirle a otros niños que no deben ser amigos de cierto compañerito
  • Divulgar rumores acerca de una persona
  • Avergonzar a una persona en público
• Acoso físico involucra dañar el cuerpo o las posesiones de una persona. El acoso físico incluye:
  • Golpear, patear, pellizcar, etc.
  • Escupir
  • Hacer tropezar al otro o empujarlo
  • Tomar o romper las cosas de otra persona
  • Hacer gestos desagradables o inadecuados con la mano

Acciones urgentes 

La familia es la base de las conductas y valores. Es muy importante que en este núcleo se guíe hacia el desarrollo de relaciones sanas y justas. Junto la familia, los maestros y la escuela juegan un papel fundamental en la prevención del acoso. Stop Bullying y Unicef detallan qué podemos hacer los adultos:

Prevenir

• Explica a tus hijos qué es el acoso y cómo lo puede enfrentar de manera segura. Remarca que el acoso escolar es inaceptable y asegúrate de que sepan cómo recibir ayuda.
• Habla con ellos todo el tiempo, escúchalos, conoce a sus amigos, pregúntales sobre la escuela, cómo es la dinámica entre los compañeros y profesores y sé empático con sus preocupaciones. Diles que siempre podran confiar en ti y que estarás para ellos ante cualquier duda o situación difícil que se llegue a presentar.
• Motívalos a hacer lo que disfrutan. Las actividades, intereses y pasatiempos especiales pueden estimular la confianza, ayudar a los niños a hacer amigos y protegerlos de situaciones de acoso.
• Dales el ejemplo de cómo tratar a los demás: con amabilidad, respeto y tolerancia.
• Fomenta los vínculos afectivos y enséñales a detectar relaciones tóxicas.
• Enséñales que siempre hay que actuar si son testigos del acoso a otro compañero.
• Educa en el uso de la tecnología, enseñando a tus hijos a navegar con sentido crítico, porque podría ser víctima de ciberacoso o ciberbullying, la cual se produce a través de internet.

Actuar 

• Escucha y cree lo que te dice tu hijo o hija.
• Refuerza la confianza en sí mismos.
• Actúa, no lo dejes pasar, pues esto podría empeorar.
• Comunícalo oficialmente al colegio.
• Valora la necesidad de asistencia física o psicológica.
• Enseña a tus hijos a anticipar actuar frente al acoso.

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Estrategias puntuales

Así como has enseñados hábitos y normas, también enséñales que si en algún momento se siente intimidado o acosado, esto es lo que debe hacer:

• Mirar al acosador a los ojos
• Mantenerse erguido y a mantener la calma
• Decir con voz firme: “No me gusta lo que estás haciendo" o “por favor, no me hables de esa manera"
• Alejarse
• No responder a los mensajes electrónicos y cortar la comunicación con quienes están enviando mensajes no deseados

Saber que tu hijo o hijas están siendo víctimas del bullying es de las tristezas más profundas. La rabia puede apoderarse de ti, pero antes de reaccionar violentamente, detente y respira y toma decisiones con la cabeza fría. 

Si tu hijo o hija te manifiestan directamente que están siendo molestados, será más fácil actuar de inmediato, pero si notas alguna de los siguientes signos, aún cuando él o ella no te digan nada, considera que podría estar pasando por una situación de bullying:

• Lesiones inexplicables
• Pérdida de ropa, libros o de sus objetos personales (a veces los trae rotos)
• Dolores de cabeza o estómago frecuentes, sensación de malestar o como si se sintiera enfermo. 
• Cambios en los hábitos alimentarios (no quiere comer o se salta las comidas).
• Dificultad para conciliar el sueño o presentar pesadillas frecuentes.
• Que su calificaciones bajen, pérdida de interés en las tareas escolares o negarse a ir a la escuela.
• Pérdida repentina de amigos, así como evitar situaciones sociales (no quiere ir a las fiestas).
• Sentimientos de impotencia o disminución de la autoestima.
• Comportamiento autodestructivo como escaparse del hogar, autoinfligirse heridas o hablar de suicidio.

No ignores ninguna de estas señales, presta atención a lo que te dice y no te dice tu hijo a través de sus actitudes. Acompañarlo en estos procesos es fundamental para puede hacer frente a cualquier situación difícil en la escuela y en la vida.

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¿En el salón de tu hijo se ha presentado alguna situación de acoso? ¿Cómo actuarías si en la familia se presentara un hecho de bullying? ¡Compártenos tus ideas en los comentarios!