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Si estás buscando un cuento con grandes ilustraciones y con una moraleja importante, debes escoger ¿A qué sabe la luna? Su autor, Michael Grejniec, narra de una forma muy bonita y entretenida cómo a través del trabajo común es posible conseguir cosas imposibles.
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Este magnífico cuento explica la historia una tortuga que anhelaba saber a qué sabía la luna, si era dulce o salada. Solo quería probar un poquito, pero era imposible acceder a ella para averiguarlo, ya que estaba muy lejos. Cada noche, ella y otros animalitos miraban hacia el cielo y hacían todo lo posible para poder alcanzarla: saltaban, intentaban agarrarla… Pero eran esfuerzos en vano.
Después de muchísimas noches pensando qué se podía hacer, un día la tortuga tuvo una gran día: apilarse uno encima de otro para conseguir llegar hasta la luna y probar, por fin, un pedacito de ella. Y así hicieron, poco a poco, un animal se posicionó encima del otro hasta que alcanzaron su gran meta. Lo mejor del cuento, sin embargo, es cómo termina, algo que nos vamos a reservar para que tú también disfrutes del cuento de ¿A qué sabe la luna? con tu pequeño.
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El cuento de ¿A qué sabe la luna? tiene tanto éxito porque aporta una lección de valores humanos muy importantes: el trabajo en equipo, la importancia de ayudar al prójimo, la lucha por un sueño común, la solidaridad, etc. Además, sus ilustraciones en papel maché, de Kalandraka, son bonitas y cuidadas y los ayudan a aprender e identificar todos los animales protagonistas del cuento.
En definitiva, que entre todos es posible conseguir levantar murallas y mover montañas si el sueño es común y si se trabaja en conjunto para conseguirlo.
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