Castañas: sus propiedades y cuándo introducirlas

Las castañas son, sin duda, el fruto seco más típico del otoño. Crudas, asadas o hervidas, las castañas se han convertido en las principales protagonistas de numerosas fiestas populares de otoño.

Las propiedades de las castañas, además, son muchas, lo que hace que sea un fruto seco muy nutritivo. Por ejemplo, son muy ricas en hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas.

Propiedades de las castañas

- La castaña es rica en almidón, se parece más al pan que al resto de los frutos secos y aporta a los músculos energía de larga duración (100 gramos de castañas proporcionan unas 165 calorías).

- Las castañas tienen la ventaja de contener pocas grasas, por lo que son fácilmente digeribles. Asimismo, tienen un contenido interesante de micronutrientes: hierro, calcio, fósforo y potasio constituyen una combinación perfecta, que hacen de este fruto seco un verdadero “antídoto” contra la fatiga típica de esta estación.

- No debe infravalorarse la presencia de vitaminas del grupo B, sobre todo, vitamina B2 y B3 (PP), valiosos factores protectores, válidos también como tónicos del sistema nervioso.

- Se puede introducir en la dieta del niño a partir del año, en forma de harina, para introducir en las papillas como sustituto de los cereales.

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- Para dar al niño la castaña en trocitos, es mejor esperar hasta después de los tres años, porque requieren una buena capacidad de masticación.

Rica receta con castañas

Los ingredientes necesarios para hacer esta riquísima receta a base de castañas son los siguientes:

- 300 gramos de harina de castañas
- 30 gramos de almendras fileteadas
- 3 cucharadas de miel
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Una pizca de sal
- 1/2 litro de agua

¿Cómo se prepara?

En un bowl, mezclar la harina de castañas con medio litro de agua fría. Mezclar hasta obtener una pasta fluida. Añadir una pizca de sal. Untar una bandeja ancha y de altura media con aceite de oliva. Verter la pasta en la bandeja y hornear a 180 ºC durante 15 minutos. Tostar las almendras en una sartén. Servir el pastel de castañas untado con la miel y espolvoreado con las almendras tostadas. Templar la miel a Baño María para fluidificarla, de manera que resulte más fácil de untar.