¿A qué edad el niño empieza a hablar?

Muchas veces, en esos “ma-ma-ma” y “pa-pa-pa” de sus pequeños, los padres leen (o mejor dicho, escuchan) palabras que, en realidad, el pequeño aún no es capaz de pronunciar. Entonces, ¿a qué edad empieza el niño a hablar? El desarrollo lingüístico empieza entre los seis y los siete meses, con lo que conocemos como lalación, y aquí te lo explicamos. 

Lalación

La primera etapa del lenguaje del niño empieza con la producción repetida de sílabas (mamama, lalala, papapa). Son sonidos muy sencillos, pero muy significativos. El niño suele disfrutar repitiéndolos en voz alta y así toma conciencia de sí mismo y de sus capacidades.

Estos sonidos, aunque a menudo pueden parecerse a palabras (es fácil escuchar “mamá”, “papá”, “tata”), aún no tienen un significado real. Son más bien una forma de llamar la atención o de comunicar un estado de ánimo: alegría, felicidad, enojo o cansancio.

Entre los 9 y los 12 meses

Las primeras palabras con significado completo el niño las pronuncia alrededor del año de edad. Es en este momento cuando la mamá y el papá finalmente se emocionarán al escuchar sus “nombres” por primera vez.

Además de “mamá” y “papá”, el pequeño también podría pronunciar los nombres de cosas, personas o situaciones muy frecuentes, como abuela, papá o popó. Los pequeños más conversadores podrían, incluso, empezar a formular frases que no tengan sentido. En realidad, son discursos sonoros que, en entonación y énfasis, se parecen a los de los padres, pero que no están formados por palabras.

Después del año

Conforme van pasando los días, el niño adquiere un mayor número de palabras (unas 200 a los dos años) y aprende a escuchar y repetir lo que escucha.

Entre los 12 y los 18 meses, aún no es capaz de pronunciar discursos, pero sí podría empezar a construir frases elementales, en las que expresa que algo es suyo o que no está de acuerdo con algo. Por ejemplo, podría decir: “es mío”, “no, no lo quiero”, etc.

También es importante recordar que las etapas de desarrollo no son patrones universales, sino indicativos, y que cada niño es único y tiene su propio ritmo. Hay niños más precoces y niños que necesitan más tiempo, sin que ello signifique que tienen problemas lingüísticos ni cognitivos.

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¿Cómo ayudar al niño a hablar?

El aprendizaje de los niños se llama aprendizaje pasivo porque ellos aprenden por imitación.

• Por eso, es muy importante hablar con ellos y entre los padres, de forma clara y sencilla.
• Por tanto, hay que evitar el clásico lenguaje infantil que algunos papás y mamás suelen utilizar para comunicarse con sus hijos. Por ejemplo, el coche no es “brum brum”, aunque el pequeño cuando vea un coche repita el ruido que éste hace. Del mismo modo, un perro no es un “guau guau”. Por lo tanto, los padres siempre deben responder a estos sonidos con palabras.
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• Otra forma de ayudar al niño a hablar es leer, contar cuentos, hojear libros y jugar juntos.
• Si notas que el pequeño se muestra un poquito perezoso, porque ha comprendido que sin necesidad de hablar puede hacerse entender perfectamente, haz como que no le entiendes y estimúlale verbalmente y de forma amable a que lo haga. Puedes preguntarle: “¿Qué quieres? ¿Quieres agua?” o “Perdóname, no te entiendo. ¿Cómo se llama esa cosa?”.

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Nos encantaría que nos contaras cuáles fueron las primeras palabras que pronunció tu bebé. ¡Déjanos tu comentario!