Te puede interesar…
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1a-morena-1-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1b-morena-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1c-morena-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1d-morena-4-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1e-morena-5-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1f-morena-oscura-1-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1g-morena-oscura-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1h-morena-oscura-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1i-morena-oscura-4-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/2a-morena-oscuro-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/2b-negro-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3a-rubia-1-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3b-rubia-2-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3c-rubia-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3d-rubia-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3e-rubia-4-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/3f-rubia-5-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/4a-pelorroja-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/4b-pelorroja-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/4c-pelorroja-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/5a-afro-1-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/5b-afro-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/5c-afro-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/5d-afro-4-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/5e-chico-afro.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/6a-china-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/6b-china-3-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/6c-china-1-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7a-chico-moreno-barba.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7b-chico-moreno-gafas.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7c-chico-moreno-rizos.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7d-chico-moreno-oscuro.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7e-chico-barba-gorra.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7f-chico-rubio-barba.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7g-chico-rubio.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7h-chico-pelirrojo.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/7i-chico-chino.jpg)
![avatar](/media/kunena/avatars/resized/size100/gallery/morena-2-gris.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/6c-china-1-gris.jpg)
![avatar](/media/kunena/avatars/resized/size100/blue_eagle/nophoto.jpg)
![avatar](/media/mod_comments/avatars/1c-morena-3-gris.jpg)
![avatar](/templates/mibebeyyo/images/default_user.jpg)
La hiperpaternidad es un término que especialistas como Eva Millet, autora de un libro llamado Hiperpaternidad: del modelo mueble al modelo altar, definen como un fenómeno de crianza y educación que se caracteriza por una atención desorbitada a los hijos.
Los padres consideran que, para ejercer bien como tales, tienen que adelantarse a los problemas del niño y estar pendientes de ellos en todo momento. Esto acaba siendo contraproducente, puesto que, de esta forma, impiden que los hijos se enfrenten a sus propios miedos.
(Te interesa: Miedos: cómo ayudar a tu hijo a superarlos)
En su libro, Eva Millet afirma que “la hiperpaternidad ve a los hijos como seres intocables, a los que hay que defender a toda costa y solucionarles todos sus problemas.
Este nuevo modelo de crianza se está llevando por delante la autonomía de los niños y su capacidad de frustración, además de generar niños y niñas con más miedos que nunca”.
Este fenómeno, el de la hiperpaternidad, que surgió en Estados Unidos y que se ha extendido rápidamente por Europa y el resto del mundo, tiene dos aspectos a destacar:
La hiperpaternidad, por desgracia, impide aspectos fundamentales para el desarrollo infantil, como son la capacidad de esfuerzo o el tiempo para jugar.
Esto es especialmente inconveniente, ya que el juego es una de las actividades fundamentales para el aprendizaje y, sobre todo, la felicidad del niño.
Pero esto no es todo, un niño educado bajo el seno de padres helicópteros y/o aplanadora recibe tanta sobreprotección que acaba sin saber cómo enfrentarse a la vida, o cómo aprender a enfrentarse a ella.
De esta forma, la atención desorbitada está dando lugar a una generación de niños llenos de miedos y preocupaciones.
(Te interesa: Cómo detectar la baja autoestima en los niños)
La hiperpaternidad, además, hace que los niños adquieran actitudes engreídas y tengan una inflada noción de sí mismos, tal y como afirma Millet.
Durante toda su vida, sus padres les han dicho que son muy especiales y que pueden llegar a cualquier lugar que se propongan. Sin embargo, y aunque suene contradictorio, son incapaces de resolver problemas por sí mismos.
Cristina Gutiérrez Lestón, una reputada educadora y codirectora de "La Granja", una fundación cuyo objetivo es mejorar la educación en España, afirma estar muy de acuerdo con Eva Millet, y añade que, en los 32 años que lleva trabajando en el sector educativo, nunca había visto a tantos niños con miedos generados por la hiperpaternidad.
Cuando los padres sobreprotegen a su hijo, es su propio miedo el que los está “educando”, su miedo a que no sean felices o no tengan amigos, lo cual acaba resultando contraproducente y frustrante para ambos.
La vida está llena de dificultades (en el trabajo, en la escuela o en las relaciones amistosas y amorosas). Para Guitérrez Lestón, amar a un hijo no es evitarle constantemente las piedras del camino; el objetivo es que comprenda que, sea como sea, sus padres le querrán de forma incondicional.
(Te interesa: El poder de las palabras)
............
Te puede interesar…