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La Warner Bros Animation nos ha dado, a lo largo de las décadas, personajes tan fantásticos como el Coyote y el Correcaminos, protagonistas de una serie homónima de cortometrajes de animación creada en el año 1949, con un planteamiento muy sencillo: el Correcaminos, un pájaro muy veloz, es perseguido por Wile E. Coyote, quien, a pesar de sus ingeniosas trampas y tentativas, nunca consigue atraparlo. Sin duda, ¡esta serie es una opción ideal para que los niños se entretengan con un buen producto audiovisual!
La serie de Looney Tunes fue creada por el animador Chuck Jones para Warner Brothers y, en realidad, El Coyote y el Correcaminos nació como una parodia de Tom y Jerry, muy populares en la época y con un contenido que sigue la misma dinámica: el gato persigue al ratón, pero nunca consigue atraparlo.
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El Coyote y el Correcaminos está ambientada en el desierto del sudoeste de Estados Unidos y es realmente divertida, debido a una serie de factores que la convierten en un producto ameno, visual y muy divertido. Sobre todo para los más pequeños, quienes disfrutan un montón viendo cómo el Coyote utiliza todo su ingenio y artilugios de lo más sofisticados para atrapar al velocísimo Correcaminos.
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A continuación, te enumeramos algunos puntos que, sin duda, la convierten a esta serie en un producto único y exclusivo:
Aunque, en muchas ocasiones, el Coyote sea víctima de sus propias trampas, la serie no resulta en ningún momento violenta o aterradora. Las leyes y reglas de este tipo de dibujos animados están claras y, de esta forma, vemos cómo el Coyote puede caer por un precipicio o ser atropellado por un camión y seguir viviendo. Como en todas las series del género, este tipo de acontecimientos están expresados en clave de humor. No obstante, todo niño debe tener claro que está viendo una historia ficticia.
Pese a que sean dibujos sencillos y sin diálogos, hay ciertas complejidades que si no se entienden bien podrían resultar poco o nada graciosas para el niño. La Asociación Americana de Pediatría aconseja que los bebés que sean menores de dos años no vean la televisión, lo cual es comprensible teniendo en cuenta que a estas edades deben jugar y experimentar mediante el juego.
El Coyote y el Correcaminos, al pertenecer al grupo de personajes de Looney Tunes, es apta para todos los públicos. No obstante, para que el niño entienda bien la historia y la ficción y no se aburra, se recomienda que, por lo menos, vea los capítulos de la serie con cuatro años de edad. Eso sí, será importante que los padres controlen el tiempo, el cual no debería de exceder de 30-45 minutos al día.
La televisión, en general, puede ser una buena herramienta para potenciar y acrecentar el poder de la imaginación del pequeño, pero, llevada el extremo, podría resultar fatal para la salud intelectual, visual, emocional y física del niño.
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