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Cuna para el bebé: qué tener en cuenta a la hora de elegirla
La cuna es el elemento principal de la habitación del bebé, por lo que es importante elegirla con cuidado. Conozcamos las características más importantes que debe reunir, en relación a su confort y seguridad, y los diferentes tipos de cunas que puedes encontrar en el mercado.
A partir de los cuatro o seis meses, llega el momento de pasar al bebé del moisés o la minicuna a la cuna, un espacio más grande para su descanso, que el pequeño utilizará, en general, hasta que cumpla tres o cuatro años. A la hora de elegirla, habrá que tener en cuenta aspectos importantes relacionados con su seguridad, confort y practicidad. Conozcamos las principales características de las cunas para garantizar al bebé y al niño un correcto descanso.
Características de las cunas para bebés y niños
La normativa que regula las cunas para bebés y niños en España (y que nos puede servir de referencia para nuestro país) es la UNE-EN 716-1:2018+AC:2019 y UNE-EN 716-2:2018, "Mobiliario. Cunas y cunas plegables de uso doméstico para niños. Parte 1: Requisitos de seguridad y parte 2: Métodos de ensayo". Según esta normativa, a nivel de seguridad, las cunas para bebés y niños deben cumplir los siguientes requisitos:
- La cuna debe tener una altura interna mínima de 60 cm desde la posición más baja del colchón hasta el borde del barandal, calculados desde cualquier punto susceptible de ser utilizado por el bebé para ponerse de pie.
- En las cunas dotadas de barandal, la distancia entre los barrotes ha de estar comprendida entre los 4.5 cm y los 6.6 cm. Esta es la distancia de seguridad adecuada para que al pequeño le sea imposible quedarse atrapado entre los barrotes.
- Si la cuna dispone de barandales móviles, tipo "sube y baja" o abatible, debe disponer de un doble seguro de cierre para evitar que el pequeño pueda manipularlo. Asimismo, debe contar con un dispositivo de bloqueo que impida que el barandal se deslice por accidente.
- En algunos modelos, el somier o la base de la cuna se pueden regular a distintas alturas del suelo, lo que permite adaptar la cuna a la edad del bebé y facilitar a los padres la acción de cargar al bebé o acostarle, sobre todo en los primeros meses de vida. Según la normativa, la base debe situarse a una altura de entre 60 cm y 30 cm del suelo (altura más alta y baja, respectivamente).
- El somier debe ser sólido y rígido, es decir, indeformable, para favorecer un desarrollo sano de la estructura ósea y muscular del pequeño. Básicamente, existen dos tipos de somieres: de láminas de madera, que deja pasar el aire a través del colchón y garantiza un buen apoyo, ya que muy difícilmente se deforma; y de una sola tabla de madera, que debe ser lo suficientemente gruesa como para sostener sin problemas el peso del pequeño.
- Las ruedas permiten mover la cuna con facilidad y desplazarla por las diferentes estancias de la casa. Sin embargo, es necesario verificar que al menos dos de ellas lleven freno, para evitar que la cuna pueda moverse con la actividad del bebé. Los frenos deben estar accionados siempre, para fijar la cuna de forma segura en el lugar donde el bebé descansa, y solo deben quitarse cuando se quiera mover la cuna de sitio.
- Los materiales con los que la cuna está fabricada deben ser atóxicos, y sus cantos y salientes deben ser redondeados, para evitar que el pequeño se haga daño. Asimismo, no debe haber rebabas en las partes de metal o de plástico, ni astillas en las de madera, y los tornillos deben estar bien encajados o pulidos.
- El colchón debe ajustarse perfectamente al tamaño de la cuna: el espacio entre el colchón y los barrotes de la cuna no puede ser mayor de dos dedos para que el bebé no quede atrapado.
- Es importante que no haya almohadas, protectores para los barrotes ni peluches hasta que el niño no tenga dos años. Se trata de recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y de la Academia Americana de Pediatría, con las que se pretende prevenir el riesgo de asfixia en los más pequeños.
¿Qué tipo de cunas podemos encontrar?
En general, podemos encontrar tres modelos diferentes de cuna:
Cuna estándar de 60 x 120 cm
- Es la cuna tradicional, pensada para bebés desde el nacimiento hasta los dos o tres años de edad.
- Generalmente, las cunas de 60 x 120 cm disponen de varias alturas del somier, para que los papás puedan cargar más fácilmente al bebé, sin necesidad de forzar la espalda.
- Suelen contar con un lateral móvil, que permite bajarse para facilitar el acceso al bebé.
- Algunos modelos permiten extraer uno de los barandales para acoplar la cuna a la cama de los padres y hacer colecho con el bebé. En otros modelos, el barandal se puede extraer para facilitar que el pequeño pueda entrar y salir de la cuna por sí solo y con total seguridad.
- Debido a sus medidas, este modelo de cuna ocupa poco espacio, por lo que es la opción ideal si se quiere poner en la habitación de los padres, al lado de la cama de matrimonio. Y también en caso de disponer de una habitación pequeña para el bebé.
Cuna-cama de 70 x 140 cm
- Este modelo de cuna permite transformarse en una cama pequeña, por lo que su uso se amplía hasta que el niño tiene unos 4-6 años.
- Generalmente, este tipo de cuna suele utilizarse a partir de los seis meses, ya que el bebé se siente menos recogido debido a sus dimensiones, algo mayores que la cuna estándar de 60 x 120 cm.
- Muchos modelos también permiten regular el somier a dos alturas, para adaptarse al crecimiento del niño.
- Los laterales de esta cuna suelen ser fijos. No obstante, para facilitar la conversión de cuna a cama, sus barrotes son desmontables y, generalmente, se aprovecha el cabecero y el piecero de la cuna para la estructura de la camita.
- Con este modelo, pasar al niño de la cuna a la cama es un proceso mucho más fácil. Además, se transforma en una cama pequeña, de 70 x 140 cm, un tamaño más adecuado para niños de dos a seis años que no las camas estándar de 190 cm o incluso 200 cm.
Cunas convertibles
- Las cunas convertibles tienen la ventaja de que son un "todo en uno": al principio, se utilizan como cuna con el cambiador acoplado y, cuando el niño crece, se pueden transformar en una pequeña habitación, que incluye una cama de adulto (de 90 x 190/200 cm), una cajonera, estanterías e incluso un práctico escritorio.
- Este mueble acompaña el crecimiento del niño durante toda su infancia, desde los primeros meses de vida hasta el paso a una habitación juvenil. Solo es necesario realizar una única compra y te olvidas de cambiar la habitación de tu hijo durante años.
- Este tipo de cunas requieren una mayor inversión inicial, pero tienen una vida útil mucho más larga, por lo que al final pueden suponer un ahorro de dinero.
- Se trata de un mueble de grandes dimensiones, por lo que es importante tener en cuenta el espacio disponible en la habitación del niño. Además, es una cuna que se quedará fija en la habitación del bebé, por lo que, si deseas que tu hijo duerma a tu lado un largo período de tiempo, deberás contemplar la compra de una cuna más pequeña para tenerla en tu habitación.
Entonces, ¿por cuál decantarse? Se trata de una decisión muy personal, que dependerá del uso que quieras darle, del tiempo que quieras utilizarla, del espacio que tengas disponible y de tu presupuesto. Antes de elegir un modelo u otro, ten en cuenta todos estos condicionantes y elige aquella cuna que mejor se adapte a tus gustos y necesidades familiares.
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¿Qué tipo de cuna has elegido para el sueño de tu bebé? ¿Qué tuviste en cuenta a la hora de decidirte por un modelo u otro? ¡Déjanos tu comentario!