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Cuna evolutiva y cuna de viaje: cómo deben ser
Las cunas evolutivas y convertibles y las cunas de viaje son alternativas para el descanso del bebé que se adaptan a las necesidades específicas de la familia. ¿Qué requisitos deben cumplir? ¡Te lo contamos!
Las cunas evolutivas o convertibles, así como las cunas de viaje, son un tipo de cunas para el bebé que responden a necesidades específicas de los papás. ¿Qué características deben reunir cada una de ellas?
Cunas evolutivas o convertibles
En el mercado, existe un modelo de cuna para bebés que está pensado para adaptarse al crecimiento del niño y poder ser utilizado durante más tiempo. Se trata de las cunas evolutivas y convertibles. ¿En qué se caracterizan?
- La cuna evolutiva o multifuncional es aquella que, con unos simples cambios, y sin variar su estructura, permite transformarse en cama, sofá, parque infantil, escritorio, etc. Para ello, no es necesario desmontarla; tan solo se debe cambiar alguna pieza de sitio para que el mueble cumpla una función distinta. Por ejemplo, reclinando uno de los barandales y plegándola debajo del somier, la cuna se transforma fácilmente en un cómodo sofá. Algunos modelos sí requieren incorporar accesorios opcionales.
- La cuna convertible es una cuna de dimensiones mayores, compuesta, a su vez, de varios muebles, que, al desmontarla, se convierte en una completa habitación infantil, con su cama, su escritorio, su mesita de noche o su estantería, por ejemplo.
Cunas de viaje: ¿qué tipos existen?
Cuando una familia con un niño pequeño se dispone a salir de viaje para pasar fuera un fin de semana o las vacaciones, se plantea el problema de dónde poner al bebé a dormir al llegar al lugar de destino. Las cunas de viaje nos ofrecen una solución muy práctica, segura y cómoda. Pero ¿qué tipos de cuna de viaje existen? En general, podemos encontrar tres tipos de cunas de viaje:
Cunas de viaje tipo nido
- Se pueden colocar en la misma cama de los padres, lo que permite hacer colecho de una forma más segura. Están indicadas para los primeros meses del bebé y suelen ser ligeras, muy fáciles de transportar, y no necesitan montaje.
- Las cunas nido para el bebé proporcionan un entorno seguro y acogedor, pues el bebé se siente arropado y protegido como en el útero materno. Además, suelen tener un diseño evolutivo: la parte inferior puede regularse o incluso abrirse por completo para alargar su utilidad y adaptarse al crecimiento del niño.
- Las cunas tipo nido están constituidas por una estructura tipo rulo, que rodea al bebé, y una superficie acolchada de espuma sobre la que el bebé descansa. Suelen estar confeccionados en tejidos de algodón, fácilmente desenfundables y lavables a máquina.
Cunas de viaje plegables
- Son las tradicionales cunas de viaje, que están ideadas para un uso más prolongado que las cunas tipo nido gracias a sus medidas, que suelen ser para colchón de 60 x 120 cm.
- Estas cunas de viaje están pensadas para poder abrirse y cerrarse con facilidad. Suelen ser bastante ligeras y vienen con una bolsa para poder transportarlas con comodidad. Además, algunos modelos están provistos de dos ruedecitas con freno, que permiten desplazar la cuna fácilmente por las diferentes estancias de la casa y trasladarla con comodidad una vez que está plegada (tipo trolley).
- Las cunas de viaje ocupan muy poco espacio cuando están plegadas, por lo que se pueden guardar fácilmente en casa y colocarse sin ningún tipo de problemas en el portaequipajes del coche.
¿Cómo se montan las cunas de viaje plegables? En la mayoría de los modelos, se deben seguir los siguientes pasos:
- Se quita la bolsa de transporte y la base acolchada que envuelve la estructura de la cuna cuando está plegada.
- A continuación, se abre la cuna, generalmente, subiendo primero los laterales cortos y, después, los largos, y empujando hacia abajo la parte central de la cuna, hasta que queda fija en su posición definitiva.
- Por último, la basa acolchada se coloca dentro, fijándola bien a través de sus diferentes velcros.
Para plegar la cuna, se realiza el mismo proceso, pero a la inversa: se retira la base acolchada, se levanta la parte central de la cuna, se ejerce una presión en el centro de las barandillas laterales, primero, las largas, y luego, las cortas, se extrae el colchón, se acercan unos a otros sus apoyos angulares y se coloca la base acolchada alrededor de la estructura para guardarla de nuevo en su bolsa.
Cunas de viaje desmontables
- Este tipo de cuna de viaje tiene la ventaja de que, al poder desmontarse en diferentes piezas, en general, ocupa muy poco espacio, incluso menos que las cunas de viaje plegables, por lo que puede guardarse fácilmente o trasladarse sin problemas de espacio a cualquier lugar. Además, muchos modelos incluyen bolsa de transporte para poder llevarlas de una manera más cómoda.
- Sin embargo, suelen ser algo más pesadas que las cunas de viaje plegables y se requiere tiempo para su montaje y desmontaje cada vez que se utilizan. Por este motivo, más que como cuna de viaje, se aconseja utilizarlas como segunda cuna fija, en casa de los abuelos o en la segunda residencia, por ejemplo.
¿Cómo están hechas las cunas de viaje?
- Las cunitas de viaje se construyen de manera que el niño no pueda arrancar partes de su revestimiento. Tanto los materiales de sus componentes textiles, en el caso de estar teñidos, como la pintura de sus partes metálicas son atóxicos e ignífugos, para mayor seguridad.
- Las paredes están hechas de una fina malla de seguridad o bien de tejido. Los laterales de malla permiten una adecuada ventilación del interior de la cuna y una mayor visibilidad: la mamá y el papá pueden controlar al bebé en todo momento y también el bebé puede ver a sus papás, lo que hace que se sienta más tranquilo y confiado.
- El fondo de la mayoría de las cunas de viaje lo componen cuatro o cinco tiras de MDF (una fibra compuesta de virutas prensadas y encoladas, que garantiza, al mismo tiempo, resistencia a los choques y flexibilidad) pegadas al colchón, que, por lo tanto, se puede doblar fácilmente. La estructura está formada por tubos de metal barnizado y el forro es de espuma.
- La mayoría de las cunas de viaje incluyen seis patas, que le otorgan una gran estabilidad. Algunos modelos están provistos de dos ruedas, que permiten desplazar la cuna de un lado a otro con más facilidad. Hay otras que se pueden mecer.
- Muchos cunas de viaje incorporan dos niveles de altura para la base del colchón: un nivel alto para los primeros meses, que permite a los papás poder acceder más fácilmente al bebé; y otro bajo que debe utilizarse cuando el bebé ya es capaz de darse la vuelta solo (unos 4-5 meses).
- Hay modelos que ofrecen la posibilidad de quitar los tejidos de algodón que cubren la estructura y el colchón para poder lavarlos a máquina. Otros, en cambio, tienen un revestimiento de poliéster o nailon que no se puede desenfundar, pero sí limpiar con facilidad.
- Algunas cunas se pueden completar con cambiadores, barras de juegos y mosquiteros a medida. Asimismo, algunos modelos incluyen puerta lateral (tipo gatera) con cierre de cremallera, para que el pequeño pueda entrar y salir por sí solo, y bolsillo lateral, ideal para guardar todo tipo de cosas, desde su pijama, hasta pañales, una mantita o la bolsa de transporte de la cuna.
Controles necesarios para comprar una cuna de viaje
- En el momento de comprar una cuna de viaje, es preciso asegurarse de que viene acompañada por las instrucciones para su empleo y por un certificado en el que se especifica que cumple con las normas vigentes en Europa (normativa UNE-EN 716-1: 2008+A1: 2013, referente a Cunas plegables de uso doméstico para niños).
- Una vez montada, hay que ejercer una fuerte presión sobre uno de sus lados, para comprobar que se mantiene firme, y presionar con la mano abierta sobre el fondo, para cerciorarse de que es flexible y no se deforma.
- La profundidad prescrita es de 60-65 centímetros, desde cualquier punto susceptible de ser utilizado por el niño para ponerse de pie, ya que, si los barandales fueran más altos, comprometerían su estabilidad y dificultarían su preparación.
- Por último, se debe comprobar que las esquinas de la cuna estén forradas y que no tengan hendiduras donde el niño pueda introducir los dedos.