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Lo dejan todo para irse a dar la vuelta al mundo con sus hijos
La razón por la que estos padres han decidido viajar con sus hijos disfrutando de cada momento nos llegó al corazón. Es una de estas historias que te obligan a reflexionar sobre lo que verdaderamente importa en la vida.
Edith Lemay y Sebastien Pelletier tienen cuatro hijos y residen en Quebec (Canadá). Hasta aquí todo parece muy normal, pero su vida dio un giro de 360 grados cuando un día les dijeron que tres de sus hijos padecían una enfermedad genética: retinitis pigmentaria. Se trata de una enfermedad poco frecuente y que provoca la pérdida total o la disminución aguda de la visión con el paso de los años.
Lo que dejó helados a estos padres no fue saber de la enfermedad en sí, sino que les dijeran que actualmente no tiene un tratamiento. Ello provocó un auténtico tsunami en su mundo y empezaron a reflexionar sobre el sentido de la vida y lo que verdaderamente importa.
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Dejarlo todo para vivir el momento
Una de las ideas que los médicos les dieron a estos padres fue proporcionar múltiples recuerdos visuales y reales a sus hijos: una niña y tres niños, de 12, 9, 7 y 5 años. Así fue cómo les surgió la idea: ¡dejarlo todo y emprender un viaje por el mundo entero! ¿Qué mejor manera de conocer de primera mano toda la diversidad cultural, natural y animal que rodea al planeta?
"No les enseñaremos un elefante en un libro, sino que los llevaremos a ver a un elefante de verdad, llenaremos su memoria visual con las mejores imágenes y las más bonitas que podamos", dijeron los padres. ¡Qué bonito!
El COVID-19 lo detuvo todo
Cuando Edith y Sebastien ya lo tenían todo preparado para embarcarse en su aventura con sus hijos, sus planes se vieron truncados por la pandemia mundial del COVID-19. Debían salir de viaje en julio de 2020 y la pandemia los obligó a pararlo todo.
Finalmente, en marzo de 2022 pudieron empezar con su aventura. Y si te preguntas si lo tenían todo planeado, la respuesta es que no, lo fueron haciendo sobre la marcha. "En realidad, nos fuimos sin itinerario. Teníamos ideas de dónde queríamos ir, pero hemos ido planificando a medida que hemos ido viajando, un mes por adelantado por mucho", aseguraron.
Los hermanos Pelletier de una Van, en Mongolia (Facebook/Le monde plein leurs yeux).
Lo que sí hicieron antes de comenzar a viajar fue una lista con las experiencias que sus hijos soñaban vivir. "Uno quería ir a caballo, el otro tomar jugo sobre un camello... fue muy específico y divertido planificarlo", explicaron los padres. Y así, sin ataduras y con la ilusión de empezar un viaje sin fecha de caducidad, empezaron viajando por África (Namibia, Zambia y Tanzania) para después volar hacia Turquía, Mongolia e Indonesia.
Además de buscar ver cosas increíbles mientras la visión de los niños era todavía buena, los padres también buscaron que el viaje les permitiera desarrollar habilidades físicas y psicológicas para afrontar las dificultades que les presentaría la vida y la probable ceguera.
Un viaje explicado en redes sociales
La familia ha ido relatando su viaje a través de las redes sociales y ha ido publicando actualizaciones periódicas en sus cuentas de Facebook e Instagram bajo el nombre de 'Le monde plein leurs yeux' (El mundo en sus ojos).
Tienen previsto volver a casa en marzo del 2023 y valoran la experiencia más que positivamente: "Este viaje nos ha abierto los ojos a otras muchas cosas, como disfrutar de lo que tenemos y la gente que nos rodea, pero también nos ha enseñado a vivir el momento". También explican que la experiencia ha fortalecido mucho el vínculo entre los hermanos.
Los hermanos Pelletier contemplando el desierto (Facebook( Le monde plein leurs yeux).
Hoy en día la retinits pigmentaria no tiene tratamiento, pero los padres de estos cuatro niños no pierden la esperanza en que la ciencia encuentre una solución para ellos. De momento, esta familia vive el día a día con intensidad y energía.
Sebastien y Edith explican en redes sociales que una experiencia como esta aporta a sus hijos una gran capacidad de adaptación y resistencia. "Viajar es algo de lo que puedes aprender. Es agradable y divertido, pero también puede ser muy difícil. Puedes sentirte incómodo. Puedes estar cansado. Hay frustración. Así que hay muchas cosas que puedes aprender del mismo viaje", afirmaron.
¡La historia de esta familia nos llega al corazón! Y no es para menos... Un diagnóstico como el suyo, con la enfermedad genética que en principio dejará ciegos a tres de los hermanos, es algo que da un vuelco a la vida. Son historias así las que invitan a reflexionar sobre lo que verdaderamente importa en la vida. Quizás deberíamos aprender a vivir más intensamente cada momento y disfrutar mejor del tiempo que tenemos y hacer aquello que dice la canción "don't worry, be happy". Y ojalá encuentren un tratamiento para esta enfermedad.
Fuente de las fotografías: Facebook/Le monde plein leurs yeux.
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¿Te has planteado alguna vez dejarlo todo para viajar con tus hijos? ¿No te parece que la de esta familia es una historia que nos da una lección de vida? ¡Déjanos tu comentario!