Música clásica para niños: 10 canciones para que aprendan a disfrutarla

Crecer rodeados de música es algo muy interesante y beneficioso para los niños. De hecho, se sabe que ya durante el embarazo es beneficioso para el bebé escuchar música desde dentro de la pancita de la mamá. También es bien sabido que los niños que aprenden a tocar un instrumento musical adquieren muchas ventajas a nivel emocional e intelectual.

Y dentro de las tantas tipologías musicales que existen, la música clásica es especialmente beneficiosa para los niños. Acostumbrarlos a rodearse de música clásica desde que son pequeños permite fomentar un desarrollo más rápido y saludable. Y es que los beneficios de la música clásica para los niños se observan en todo los ámbitos del aprendizaje vital.

¿La música clásica para niños beneficia el aprendizaje infantil?

Pues sí, ya que un gesto tan sencillo como escuchar música clásica de forma habitual proporciona al niño muchas ventajas en el aprendizaje y en el desarrollo educativo.

• Sin ir más lejos, está estudiado que los niños pequeños adquieren algunas habilidades mucho antes si se crían en un entorno de música clásica.
• Toma nota de que la música clásica estimula las funciones del cerebro implicadas en el aprendizaje y por eso aumenta la memoria, la atención y la capacidad de concentración y comprensión.
• También favorece la capacidad resolutiva numérica y promueve el razonamiento lógico.
• El lenguaje, con un aumento del vocabulario y una mayor facilidad de expresión lingüística es otro de los beneficios de la música clásica para los niños.

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Y a nivel emocional, ¿la música clásica para niños es terapéutica?

La música clásica ayuda a los niños a utilizar mejor sus habilidades cognitivas y emocionales.

• Uno de los grandes beneficios observados por expertos en este campo a nivel emocional es que los niños que escuchan música clásica pueden aprender antes a percibir los diferentes matices en los estados de ánimo.
• Ello favorece, claro está, la empatía hacia los demás, algo muy importante para el desarrollo infantil.
• Debes saber, además, que un niño que está acostumbrado a escuchar música clásica tiene más posibilidades de desarrollar su creatividad, ya que la música fomenta la imaginación y la sensibilidad.
• Todos estos beneficios se completan con la increíble función que tiene la música a la hora de hacer la función de bálsamo para los nervios, siendo capaz de contener un berrinche o relajar al niño para que consiga dormir en caso de problemas de insomnio.

¿Cómo acercar la música clásica a los niños? 

Ahora bien, ¿cómo conseguir que los niños sientan interés por la música clásica? Resulta básico, en este sentido, y según apuntan profesores especializados en el ámbito musical, el tiempo de concentración y el tipo de escucha:

• El tiempo de escucha o de concentración que un niño de una determinada edad puede mantener es de unos pocos minutos. Por ello, no es conveniente hacer que el niño escuche largas y densas obras de la música clásica. Es mejor seleccionar fragmentos y que el tiempo de escucha no sea muy largo. 
• El tipo de escucha que se hace de la obra musical resulta determinante para evitar que el niño se aburra. Es decir, no es lo mismo escuchar una obra sentado en una silla que escuchar una obra a la vez que se vivencia.
  La mejor manera de aproximar una obra de la música clásica a un niño es a través de la vivencia de la misma. Es decir, el niño debe asociar esa obra musical con una pequeña vivencia personal. De esta manera será mucho más fácil que encuentre atractiva esa obra musical y que le apetezca volver a escucharla.

¿Cómo vivenciar la música clásica para que agrade a los niños?

Veamos con más detalle en qué consiste eso de vivenciar la música clásica para conseguir que el niño se sumerja en la obra clásica musical. Toma nota:

• Se puede hacer a través de un cuento narrado relacionado con la historia de la obra musical.
• Si es una música descriptiva, como por ejemplo 'Las 4 estaciones' de Vivaldi, se puede explicar lo que la música quiere expresar con dibujos.
• Se puede disfrutar de la pieza musical acompañando el ritmo con una pequeña danza.
• Se puede teatralizar la obra con personajes que aparecen en ella.
• Si es una ópera o ballet con un argumento, como en el caso de 'Pedro y el lobo' de Prokofiev, se puede ver la escena, además de escuchar la música.

Así pues, toma nota de que no es que existan unas obras clásicas adecuadas para los niños y otra que no, sino que lo importante es cómo se trata, aborda y presenta la obra musical. Todas las obras musicales pueden ser susceptibles de ser obras atractivas y adecuadas para los niños.

10 canciones de música clásica para que los niños aprenden a amarla

1. 'Claro de luna' de Debussy

Se trata de una 'suite' de piano de las más famosas de Claude Debussy. Fue compuesta alrededor de 1890, cuando el autor tenía 28 años, pero fue revisado justo antes de su publicación en 1905. El autor cambió el nombre de las dos últimas piezas. 'Passepied' fue primero nombrada 'Pavane' y 'Clair de Lune' se titulaba originalmente 'Promenade sentimentale'.

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La 'Serenata número 13' para cuerdas en sol mayor, más conocida como 'Pequeña serenata nocturna', es una de las composiciones más populares de Wolfgang Amadeus Mozart y está fechada en Viena el 10 de agosto de 1787, coincidiendo con la composición de la ópera 'Don Giovanni'. Lo que no se sabe es para quién la compuso Mozart. 

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3. 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi

4. 'La flauta mágica' de Mozart

'La flauta mágica' fue la última ópera escenificada en vida del Mozart y se estrenó en el Freihaus-Theater auf der Wieden de Viena, el 30 de septiembre de 1791 bajo la dirección del propio Mozart, apenas dos meses antes de su muerte.

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5. 'El cascanueces' de Chaikovski

'El cascanueces' es un cuento de hadas-ballet estructurado en dos actos. La música fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovski entre 1891 y 1892. La primera representación tuvo lugar el 18 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Unos cincuenta años más tarde Disney utilizó parte de la música de 'El cascanueces' en su película 'Fantasía', por lo que se hizo conocida casi en todo el mundo.

6. 'Carmen' de Bizet

'Carmen' es una ópera dramática en cuatro actos con música de Georges Bizet, basado en la novela 'Carmen' de Prosper Mérimée, publicada por vez primera en 1845. La ópera se estrenó en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875, pero su estreno fue criticado negativamente por la mayoría entendidos. 

Bizet murió de un ataque al corazón, a los 36 años de edad, el 3 de junio de 1875, sin llegar a saber lo popular que llegaría a ser su obra. La historia está ambientada en Sevilla alrededor de 1820 y la protagoniza es una bella gitana.

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7. 'Pedro y el lobo' de Serguéi Prokófiev

'Pedro y el Lobo' es una composición sinfónica de Serguéi Prokófiev de 1936. Es una historia para niños, con música y texto adaptado por él, con un narrador acompañado por la orquesta.

En 1935, Natalya Sats y el teatro central infantil de Moscú encargaron al compositor una esta sinfonía musical para niños, con la intención de cultivar el gusto musical en los niños desde los primeros años de escuela. 

8. 'El aprendiz de brujo' de Dukas

'El aprendiz de brujo' es un poema sinfónico, de 1897, del compositor francés Paul Dukas, que representa la historia de un aprendiz que, sin permiso, hechiza una escoba para que le ayude a cargar agua.

Esta pieza ganó popularidad gracias a la película de Disney 'Fantasía', en la que el simpático Mickey Mouse representaba a ese irresponsable aprendiz.

9. 'El carnaval de los animales' de Camille Saint-Saëns

'El carnaval de los animales' es una suite musical en 14 movimientos compuesta por el compositor romántico francés Camille Saint-Saëns, que se inspiró durante unas vacaciones en un pequeño pueblo austriaco en febrero de 1886.

El compositor planteó esta obra como broma para un día de carnaval, así que aparecen leones, gallinas, tortugas, canguros, burros y varios animales más.

10. 'Carmina Burana' de Carl Orff

'Carmina Burana' es una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII, reunidos en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern (Alemania) en el siglo XIX. Carmina Burana significa, en latín, 'Canciones de Beuern'. Carmen es poema, canto o cántico y Burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: de Bura (el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern).