Labio leporino y paladar hendido
El labio leporino y el paladar hendido son malformaciones congénitas del labio superior y del paladar que pueden afectar a algunos niños. Te explicamos sus causas y sus soluciones.
Qué es el labio leporino: causas
El labio hendido (queilosquisis) y el paladar hendido (palatosquisis) son hendiduras o separaciones del labio superior y el paladar, respectivamente, debido a una malformación congénita. La hendidura del paladar y la del labio se pueden presentar de forma separada, o bien simultáneamente, en función del grado de malformación.
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El labio hendido también se conoce más popularmente como labio leporino. Puede tratarse simplemente de una pequeña muesca en el labio o bien de una hendidura completa, desde el labio hasta la nariz. Frecuentemente, se presenta acompañado de paladar hendido o de fisura palatina. El paladar hendido puede estar solo en el paladar o también en el labio (hendidura doble), y puede recorrer la longitud completa de este.
Aunque se desconocen las causas concretas de las hendiduras orofaciales, se cree que esta malformación se debe a una combinación de factores genéticos, ajenos a la voluntariedad de los papás, con factores ambientales externos.
Hay que incidir en estos últimos, puesto que los futuros papás y, especialmente, la futura mamá, puede evitar algunos de las situaciones que favorecen, de manera estadística, la manifestación de este problema. Se trata de factores de riesgo como:
- Fumar. Las mujeres consumidoras de tabaco durante el embarazo tienen mayor probabilidad de tener un bebé con labio leporino o paladar hendido que las mujeres que no fuman.
- Ser diabética. Las mujeres que sufren diabetes previa al embarazo, es decir, no diabetes gestacional, tienen un riesgo mayor de tener un hijo con el labio hendido, con o sin paladar hendido.
- Consumir determinados medicamentos. Las embarazadas que han tomado medicamentos específicos para el tratamiento de la epilepsia, como topiramato o ácido valproico, durante el primer trimestre del embarazo tienen un mayor riesgo de tener un bebé con labio hendido.
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Tipos de labio leporino y paladar hendido
La hendidura del labio y el paladar superior se producen cuando el tejido que los forma no se cierra en el proceso de formación del feto. Esto causa una abertura en el labio superior. En la mayoría de los casos, los niños que nacen con este tipo de malformación presentan las siguientes variantes:
- Hendidura simple lateral en el labio superior.
- Hendidura simple central en el labio superior.
- Hendidura doble en el labio superior, parcial o completa (abertura hasta la nariz).
- Hendidura en el paladar, parcial o total.
Un bebé puede presentar hendiduras en el labio superior o en el paladar por separado, o bien presentar ambas malformaciones al mismo tiempo.
Síntomas de la fisura palatina y el labio hendido
Los niños que presentan fisura palatina o labio leporino son diagnosticados al nacer. Una simple exploración física es suficiente para detectar la malformación, puesto que se aprecia a simple vista.
No obstante, ante la presencia de estas malformaciones, los médicos efectúan exámenes más exhaustivos, con el fin de descartar otras posibles afectaciones.
Los niños con esta condición pueden sufrir:
- Infecciones crónicas en los oídos.
- Pérdida de audición.
- Problemas dentales (requieren tratamientos odontológicos después de la cirugía).
- Dificultades con la alimentación.
- Dificultades para tragar.
- Salida del alimento por la nariz.
- Voz nasal.
-
Retraso del habla y del lenguaje.
Tratamiento del labio leporino
Más allá de la intervención quirúrgica, no existen tratamientos para mejorar o eliminar el labio leporino o el paladar hendido. Más bien, las medidas que se pueden tomar en bebés y niños afectados por estas malformaciones congénitas están encaminados a paliar las complicaciones y el malestar derivados.
En definitiva, las principales medidas a tomar están destinadas a mejorar la capacidad del pequeño para comer, hablar y oír con normalidad. Además, dentro de lo posible, se intenta mejorar su aspecto facial, que comporta consecuencias desde el punto de vista psicológico, obviamente.
Los especialistas a los que acuden los bebés y niños con fisura palatina y labio hendido son, entre otros:
- Pediatras.
- Otorrinolaringólogos, especialistas en nariz, oído y garganta.
- Cirujanos especializados en palatosquisis y queilosquisis.
- Cirujanos de la cavidad oral.
- Odontólogos pediátricos.
- Ortodoncistas.
- Audiólogos.
- Logopedas.
- Psicólogos.
- Asistentes sociales.
¿En qué casos es necesaria la cirugía?
Casi siempre, el labio tiende a repararse cuando el niño aún es pequeño, con el fin de que no se produzcan futuros problemas en el lenguaje del niño. La reparación consiste en una cirugía, que se realiza con anestesia general, que consiste en arreglar los tejidos y coser el labio. En algunos casos, es necesario realizar más de una intervención quirúrgica.
La intervención de cirugía para corregir el labio leporino y la hendidura del paladar se debería efectuar antes de los 12 meses del niño.
Generalmente, si se necesita realizar más de una intervención quirúrgica, como sucede en un gran número de los casos, se procede en el siguiente orden:
- Cirugía del labio leporino: en los primeros 12 meses del niño.
- Cirugía para reparar la hendidura del paladar: a los 18 meses o antes.
- Intervenciones de seguimiento: entre los dos años y los últimos años de la adolescencia.
Para cerrar la separación del labio, el cirujano realiza incisiones a ambos lados de la hendidura y crea fragmentos de tejido. A continuación, sutura los tejidos, uniéndolos para crear la forma normal del labio. Esta cirugía también tiene el objetivo de recuperar la funcionalidad nomal del labio. En caso de que la nariz también esté afectada, también se procede con la cirugía reparadora.
En el caso de la hendidura del paladar, existen varias formas de eliminar la fisura y reconstruir el paladar blando y duro. El cirujano efectúa cortes a los dos lados de la hendidura y reconstruye el paladar, para hacerlo funcional.
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