Introducción del niño en la mesa con los adultos, ¿cuándo hay que hacerlo?

A partir de los 6 meses, los bebés comienzan la alimentación complementaria, que puede llevarse a cabo por medio de papillas y alimentos triturados, a través del Baby-Led Weaning o por una combinación de ambos métodos.

Hasta los 12 meses, el pequeño obtendrá los nutrientes que necesita por medio de la alimentación complementaria y la lactancia materna o, de ser el caso, de una fórmula infantil fortificada con vitaminas y minerales acorde a su edad.

Si bien hay especialistas que consideran que al año el bebé está listo para integrarse a la dieta familiar, hay otros que señalan que los 24 meses es una edad más óptima.

Para evitar confusión, enumeramos algunas señales o indicios de que tu peque está listo para comer lo mismo que los adultos.

¿Cómo saber que el niño está listo para la dieta familiar? 

1. En caso de que su alimentación fuera por medio de triturados y papillas, a los 12 meses es necesario retirarlas para comenzar a ofrecer alimentos sólidos. Si puede comerlos sin problemas, será capaz de probar los platillos que se preparen para toda la familia, aunque en un inicio lo haga con las manos.  
2. Si ya se hizo la introducción de la mayor parte de alimentos de consumo habitual para los adultos, como la miel, el pescado o el huevo. Sobre todo, para la miel hay que esperar hasta que el niño haya cumplido los 12 meses.  
3. El uso de cubiertos es una de las habilidades más importantes que un bebé desarrolla conforme crece y que se va perfeccionando entre los 15 y 22 meses de edad. Cuando un niño es capaz de alimentarse por sí solo, de su plato a su boca, demostrará su autonomía y le será más fácil integrarse a la dinámica familiar en la mesa.  

Es importante que comiences a servirle lo mismo que a los demás integrantes de la familia, pero en menor cantidad y en platos hondos o planos, dependiendo del platillo, pero todavía de plástico para evitar accidentes.

Asimismo, sírvele su agua, en biberón o taza entrenadora (si ya inició la transición), y ponle sus cubiertos para que coma con ellos.

Los especialistas en desarrollo infantil estiman que a los 2 años el niño ya comerá prácticamente lo mismo que un adulto.

Recuerda:

• Establecer horarios para cada una de las comidas y sentarse todos a la mesa para que el niño empiece a incorporarse en la dinámica.  
• En caso de que la familia sólo realice tres comidas al día y el niño estuviera acostumbrado a cinco, puedes darle un snack nutritivo si tiene hambre y la comida aún no está lista.  
• No olvides complementar la dieta del niño con leche materna o una fórmula de crecimiento, que puede usarse hasta los 3 años de edad. Revisa que contengan hierro, vitamina D, yodo, ácidos grasos omega-3, además de prebióticos y probióticos para mantener una flora intestinal sana.  

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