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8 dudas sobre el parto: el ginecólogo informa
Te presentamos una miniguía sobre el parto basada en las dudas más comunes que tienen las mamás sobre este tema, así estarás bien informada de todo el proceso y podrás prepararte de la mejor forma para este gran acontecimiento.
- 1. ¿En qué consiste exactamente el trabajo de parto?
- 2. ¿Qué riesgos o complicaciones puede conllevar el parto?
- 3. ¿Cómo se va controlando el bienestar del bebé y de la madre durante el proceso de parto?
- 4. ¿Hay alguna manera de eliminar el dolor?
- 5. ¿En qué consiste la episiotomía? ¿Siempre se practica?
- 6. ¿Qué es una cesárea y en qué casos está indicada?
- 7. ¿La mujer puede elegir la opción de parto por cesárea o es una decisión médica?
- 8. ¿Qué beneficios presenta el parto vaginal comparado con el parto por cesárea?
¿Estás a punto de dar a luz y tienes dudas de cómo será tu parto? Sabemos que la información es poder. Por eso, te ofrecemos una pequeña guía con todo lo que necesitas saber, para que puedas vivir este momento de forma plena y consciente.
1. ¿En qué consiste exactamente el trabajo de parto?
El trabajo de parto es un concepto que se refiere al período que va desde el inicio de las contracciones que producen modificaciones en el cuello del útero, hasta que nace el bebé. El trabajo de parto se puede dividir en tres etapas diferentes:
- PRÓDOMOS DE PARTO: abarca desde el inicio de las contracciones de son de intensidad media-alta (la embarazada las percibe como dolorosas) hasta que el cuello del útero se borra completamente y tiene una dilatación de unos 4-5 cm. En esta etapa, las contracciones son irregulares y van aumentando en frecuencia e intensidad progresivamente. Su duración puede ser desde unas horas hasta unos días.
- FASE ACTIVA: la paciente regulariza el ritmo de las contracciones (que se presentan cada 2-3 minutos) y la intensidad de todas es alta. Esto permite que el ritmo de dilatación del cérvix sea más rápido y consistente, aumentando en promedio 1 cm por hora.
- FASE EXPULSIVA: es el período que va desde que se alcanzan los 10 cm de dilatación completa hasta que el bebé nace. Se divide, a su vez, en dos períodos:
- El período expulsivo pasivo, en el que la cabeza del bebé se va introduciendo en el canal del parto sin que la madre puje.
- El período expulsivo activo, en el que la madre debe colaborar pujando en cada contracción para ayudar al bebé a salir.
Es una fase que puede durar desde unos minutos a horas, aunque en general el período expulsivo pasivo es de unas dos horas y el activo, de una hora.
2. ¿Qué riesgos o complicaciones puede conllevar el parto?
El parto es un proceso fisiológico que, generalmente, transcurre sin incidencias debido a los diferentes mecanismos de adaptación de la mamá y el bebé al estrés intenso que les produce. Sin embargo, existen complicaciones que pueden poner a ambos en riesgo.
Estas complicaciones se pueden solucionar con diferentes medidas (cambios de posición, administración de fármacos, monitoreo de bienestar fetal…), que llevan a cabo las parteras (en caso de que acudas a una) junto con los ginecólogos, durante todo el proceso de parto el cual siempre se debe vigilar y controlar.
No debemos olvidar que en nuestro país se busca disminuir la mortalidad materno-fetal. De acuerdo con la Secretaría de Salud, hasta febrero del 2023 se han registrado 204 muertes maternas. Las entidades federativas con mayor números de defunciones maternas fueron Guerrero, México, Chiapas, Baja California y Jalisco.
3. ¿Cómo se va controlando el bienestar del bebé y de la madre durante el proceso de parto?
Durante el trabajo de parto, se monitorea constantemente a la mamá y al bebé de la siguiente forma:
- De la madre, hay que conocer el estado de sus signos vitales (toma de presión arterial, determinación de su frecuencia cardíaca, porcentaje de saturación de oxígeno de la sangre, temperatura, etc.). También se puede evaluar el nivel de dolor, con escalas como la EVA, para ofrecerle diferentes opciones de analgesia.
- Con respecto al bebé, se controla su frecuencia cardíaca y se valora su comportamiento cuando hay una contracción mediante un registro de monitoreo fetal, esto permite conocer cómo se encuentra durante el trabajo de parto.
4. ¿Hay alguna manera de eliminar el dolor?
El umbral del dolor varía de una persona a otra, pero, en general, todas las pacientes consideran el dolor de las contracciones uterinas del trabajo de parto como de intensidad media-alta o alta (6 o más en la escala EVA del dolor).
El tratamiento del dolor es fundamental para las pacientes que lo requieran durante el parto, ya que, como hemos visto, puede ser un proceso muy largo. El dolor se puede tratar de diferentes formas dependiendo de la intensidad y la tolerancia al mismo de la paciente.
La forma de anestesia más conocida es la epidural. Consiste en la inyección de un anestésico local en el espacio dural de la médula espinal, en la parte baja de la columna vertebral, de donde parten los nervios que conducen el dolor de los órganos pélvicos y las piernas. Es una técnica segura y eficaz, pero hay muchas otras formas de proporcionar analgesia a la paciente. Por ejemplo:
- Se pueden administrar medicamentos por vía intravenosa, que puede ser útil en las fases iniciales del trabajo de parto.
- La inhalación de óxido nitroso cuando viene el dolor de la contracción, en ocasiones, es suficiente para algunas pacientes.
- El uso del agua tibia o caliente (regadera, bañera) también ayuda a sobrellevar el dolor de parto en algunas pacientes, así como el masaje o los cambios de postura.
En definitiva, el tipo de analgesia dependerá de la tolerancia al dolor de cada mujer.
5. ¿En qué consiste la episiotomía? ¿Siempre se practica?
La episiotomía es un corte controlado que se hace en el periné en el momento final del período expulsivo para facilitar la salida del bebé y evitar desgarros vaginales y perineales indeseados, que pueden dar lugar a complicaciones graves en el posparto inmediato (hemorragias) o a medio-largo plazo (incontinencia de gases o heces por daños graves en el esfínter anal).
La episiotomía no se debe practicar de manera rutinaria, ya que, aunque son comunes los desgarros perineales y vaginales (sobre todo, en el primer parto), si estos son pequeños y controlados, un alto número de pacientes son capaces de parir sin necesidad de realizar una episiotomía y sin presentar complicaciones graves posteriores.
La OMS recomienda que la tasa de episiotomías no sea mayor al 15%, lo recomendable es que sea menor al 10%. Pero hay ocasiones en las que la práctica de la misma es inevitable por la seguridad de la paciente, como en la mayoría de los partos instrumentales.
6. ¿Qué es una cesárea y en qué casos está indicada?
La cesárea es una cirugía que permite el nacimiento del bebé a través del abdomen mediante la realización de una incisión en el útero. Se recurre a ella en aquellos casos en los que el nacimiento del bebé por vía vaginal implica riesgos para él o para la mamá.
La cesárea se puede practicar de forma urgente durante el transcurso del trabajo de parto o se puede realizar de manera programada, sin que la paciente llegue a iniciar el parto.
- Los motivos más frecuentes que llevan a realizar una cesárea de manera urgente es la sospecha de pérdida del bienestar fetal durante el parto, o que el tamaño o la posición de la cabeza del bebé le impidan descender por el canal del parto después de un período de tiempo suficiente (desproporción pélvico-cefálica) y no sea posible ayudarle a salir con el uso de un instrumento especial (fórceps, ventosa, espátulas).
- Asimismo, una de las razones más frecuentes que justifican una cesárea programada es que el bebé se encuentre en una posición distinta a la cefálica (cabeza abajo), aunque las cesáreas por esta indicación han ido disminuyendo en los últimos años gracias a la realización de la versión cefálica externa, en la que un experto realiza unas maniobras sobre el abdomen materno y coloca al bebé en posición cefálica.
- Hay otras indicaciones para la realización de una cesárea programada: por ejemplo, que la madre tenga el antecedente de otras dos cesáreas previas o cicatrices por cirugías uterinas, como son las miomectomías.
7. ¿La mujer puede elegir la opción de parto por cesárea o es una decisión médica?
La vía del parto, como norma general, es una decisión médica, ya que es el especialista quien establece qué es lo mejor para asegurar el bienestar de la mamá y del bebé. Esta decisión se debe tomar correctamente informada y, si es posible, consensuada con la paciente en aquellos casos en los que la práctica de la cesárea no sea urgente..
Hay algunos supuestos, como en los casos de las pacientes que tienen una cesárea previa o aquellas en las que su bebé no se encuentra correctamente posicionado, en las que ellas pueden decidir si asumen el riesgo de la realización de una cesárea, frente al riesgo que implica un parto vaginal o una versión cefálica externa con parto vaginal posterior.
Los médicos deben guiar a la madre en la toma de decisiones, exponiendo los riesgos y los beneficios, sin olvidar la autonomía de sus pacientes.
8. ¿Qué beneficios presenta el parto vaginal comparado con el parto por cesárea?
El parto vaginal es un proceso fisiológico para el que tanto la madre como el bebé están naturalmente preparados.
Durante el trabajo de parto, se van produciendo cambios que ayudan a ambos a ir adaptándose a la nueva situación. Por ejemplo, la oxitocina, que es la hormona que induce las contracciones uterinas, también hace que las mamas (senos) comiencen a producir leche, preparando a la madre para poder alimentar al bebé.
Asimismo, durante el paso del bebé por el canal del parto, éste va liberando gran parte del líquido amniótico que rellena sus pulmones durante la vida intrauterina, facilitando que el bebé respire correctamente al nacer.
Cuando el bebé nace mediante cesárea (sobre todo si es programada o hubo poco trabajo de parto) y no se dan las condiciones que permiten estos cambios, dificultando, en ocasiones, la adaptación del recién nacido al nacimiento. Además, la cesárea es una cirugía mayor abdominal, que no está exenta de riesgos y posibles complicaciones.
Por este motivo, los obstetras recomiendan el parto vaginal siempre que las condiciones de seguridad para la madre y el bebé sean las adecuadas, pues no hay que olvidar que la práctica de una cesárea puede ser fundamental para salvar la vida del pequeño o su mamá.
Lo fundamental en los partos es contar con especialistas que sean capaces de tomar decisiones o ayudar a la mujer a decidir la vía de nacimiento más adecuada para que el parto sea un éxito para ambos.
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