Mal de altura, ¿cómo afecta a los niños?
El mal de altura está causado por una disminución de la cantidad de oxígeno en el aire. ¿Cómo puede afectar el mal de altura a los niños? ¿Cuándo es necesario dirigirse al pediatra?
El mal de altura está causado por una disminución de la cantidad de oxígeno en el aire. Algunas personas están más predispuestas a sufrir mal de altura que otras, pero, dejando de lado las características personales, la probabilidad de sufrir los síntomas del mal de altura aumenta proporcionalmente a la altura de la cota y a la velocidad con la que se alcanza.
Un niño sano, a cualquier edad, puede ascender a cualquier altura, pero en cotas muy elevadas, es decir, por encima de los 2,500 metros, necesita un período de aclimatación: su organismo debe acostumbrarse gradualmente al nuevo ambiente.
Síntomas del mal de altura
El mal de altura se manifiesta al cabo de 6-8 horas de haber llegado a altas cotas: el niño tiene dolor de cabeza, náuseas, vértigos, dificultades para respirar y taquicardia. La respiración se vuelve trabajosa y acelerada. De noche, tiene dificultades para dormir o bien su sueño está muy alterado.
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Normalmente, los síntomas desaparecen al cabo de 2-3 días, pero, en un número no muy elevado de casos, si el niño está sometido a un esfuerzo excesivo, pueden producirse complicaciones muy graves: edema pulmonar (acumulación de líquido en el pulmón) y edema cerebral (acumulación de líquido entre las células cerebrales); el niño tiene los labios azules, un dolor de cabeza muy fuerte, vomita repetidamente, le cuesta hablar o caminar y parece confuso.
Qué hay que hacer
- En cuanto aparezcan los primeros síntomas del mal de altura, hay que llevar al pequeño inmediatamente a una cota más baja de, al menos, 600-700 metros y siempre por debajo de los 3,000 metros de altura.
- Si está asustado porque no puede respirar, se debe intentar tranquilizarlo, haciendo que respire lenta y profundamente. Para ayudarlo, se le puede poner una mano sobre el abdomen y enseñarle cómo inhalar el aire por la nariz y cómo sacarlo por la boca.
- Siempre que el niño se sienta mal, hay que administrarle oxígeno en cuanto sea posible.
- Si no consigue caminar, se le debe transportar en posición sentada.
- En los casos más leves, durante 2-3 días, el niño debe estar en reposo, ofreciéndole alimentos fácilmente digeribles y procurando que beba mucho.
- Cuando se sienta mejor, podrá volver a hacer, gradualmente, su actividad física normal.
Cuándo dirigirse al pediatra
Antes de llevar al niño a la montaña, hay que llevarlo al pediatra, para que lo someta una revisión médica.
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