Hipermetropía en niños

Las enfermedades de la visión suelen ser bastante frecuentes en los niños. De hecho, los estudios realizados indican que, aproximadamente 20 de cada 100 niños sufrirá algún problema de visión cada año. Detectar a tiempo estos trastornos es fundamental para que el tratamiento que se realice pueda dar buenos resultados.

Además, está demostrado que una correcta visión es uno de los factores más importantes para lograr un rendimiento escolar satisfactorio. A continuación, te explicamos en qué consiste uno de los trastornos de la visión más habituales: la hipermetropía.

¿Qué es la hipermetropía?

Las personas que sufren este trastorno, que se produce porque el globo ocular es más corto de lo normal, no pueden ver con nitidez los objetos cercanos; sin embargo, perciben correctamente las imágenes que se encuentran lejos.

La mayoría de los niños nace con hipermetropía, es la llamada hipermetropía fisiológica. En cualquier caso, esta hipermetropía se corrige normalmente antes de la adolescencia, si no está destinada a cronificarse.

No obstante, algunos estudios experimentales también han asociado la aparición de este trastorno con otros factores, como, por ejemplo, la falta de vitaminas o unas malas condiciones de iluminación.

Origen y causas de la hipermetropía

La hipermetropía se debe a un error de la refracción. Las imágenes que el ojo capta se enfocan detrás de la retina, en lugar de hacerlo sobre ella. La razón principal es que el globo ocular es más corto de lo normal. Asimismo, la hipermetropía se puede deber a que el ojo tenga menos potencia de la habitual, en un número menor de casos.

La hipermetropía infantil se suele manifestar alrededor de los cuatro años, si bien no es fácil de detectar. Algunas veces, los niños hipermétropes realizan un esfuerzo extra para compensar su mala visión de cerca, por lo que pueden sufrir consecuencias como dolor de cabeza.

La causa genética puede estar el la base de numerosos casos de hipermetropía no fisiológica, por lo que si uno de los padres sufre este trastorno de la visión, es conveniente que dedique un mayor esfuerzo en controlar la visión del niño, acudiendo a un oftalmólogo pediátrico para que efectúe las pruebas pertinentes.

¿Cuáles son sus síntomas?

• Los niños que presentan esta enfermedad suelen tener frecuentes dolores de cabeza y de ojos, debido a que deben hacer grandes esfuerzos para poder enfocar bien los objetos.
• También es habitual que pestañeen con frecuencia y que tengan fatiga visual y lagrimeo.
• Normalmente, los niños con hipermetropía prefieren jugar al aire libre.
• El estrabismo, la desviación de un ojo, también puede estar asociado a la presencia de hipermetropía infantil.

Problemas derivados de la hipermetropía infantil

La hipermetropía infantil se debe diagnosticar y corregir lo antes posible, ya que el niño hipermétrope puede sufrir consecuencias como problemas para leer y escribir debido a su mala visión de cerca. No es extraño que esto comporte un rendimiento escolar bajo e incluso fracaso escolar.

Si la hipermetropía no remite cuando el niño llega a la etapa de la adolescencia, puede que el defecto visual sea crónico (para toda la vida). En este caso, el niño deberá llevar lentes o lenties de contacto hasta que, si así lo decide, pueda pasar por quirófano. 

La cirugía refractiva con láser resuelve el trastorno definitivamente mediante una operación rápida y sencilla.

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