Flatulencia en el embarazo, ¿por qué aparece y cómo tratarla?
¿Estás en los últimos meses de tu embarazo y empiezas a sentir flatulencia? ¿Te molestan esos molestos gases en el embarazo? La flatulencia es una molestia muy frecuente. Te explicamos por qué aparece y cómo puedes aliviarla.
Qué es el flato y cómo se origina
El flato en el embarazo, o flatulencia, no es otra cosa que el exceso de gases en el aparato digestivo. En el proceso de la digestión, se producen varios tipos de gases que nuestro organismo va eliminando de forma gradual. Un nivel excesivo de gases en el embarazo provoca su acumulación y la consiguiente hinchazón.
El flato es una molestia muy frecuente durante el embarazo porque, durante la gestación, nuestro organismo segrega una hormona que ralentiza la digestión, lo que provoca que la eliminación de gases sea más lenta y la acumulación, mucho más frecuente. Por otra parte, la presión del útero sobre los intestinos es cada vez mayor.
Cómo aliviar los gases en el embarazo
El flato y los gases en el embarazo pueden combatirse de una forma sencilla y efectiva, con esta serie de recomendaciones:
- Una dieta rica en fibra y líquidos abundantes te ayudará a aliviar estas molestias. El consumo de fibra es fundamental para la mujer embarazada, ya que ayuda a combatir el estreñimiento, que afecta a un alto porcentaje de futuras mamás a causa de la acción de las hormonas, entre otros factores.
- La fibra es el "esqueleto" de los vegetales (fruta, verdura, legumbres y cereales) y es indispensable, sobre todo, para las personas que padecen estreñimiento. La fibra, al no poder ser digerida por el organismo, funciona como una especie de "escoba", que empuja todos los desechos hacia el exterior. Por ello, aumenta el volumen de las heces, las hace más blandas y, además, activa los movimientos intestinales.
- También deberás comer despacio y realizar comidas de poca cantidad para dar tiempo a tu intestino a digerir los alimentos. Fraccionar las comidas en cinco al día, en lugar de tres abundantes, sería lo ideal para favorecer la digestión y el tránsito intestinal.
- Para evitar que las digestiones resulten muy pesadas, es necesario evitar las comidas demasiado copiosas.
- Existen algunos alimentos, como las legumbres y los carbohidratos, que aumentan los gases. Por lo tanto, en la medida de lo posible, habrá que reducirlos de nuestra dieta. Otros alimentos desaconsejados, porque favorecen la retención de gases, son la col, el brócoli o los postres con azúcar.
- Sin embargo, existen otros alimentos, como las espinacas o las acelgas, que son idóneos para combatir los gases.
- Tomar muchos líquidos al día, aunque las bebidas gaseosas no son aconsejables porque crean más gases. Lo ideal sería beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día. A la hora de beber, hay que hacerlo despacio y sin usar popote, pues, de lo contrario, se ingiere más aire.
- Realizar ejercicio moderado también resulta muy útil en caso de gases o de flato en el embarazo. El ejercicio estimula el tránsito intestinal. Por ejemplo, es ideal caminar a diario, nadar o bailar durante media hora, como mínimo.
- No llevar prendas demasiado apretadas, adoptar una postura erguida y no encorvada, y evitar masticar chicle, pues también favorecen los riesgos de sufrir flatulencia.
- En algunos casos, para reducir los gases, también resulta aconsejable tomar té de diente de león.
Otras posibles causas de dolor abdominal
Sin embargo, el dolor abdominal o siempre es debido a flato o a gases en el embarazo.
Sobre todo en los cuatro primeros meses, se trata de molestias relacionadas con los ligamentos del útero, los ligamentos redondos y el estiramiento de toda la zona de la musculatura de la pancita. Debido, principalmente, a que el cuerpo de la mujer debe adaptarse al crecimiento del bebé.
Después, hacia el quinto o sexto mes de embarazo, el dolor abdominal suele deberse a las contracciones que te preparan para el parto. Este tipo de contracciones reciben el nombre de Braxtos Hicks y suelen ser realmente dolorosas y largas.
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