Mareo en el niño, ¿a qué se debe?
El niño que se marea tiene la sensación de que el ambiente que lo rodea gira vertiginosamente. Te ofrecemos las soluciones para combatir el mareo del niño y te decimos cuándo hay que dirigirse al pediatra.
Cuando el niño se marea, tiene la sensación de que el ambiente circundante gira de una forma vertiginosa, aunque también puede tener la impresión de que se cae hacia delante o hacia atrás.
Causas del mareo en el niño
En general, los mareos, o vértigos, aparecen de repente y suelen deberse a un ayuno prolongado, a una ligera deshidratación o a una excesiva exposición al sol (golpe de calor), al cansancio, al rápido paso de la posición tumbada a la erguida o al hecho de permanecer durante mucho tiempo de pie.
Pero el mareo del niño también puede deberse a una infección vírica o, simplemente, al hecho de que el niño, al jugar, gire sobre sí mismo, o a la cinetosis (mareo en el coche).
En todos estos casos, los vértigos del niño desaparecen al cabo de pocos minutos. Solo raramente los mareos del niño pueden ser una señal de situaciones más serias (otitis, fármacos, etc.).
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Qué hacer si el niño se marea
La única solución que hay que adoptar si los vértigos del niño no se atenúan, consiste en acostarlo con las piernas ligeramente elevadas o sentarlo con la cabeza entre las rodillas. Es importante enseñar al niño a adoptar estas posturas si se marea.
Cuándo dirigirse al pediatra
Hay que consultar al pediatra cuando:
- El niño no consigue mantenerse de pie o caminar.
- El niño se muestra muy abatido.
- El niño tiene dolor de oído.
- El niño está tomando algún fármaco que le puede provocar vértigos.
- El problema se presenta a menudo.
- El niño pierde el conocimiento temporalmente.
- Los vértigos persisten después de dos horas de reposo.
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