Ictericia en el bebé, ¿qué hay que hacer?

Ictericia en el bebé, ¿qué hay que hacer?

Ictericia en el bebé, ¿qué hay que hacer?

La ictericia del bebé no es una auténtica enfermedad, sino un síntoma que puede señalar una enfermedad del hígado. ¿En qué consiste, cómo tratar este trastorno y cuándo es necesario acudir al pediatra?

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Cuando el bebé sufre ictericia, su piel y las escleróticas, la parte blanca de los ojos, asumen un color amarillento. Esto se debe a que el organismo destruye rápidamente los glóbulos rojos de la sangre. En algunos casos, las heces también tienen un tono blanquecino y la orina, un color marrón.

No se trata de una auténtica enfermedad, sino del síntoma que puede señalar una enfermedad del hígado (por ejemplo, una hepatitis) o un trastorno capaz de provocar la rápida destrucción de los glóbulos rojos y, como consecuencia, una anemia, como, por ejemplo, el fabismo.

Causas y síntomas de la ictericia

En general, los glóbulos rojos se degradan y son destruidos por el organismo cada 120 días. La hemoglobina, la proteína que confiere a la sangre su color rojo brillante, se transforma así en bilirrubina, de color amarillento. Normalmente, el cambio de color de la piel y de las escleróticas es tan lento que no se nota. Sin embargo, si los glóbulos rojos se destruyen rápidamente, la piel y las escleróticas de los ojos asumen el característico color amarillento de la ictericia.

Se trata de una situación bastante frecuente durante los primeros días del bebé (la ictericia está presente en el 60 por ciento de los niños nacidos a término y en el 80 por ciento de los nacidos antes de término, causado principalmente por el hecho de que el hígado del niño aún no es totalmente eficiente), pero no tanto en las edades siguientes.

Tratamiento de la ictericia

El tratamiento de la ictericia es distinto según la causa que lo ha originado. En el caso del recién nacido, por ejemplo, la ictericia puede tener tres causas diferentes y, en función de la causa desencadenante, clasificarse como ictericia fisiológica (el tratamiento consiste en exponer al recién nacido, del tercer al sexto día de vida, a la luz de lámparas azules durante ciclos de 12 horas), ictericia debida a la leche materna (ésta puede contener una hormona que disminuye la capacidad del hígado de eliminar la bilirrubina) o la ictericia debida a una incompatibilidad entre la sangre de la mamá y la del niño (gracias a los análisis prenatales, este problema se puede identificar desde el inicio del embarazo y se puede intervenir para prevenir sus consecuencias).

Cuándo dirigirse al pediatra

Sea cual sea la forma en la que se presente, la ictericia es un síntoma, pero no debe descuidarse ni infravalorarse: por lo tanto, es absolutamente necesario someter al niño a una visita del pediatra, útil para identificar el origen del problema y resolverlo.

Qué sucede si la ictericia aumenta demasiado

La bilirrubina pasa al cerebro y puede dañar algunas zonas destinadas al control del movimiento. Por ello, cuando la bilirrubina supera cierto nivel, se practica una fototerapia: el niño es expuesto durante ciertos períodos de tiempo más o menos largos a una luz azulada y de alta densidad, que descompone la bilirrubina presente en la sangre.

En casos más raros, puede ser necesario administrar fármacos y recurrir a transfusiones de sangre.

(Te interesa: Enfermedades en bebés)

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza
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Comentarios (1)
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Vianeym2820
Gracias, como siempre muy intensante tema, porque, ni idea tenia de esta enfermedad.