Más de 200 bebés murieron por errores evitables en un hospital inglés

El pasado miércoles 30 de marzo de 2022 el Gobierno británico pedía disculpas tras conocerse los resultados de una investigación encargada por el Ministerio de Salud sobre un hospital, el de Shrewsbury and Telford (cerca de Birmingham).

Esta investigación, que se inició después de que un grupo de familias denunciara malos tratos e irregularidades en los procedimientos médicos tras las muertes de sus bebés, ha llegado a unas terribles conclusiones: la muerte de más de 200 bebés, ocurrida en este hospital ubicado al noroeste de Inglaterra a lo largo de 20 años, se podrían haber evitado si "hubieran recibido mejores cuidados al nacer".

Falta de cuidados y rechazo a las cesáreas

Según la investigación, que fue encargada en 2017 y que ha analizado 1,592 casos registrados en la maternidad del Hospital Shrewsbury and Telford, el rechazo obstinado a realizar cesáreas y la falta de cuidados adecuados provocaron la muerte evitable de decenas de recién nacidos.

La investigación afirma que 201 bebés podrían haber vivido si el hospital hubiera proporcionado una mejor atención y que nueve madres también perdieron la vida debido a la mala atención recibida. Además, otras mujeres se vieron obligadas a dar a luz de forma natural cuando se les debería haber ofrecido una cesárea.

"A todas las familias que han sufrido tanto, lo siento", dijo el ministro británico de Salud, Sajid Javid, el miércoles ante el Parlamento. 

Cráneos fracturados, huesos rotos y problemas cerebrales

La investigación, con más de 250 páginas de documentación, incluye casos de recién nacidos con cráneos fracturados, huesos rotos y problemas cerebrales debido a la falta de oxígeno sufrida en el momento del nacimiento.

También se encontraron fallos muy graves en una cuarta parte de los 498 casos de bebés fallecidos que fueron estudiados. En el 40% de los casos no se llevó a cabo ninguna investigación interna sobre la causa de la muerte. Donna Ockenden, encargada de dirigir la investigación, manifestó que el hospital "no investigó (los casos), no aprendió (de sus errores), no mejoró".

Dos madres que perdieron a sus bebés destaparon la mala praxis en el hospital

Las primeras en visibilizar las irregularidades que se estaban dando en este hospital fueron dos madres que perdieron ahí a sus bebés. Rhiannon Davies dio a luz a su hija Kate en 2009, y la pequeña murió a las pocas horas. Según denunció la mujer, en la clínica desoyeron sus dudas sobre el poco movimiento que sentía en las últimas semanas de embarazo. Tampoco nadie actuó a tiempo cuando la recién nacida presentó problemas para respirar. 

Kayleigh Griffiths dio a luz a su bebé este mismo año y la niña murió con tan solo 31 horas de vida. Un médico forense dictaminó que la muerte de la recién nacida había sido evitable. Griffiths se puso en contacto con Davies y juntas empezaron a rastrear otros casos similares.

Fue así como estas dos mamás recolectaron los datos de otros 23 casos más, muy similares a los suyos. Solicitaron de inmediato una reunión con el entonces secretario de Salud, Jeremy Hunt. Fue Hunt quién encargó la investigación en mayo de 2017.

Desde 'Mi bebé y yo' condenamos lo ocurrido en este hospital del Reino Unido. ¿Cómo es posible que hechos tan graves ocurrieran, ¡durante 20 años!, en un hospital de un país como Inglaterra? ¿Y nadie se percató de ello durante todo este tiempo? Por suerte Rhiannon y Kayleigh, las dos mamás afectadas, empezaron a atar cabos y destaparon esta terrible situación. Gracias a sus indagaciones y la investigación que se llevó a cabo, se habrán salvado la vida de muchos bebés y mamás. Ahora falta saber qué ocurre con este hospital porque se merecen el peor de los castigos.

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¿Qué piensas que debería hacer la justicia británica con este hospital y sus graves consecuencias de su mala praxis médica? ¡Déjanos tu comentario!