¡Le hacen una cesárea a la luz de los celulares y cortan una oreja al bebé!

Sucedió en una clínica privada Internacional de Especialidades, en la ciudad de Mexicali, México.

Se trataba de una cesárea programada para el 6 de junio; no una cesárea de urgencia. La mala suerte, o las malas condiciones de la zona, complicaron las cosas al producirse un apagón eléctrico que dejó sin luz al quirófano en el que estaba a punto de ser intervenida la mamá, Karla Araceli.

La madre, una mujer de 19 años, se dio cuenta de que las circunstancias no eran las más propicias para realizar la intervención, aunque ya se le había administrado la sedación correspondiente para efectuar la cesárea. Así se lo hizo saber a los médicos, que, pese al apagón y a la petición expresa de la madre de que detuviesen la intervención, siguieron adelante ¡alumbrándose con las linternas de sus celulares! ¡Una situación surrealista!

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“No me quiero operar así, no me quiero morir”

Estas angustiosas palabras pronunciadas por Karla Araceli fueron muestra del miedo que debió de pasar esta mujer en pleno quirófano a oscuras. ¡Nos podemos imaginar qué angustioso tiene que ser estar a punto de ser intervenida de una cesárea, con la sedación puesta y sin luz en el quirófano!

A pesar de la desesperación de la mamá, los médicos siguieron adelante asegurando a la mujer que disponían de una “subestación de energía”. Como se puede comprobar en este video, la única luz que había era la de las linternas de los propios médicos.

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Graves lesiones en la oreja del recién nacido

A pesar de todas estas circunstancias, que hacían evidente que la cesárea no debía llevarse a cabo, sobre todo, cuando no se trataba de una intervención de urgencia ineludible, sino de una cesárea programada que perfectamente se podría haber efectuado en otro momento, se acabó realizando.

Como resultado, el cirujano cercenó la oreja del bebé, provocándole lesiones, que incluso, podrían afectar a la audición del pequeño.

El pequeño se encuentra estable, pero, como no podía ser de otra manera, la familia ya puso una denuncia contra la clínica.

Independientemente de cómo termine la denuncia y de la posible sanción que recaiga sobre el hospital o el equipo médico responsable de la intervención, lo cierto es que este pequeño y su familia sufrieron un daño que no se puede pagar con dinero.

Nos parece irresponsable el comportamiento del equipo médico en estas circunstancias. No llegamos a comprender por qué decidieron seguir adelante con la cesárea, cuando hasta la propia madre les suplicaba que no lo hicieran.

Las negligencias en las que incurrieron son innumerables y, desde aquí, mandamos todo nuestro apoyo y cariño a esta familia. ¡Esperamos una pronta recuperación del pequeño!

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