Japón busca prevenir el maltrato infantil con su 'buzón de bebés'

Aunque la iniciativa de este hospital es una de las más nobles en el sector médico del país oriental, le ha valido muchas críticas, pero su jefe médico, Takeshi Hasuda, la considera como una red de seguridad vital.

Y es que este método aún no es aprobado de manera unánime por la población japonesa y el gobierno, sin declararlo ilegal, no ha querido regularizarlo.

El nosocomio también propone un servicio de asistencia telefónica para la maternidad que recibe miles de llamadas al año, y un programa de parto sin identificación con el objetivo de evitar nacimientos en casa y sin asistencia.

Hasuda subraya que las mujeres que recurren al 'buzón de bebés' o al parto sin identificación a menudo son criticadas por no haber elegido otras alternativas como el aborto, que es legal en Japón aunque muy caro.

¿Cómo funciona el buzón de bebés?

Cuando suena la alarma del Hospital Jikei, las enfermeras bajan por una escalera para recoger al recién nacido abandonado en el 'buzón de bebés', el único que existe en el país actualmente.

Las enfermeras intentan llegar en menos de un minuto a dicha sección, decorada con un par de cigüeñas y provisto de una pequeña camita cuidadosamente preparada.

Si las madres aún están cerca, se les invita a compartir su historia con el personal del hospital, quienes intentan garantizar su bienestar, escuchándolas y brindándoles consejos, y las anima a dejar sus datos para que su hijo pueda conocer sus orígenes pasados los años.

Objetivo: prevenir el maltrato infantil

Desde hace mucho tiempo, los 'buzones de bebés' han existido en todo el mundo y aún perduran en países como Alemania, Bélgica, Corea del Sur y Estados Unidos.

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Su regreso a algunas naciones europeas a principios de los años 2000 fue criticado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que declaró que iba "en contra del derecho del niño a que su o sus progenitores lo conozcan y se ocupen de él".

Sin embargo, el Hospital Jikei asegura que su 'buzón de bebés' es un medio de prevenir el maltrato infantil en Japón, pues tan solo en 2020 se registraron 27 abandonos, y en 2019, se notificó la muerte de 57 infantes por malos tratos.

Según el doctor Hasuda, algunos niños recogidos son "el fruto de la prostitución, la violación o el incesto", y sus madres no tienen a nadie a quien dirigirse.

Desde 2007, 161 bebés y niños pequeños han sido 'abandonados' en Jikei, a veces, por mujeres que provenían desde el otro lado del país.

Pero el sistema continúa teniendo problemas para ser aceptado en Japón, en particular a raíz de la concepción tradicional de la familia. Esto "ha anclado en la sociedad japonesa la idea de que alguien que dio a luz a un niño debe criarlo", hasta el punto que los niños son considerados casi "la propiedad" de los padres, afirma Chiaki Shirai, profesora en la universidad de Shizuoka y especialista en cuestiones de reproducción y adopción.

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¿Y tú serías capaz de abandonar a tu bebé en uno de estos buzones? Queremos conocer tu opinión.