Imputadas dos doctoras por la muerte de un niño que acudió cinco veces a Urgencias

Una juez ha imputado a dos mujeres médicos de Alicante, España, por posible negligencia en relación con el caso de Aitor, un niño de 8 años que falleció en octubre de 2020 a causa de una peritonitis tras pasar cinco veces por Urgencias. A pesar de acudir en repetidas ocasiones al hospital, nadie diagnosticó correctamente a Aitor, quien desgraciadamente acabó muriendo.

Ahora, dos años más tarde, la jueza de Instancia e Instrucción número 3 de Alicante ha citado a las dos doctoras para el próximo 12 de diciembre de 2022 para que declaren como investigadas acompañadas de un abogado, pues es muy posible que en el caso de Aitor se produjera mala praxis profesional.

¿Por qué no se diagnosticó correctamente a Aitor?

Los hechos ocurrieron en octubre de 2020 cuando Aitor empezó a quejarse repetidamente de un fuerte dolor abdominal. Su abuela, que tenía la patria potestad, pensó que lo mejor era llevarlo a Urgencias y así lo hizo ¡hasta cinco veces! 

A pesar de acudir varias ocasiones a Urgencias, al niño solamente se le hizo un análisis de orina y se le administraron medicamentos contra los vómitos, según explicó la abuela del pequeño a través de las redes sociales. La autopsia, practicada por el Instituto Anatómico Forense, certificó que a las 9:00 horas del miércoles 28 de octubre de 2020 el niño falleció de peritonitis.

El informe llevado a cabo por una perito concluye que en este caso pudo haber "mala praxis" médica porque no se actuó conforme a los conocimientos sanitarios, ya fuera por "ignorancia o por desidia". Este informe apunta que fue "un error" no haber realizado exploraciones complementarias al niño, a pesar de la sintomatología que presentaba.

No se le realizaron suficientes pruebas médicas

La familia de Aitor justifica la presunta mala praxis por parte de los sanitarios aludiendo que el informe médico del 26 de octubre del hospital General de Elda, en Alicante, se rellenó con texto que no incluía casi ninguno de los síntomas que presentaba el niño. Ahí, Aitor acudió derivado por el pediatra de Atención Primaria, pues el pequeño vomitaba de siete a nueve veces diarias durante más de 48 horas y con dolor abdominal de tipo cólico.

Además, Aitor presentaba ojeras (lo que podía indicar deshidratación) y obesidad. Parece ser que no se le tomó en ningún momento la frecuencia cardíaca, pese a que este es un parámetro "fundamental" en la atención a un paciente pediátrico. Tampoco se le hizo una ecografía abdominal ni un análisis de sangre.

El pequeño Aitor falleció por un paro cardiorrespiratorio secundario a una sepsis de origen abdominal a raíz de una infección en el intestino grueso que, al no ser tratada a tiempo, evolucionó a una infección que afectó a todo el abdomen, con afectación al páncreas, el estómago y el diafragma. De haber sido diagnosticado correctamente, esta afección se hubiera podido tratar sin que llegara a ocasionarle la muerte.

Nos parece tan terrible que ocurran este tipo de cosas que, simplemente, nos quedamos sin palabras. No hay derecho ni tiene nombre lo que le ocurrió a Aitor.

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