Expertos afirman que meterse al mar es seguro, pues el agua no está contaminada por COVID-19

Cuando pensamos en el verano, evidentemente, nos vienen a la mente los largos baños en el mar, tomando el sol en la playa. Sin embargo, este año, con la crisis sanitaria por el coronavirus, ir a la playa será distinto y deberemos adaptarnos. Pero ¿será seguro meterse al mar? ¿Bucear en el agua será posible? 

Algunos expertos, entre los que destaca el profesor Giuseppe Marinofondata, que preside la Sociedad Nacional de Salvación italiana, afirman que meterse al mar es seguro, pues el agua marina está libre del COVID-19 y, en todo caso, es el hombre el que lo lleva allí. En verano, según Marinofondata, será posible meterse de forma segura en la playa, eso sí, tomando ciertas precauciones. 

Lo más seguro será meterse en mar abierto o hacerlo en zonas de la costa que no estén próximas a las desembocaduras de aguas residuales. Alfredo Rossi, médico y director de salud de la Sociedad Nacional de Salvación italiana, lo explica: "El virus está presente solamente de manera crítica en las áreas marinas cercanas a las aguas residuales, debido a que estas aguas contienen restos fecales y allí sí se encuentran presentes virus y bacterias". 

La salinidad del mar, desfavorable para el COVID-19

En Italia, un estudio llevado a cabo por el Instituto Superior de Sanidad detecó presencia del COVID-19 en algunas muestras de agua recolectadas en las redes de alcantarillado de las ciudades de Roma y Milán. Sin embargo, estos restos localizados en aguas residuales no son peligrosos para el contagio, según afirma Luca Lucentini, directora del Departamento de Calidad y Salud del Agua italiano.

Actualmente, se está estudiando cómo podrían llevarse a cabo meterse al mar en verano si finalmente los permiten los gobiernos. Según Alfredo Rossi, se podrá nadar sin miedo, pues "en el agua, la transmisión viral de un portador a un individuo sano no se produce a través del agua en sí misma".

Según concreta Rossi, el virus se transmite a través del aire exhalado y el contacto humano, algo que podría ser peligroso si dos nadadores o personas que en aquel momento se encuentran en el agua están demasiado cerca. Si bien es cierto que una persona infectada podría liberar el virus mientras nada, es poco probable que el virus sobreviva, ya que su carga viral se dispersaría rápidamente, gracias también a la acción de las corrientes, los rayos ultravioleta y la salinidad del agua, que crea un ambiente desfavorable para el virus.

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