BOCA DEL BEBÉ, ¿CÓMO SE DESARROLLA?

Te explicamos cómo es la boquita del bebé y cómo se desarrolla en los primeros meses de vida, para que puedas estimularla de la mejor manera y facilitar la lactancia materna y un buen inicio de la alimentación complementaria.

¿Has visto la cara de tu bebé en una ecografía durante el embarazo? ¿Has podido ver cómo bosteza, tiene hipo o se chupa su propio dedo?

Desde el primer trimestre de embarazo, la boca del bebé se prepara para poder vincularse al nacer a través de la lactancia. Conocer aspectos de la boca del bebé, como sus características, su funcionamiento, sus cambios y su vinculación con el neurodesarrollo, puede ayudar a que disfrutes más de la lactancia.

¿Cómo funciona la boca al nacer?

Justo después de nacer, la boca se encuentra en un momento de máxima sensibilidad para favorecer la impronta. La impronta es esa impresión o huella conductual en el inicio de la vida y está mediada por estímulos sensoriales táctiles en la boca y por estímulos olfatorios.

• Si el recién nacido se engancha al seno en los primeros 50-120 minutos de vida, es un buen marcador cualitativo de una lactancia y un neurodesarrollo óptimo en el futuro. Tras esta primera toma, el bebé entrará en una etapa de sueño, hasta despertar y querer estar lactando de forma frecuente.
  Cuando no es posible hacerlo tras el parto por razones médicas, en algunos hospitales, existen estrategias que ayudan a esta impronta, como poner calostro que la madre ha extraído alrededor de la boca.

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• El sistema orofacial es muy inmaduro durante las primeras semanas de vida. Los primeros días, el calostro, por su densidad, ayuda a proteger el sistema respiratorio de aspiraciones. Y la cantidad que ingiere el neonato es muy poca, ya que todavía no es capaz, en todos los momentos, de coordinar la succión, tragar y respirar. Se puede ver cómo succiona y traga varias veces, y descansa para respirar unos segundos; vuelve a succionar y a tragar leche, y descansa para respirar. ¡Es más importante el oxígeno que la leche! En realidad, son los dos alimentos necesarios para un buen crecimiento, pero la naturaleza, si tiene que elegir, elige respirar.
• En las primeras semanas, el bebé aumenta la cantidad de succiones entre los descansos. Y, de repente, cuando se nota más experto, decide comer con más frecuencia para estimular con su boca el aumento de la producción de leche.

¿Qué sucede a partir de los tres meses?

• A partir de los tres meses, el bebé se vuelve un gran experto y los tiempos para comer se reducen. Cuando decide succionar, lo hace hasta tres veces para tragar más leche y respira de forma muy coordinada. De hecho, ya no se para para respirar, sino que lo hace para mirar cualquier cosa que le llama la atención a su alrededor.
  Si durante los primeros meses hemos porteado, jugado boca abajo y tocado cada centímetro de su cuerpo, seguro que puedes comprobar que tu bebé tiene control de cuello y puede mirar a los lados en posición boca arriba y boca abajo sin mover el tronco. Esto le permite curiosear a los lados mientras come.

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• Durante la toma, la lengua aún tiene forma acanalada para sujetar el pezón y la aréola, y se mueve de delante hacia atrás. Un detalle que podemos observar es que la lengua ya puede moverse para explorar hacia los lados de la boca, que, además, es más grande.
• Si estimulamos la boca con el seno o nuestro dedo, todavía pueden despertarse los reflejos. Es un buen juego para realizar mientras le sonreímos y le miramos. No obstante, el bebé se encarga de autoestimularse con sus manos o los elementos del entorno; son meses de meterse todo en la boca. Además, esta coordinación ojo-mano-boca se considera como la estrategia de autorregulación más avanzada y fomenta la participación activa del bebé.

¿Cuál es la posición correcta para dar el pecho en los primeros meses?

Además de la inmadurez en la boca, el bebé no tiene control del cuerpo para moverse hacia el seno y colocarse cómodo para agarrarse fácilmente. En los primeros meses, necesita que lo coloquemos en una posición que le permita permanecer estable y buscar el seno.

• ¿Sabes cuál es la posición más biológica y mamífera? La mamá acostada o inclinada y el bebé boca abajo, con sus pancitas pegadas y desnudos los dos. Así, el bebé, con su boca rozando el seno, puede realizar movimientos como un péndulo con el cuello para agarrarse de forma activa. Aquí la gravedad favorece un agarre profundo, al contrario que en las posiciones de cuna. Y cuando hablamos de forma activa, nos referimos a que el bebé posee una serie de puntos reflejos alrededor de la boca y por dentro que facilitan la alimentación.
• En esta posición, se favorece el neurodesarrollo del bebé: respira mejor, aumenta el tono general, controla el cuello, el sistema orofacial funciona mejor, y tú tienes las manos libres para poder masajear su espalda, sus pies, sus manos, etcétera.

Consejos para mejorar la lactancia y la alimentación temprana

• Explora una postura cómoda para los dos que permita el mayor contacto de su pancita con la tuya. Cuanto mejor es la estabilidad del tronco, más fácil resulta buscar el seno.
• Desnuda al máximo tus senos para que pueda reconocerte por el olor y por el contraste del color de tu areola. No solo es un consejo para cuando el bebé está lactando. Durante las primeras semanas, es bueno tenerlo siempre muy cerca para favorecer que se alimente con frecuencia, sin esperar a que llore.
• Permite que tu bebé busque de forma activa el seno y no lo manipules rápidamente para introducirlo en su boquita. El bebé está preparado para engancharse si se encuentra en una posición cómoda. Si presenta dificultad para hacerlo, puedes ayudarlo.
• Observa y respeta sus ritmos. Al inicio de la vida, los bebés tardan más en comer y lo hacen de forma muy frecuente. Recuerda que necesita descansos para respirar y dormir.
• Masajéalo mientras come. Toca con firmeza su espalda, sus manos, sus pies… Tocar es un buen estímulo para que se sienta querido. Le permite desarrollar el control de su cuerpo y mejorar el tono general.
• Potencia su neurodesarrollo con tiempos de porteo y juego boca abajo. Cuanto mejor control del cuerpo tiene, mayor es la eficacia de la lactancia y la alimentación temprana.
• Asesórate con tiempo para la introducción de la alimentación complementaria, con el fin de respetar las posibilidades y habilidades del bebé.

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6 meses: puede comer otros alimentos

A los 6-8 meses, la boca está preparada para una nueva etapa. Además de leche materna, el bebé ya puede gestionar alimentos semisólidos para ampliar la variedad de nutrientes y experiencias.

• La estabilidad y el control postural del tronco permite la estabilización de la mandíbula y la movilidad independiente de la lengua y los labios. Para lactar, no necesita un gran sellado labial; la lengua, con movimientos hacia arriba y hacia abajo, es capaz de extraer la leche. El bebé es muy habilidoso y rápido. Con 8-9 meses, si empieza a gatear, además, puede ir de forma voluntaria a buscar el alimento materno.
• A esta edad, la mandíbula puede empezar a hacer unos movimientos verticales para aplastar alimentos y es posible que erupcione algún diente para cortar. El bebé ya se mantiene estable sentado en una sillita, explora los alimentos con las manos para llevárselos a la parte anterior de la boca y puede disfrutar de los diferentes sabores y texturas. Los estudios demuestran que si este tipo de alimentación se empieza de forma temprana, la probabilidad de atragantamientos es menor a largo plazo.

• A partir de los 12 meses, la lengua se mueve en todas las direcciones y es más independiente de la parte posterior y de la mandíbula. Ya puede realizar sus primeras masticaciones. Esto permite aumentar las diferentes consistencias en los alimentos.
• Con un año y medio, el pequeño puede sellar bien los labios y comenzar una masticación rotatoria y bilateral, pues ya han aparecido los primeros molares.
• Y a los dos años, con casi todos los dientes de leche, una habilidad enorme en la boca, un buen control postural y una historia de buenas experiencias, ya puede comer prácticamente lo mismo que tú. ¡Y la lactancia materna siempre será un buen postre!

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*KIDDIES BY MI BEBÉ Y YO*

DEL PAÑAL ABIERTO AL PAÑAL AUTOAJUSTABLE

¡Una transición con muchos beneficios!

Seguramente ya eres toda una experta en el cambio de pañal de tu bebé. Sin embargo, aunque domines la técnica y lo puedas hacer en cualquier lugar y casi bajo cualquier circunstancia, quizás hayas empezado a notar que se acerca un nuevo reto a medida que tu peque va creciendo: cada vez se mueve más, es más activo y el cambio de pañal empieza a convertirse en todo un tema. Independientemente del evidente paso a las siguientes etapas del pañal, porque el bebé va creciendo y aumentando de peso, hay algunos peques que ya no son los más felices con el pañal que usan, y no porque hayan perdido eficiencia, sino porque gracias a su personalidad y nuevos retos, ellos necesitan algo que les aguante el paso.

Hablemos del pañal abierto

El pañal con el que le dimos la bienvenida a nuestro bebé es el también conocido como pañal abierto, ¡el que mamás y papás conocemos perfectamente!

Kiddies® Antifugas es un pañal abierto excelente para los primeros días del niño o niña y hasta cuando alcance un peso de entre 13 y 16 kilos. El pañal cuenta con un poderoso sistema antifugas que brinda lo tres pilares más importantes de la marca para que tú y tu bebé disfruten más tiempo de diversión y conexión en familia. Además, gracias a su máxima absorción, logra mantener los líquidos dentro del pañal, lo que garantiza que la piel esté seca durante el día y la noche (hasta por 10 horas).

Este pañal también tiene barreras anti escurrimientos, así como una fórmula con aloe, manzanilla y vitamina E, que ayudan a humectar, revitalizar y mantener saludable su piel, ayudando a prevenir rozaduras.

Hola, pañal autoajustable

¿Hay algo más práctico y aguantador que un pañal autoajustable? Sí, y pertenece a Kiddies® Explorer, que es un pañal tipo calzón con multielásticos que brindan un ajuste 360° al cuerpo de tu bebé, permitiéndole tener mayor comodidad y libertad de movimiento.

Al ser muy fácil de quitar y poner, se convierte en un gran aliado de mamás y papás, logrando un momento más relajado a la hora del cambio. ¿Tu peque está listo para dar el siguiente paso y empezar a explorar el mundo con mayor curiosidad? Entonces deberías considerar la transición del pañal abierto al ajustable, un apoyo en su desarrollo psicomotriz. Aunque es tipo calzón, no es entrenador, ya que cuenta con una absorción igual a la del pañal abierto.

Cuenta con cubiertas suaves, tipo tela, para proteger su piel delicada, y con una cinta de desecho, en la parte trasera del pañal, que facilita enrollarlo y desecharlo. También tiene laterales desprendibles y doble barrera anti escurrimientos. Lo encuentras a partir de la talla 5 (de 11 a 14 kilos), y hasta la talla 7 (para más de 15 kilos).

Si tu bebé es feliz con el pañal abierto Kiddies® Antifugas, permite que lo siga disfrutando. Y si tiene un espíritu más aventurero, cámbiate a Kiddies® Explorer.

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LA MALETA PARA EL HOSPITAL

¡La fecha del parto se acerca! Y es importante dejarlo todo bien preparado para el gran acontecimiento. Te ofrecemos un listado muy práctico con algunas indicaciones sobre lo que necesitará la mamá y el bebé en el momento del parto y en las primeras horas después de dar a luz.

10 artículos que debes meter en tu bolsa para el parto

1. Documentos

• Información del embarazo (análisis, ecografías, etc.).
• Credencial de elector de ambos (para el registro del bebé) y documentos que te haya comentado tu médico.
• Plan de parto.

2. Medicamentos que estés tomando

3. Snacks + bebida: es muy importante mantenerse bien hidratada e ingerir pequeños snacks que te den mucha energía, como piezas de fruta, chocolate, barritas energéticas, etc. En caso de tener una cesárea programada, debes seguir las recomendaciones de ayuno de tu médico.

4. Música

5. Bata: la gran mayoría de los hospitales proporciona batas tanto para el momento del parto como para el posparto, pero puedes llevarte tú los tuyos si lo prefieres.

6. Maleta con tu cepillo y pasta de dientes, cepillo del pelo, shampoo, gel y los productos que suelas usar para cuidarte. Te aconsejo que también lleves una barrita para hidratar los labios, ya que se suelen secar mucho durante el parto, especialmente, cuando te ponen oxitocina, ya que, en este caso, no puedes beber ni comer.

7. Cargador del celular

8. Zapatos cómodos/chanclas

9. Cubrebocas y gel hidroalcohólico

10. Material que tengas pensado utilizar en el parto, como bolsa de agua caliente o bolsa de semillas.

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7 imprescindibles para la bolsa del bebé

1. Pañaleros o bodies de cuerpo entero, al menos 3 ó 4, dependiendo también de la época del año en la que vayas a dar a luz; si hace mucho calor, vestir al bebé con un pañalero de manga corta sería suficiente. Te aconsejo que sean de botones; te será mucho más sencillo cambiar al bebé si estos se abren completamente, en lugar de tener que meterlos por su cabecita.

2. Bodies de manga corta, al menos 5 ó 6: ten en cuenta que, en la mayoría de los hospitales, si has tenido un parto vaginal con una buena recuperación posparto, estarás ingresada durante 48 horas. Sin embargo, a veces, puede surgir algún problema y es necesario alargar la estancia algún día más, por lo que es preferible contar con varios bodies de recambio.

3. Gorros, al menos, 2 o 3.

4. Cobijitas ligeras, al menos, un par.

5. Pañales: generalmente, te los da el centro donde has dado a luz, pero, personalmente, siempre recomiendo tener un par por si acaso, para cuando salgas del hospital.

6. Toallitas húmedas (que sean con agua).

7. Silla para el coche. La que te haya recomendado tu médico. Déjala instalada en el coche con antelación.

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TIPS para lavar la ropita del bebé

• Lava toda la ropa del bebé antes de ponérsela por primera vez. Ten en cuenta que la piel del recién nacido es muy delicada y se irrita con facilidad. Así, eliminarás restos de polvo, hilos sueltos o gérmenes que se hayan podido generar en las prendas durante el transporte o la venta.
• Elige un detergente adecuado para bebés, que no contenga ingredientes agresivos para la piel (alergenos, conservadores, enzimas, blanqueadores…) y esté probado dermatológicamente.
• Tiende las prendas al aire libre siempre que sea posible; es más sostenible que la secadora, que, además, suele desgastar la ropa.
• Lava la ropa del bebé por separado, al menos hasta los seis meses, escogiendo u programa para prendas delicadas y de doble enjuague, para eliminar los posibles restos de jabón.
• Para eliminar las manchas más difíciles de su ropita, utiliza un quitamanchas específicamente formulado para bebés, que no contenga sustancias agresivas y sea respetuoso con su piel.

4 cosas importantes para el posparto

1. Ropa cómoda

• Camisetas que no sean ajustadas. Si estás pensando en dar el pecho, también puedes llevar camisetas específicas para la lactancia.
• Pantalones holgados/leggings, ya que, después del parto o de la cesárea, sentirás molestias en la zona baja del abdomen y/o el periné.
• Brassiere de lactancia: en caso de dar el pecho, son más cómodos que un brassiere normal. No utilices brassieres o cualquier ropa que te oprima los pechos, ya que los sentirás más sensibles.
• Calzones desechables: una opción muy práctica, ya que, en el posparto, los calzones pueden ensuciarse de diversos fluidos. Para el posparto, es aconsejable utilizar aquellos que no te aprieten. En caso de cesárea, es mejor optar por unos altos, que te lleguen casi hasta el ombligo, para evitar que opriman la zona de la cicatriz.

2. Toallas posparto

3. Protectores de lactancia: no son necesarios en todos los casos. Hay madres que comienzan a mojar el brassiere al final del embarazo, pero la gran mayoría no siente que tiene leche hasta que se produce la subida de la leche (que suele ser entre el tercer y el quinto día después del parto). Puedes añadirlos para tenerlos a mano por si acaso, nunca está de más.

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4. Pomada para el pezón: no hace falta que compres una pomada para el pezón, pero te recomiendo que tengas pensado cuál usar en caso de que te salgan grietas. Cuando esto sucede, es recomendable que pidas ayuda a una asesora de lactancia, puesto que las pomadas pueden ayudar, pero las grietas no acaban de desaparecer si el problema que las está ocasionando no se soluciona. No se recomienda la aplicación de pomadas en los pezones de modo preventivo. Asimismo, te aconsejo evitar las pomadas que contienen lanolina, ya que pueden retrasar la cicatrización de las grietas.

TIPS para preparar la bolsa

• Deja preparada la maleta para el hospital al menos 4-5 semanas antes de la fecha prevista de parto, y en un lugar que esté a la mano. Si el bebé decide nacer antes de tiempo, lo tendrás todo listo por si hay que salir corriendo.
• Haz una lista con todas las cosas que debes llevar para que no olvides de nada (este artículo te puede servir de referencia).
  Si tienes alguna duda, puedes llamar al hospital donde darás a luz para que te informen.
• No lleves la casa a cuestas. Mete en la bolsa las cosas que sean absolutamente necesarias y nada más.

• Ten preparada la ropa que quieras ponerte al día del parto. Te recomiendo que sea cómoda y que se pueda quitar con facilidad, como unos leggins y una camiseta larga que te tape las partes íntimas. Elige ropa que no te importe que se manche.
• Es mejor llevar dos bolsas, una para ti y otra para el bebé, para que puedas encontrar todo más fácilmente.
• En la maleta del bebé, lleva todo bien organizado. Un truco es meter cada conjunto en una bolsa individual transparente, como las que usamos para congelar la comida, por ejemplo.
• No te olvides del cepillo de dientes y de la ropa de recambio para tu pareja.

Consulta cualquier duda que tengas con el médico que te está llevando el embarazo. Recuerda que los profesionales estamos aquí para apoyarte en todo lo que necesites.

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AYÚDALO A DORMIR: PRÁCTICAS POSITIVAS Y ERRORES COMUNES

Prácticas positivas

1. Hacia el final de la tarde, se debe crear un ambiente adecuado que favorezca el sueño, atenuando los ruidos y bajando las luces de la casa. La actividad del pequeño también debe disminuirse, de modo que su sistema nervioso se prepare para el descanso. Deben evitarse, por lo tanto, las cosquillas y los juegos.
2. Es importante mantener un horario para ir a la cama, así como establecer una rutina de “buenas noches”; por ejemplo, baño relajante, cena y cuento. El hecho de asociar costumbres agradables con el momento del sueño da confianza al pequeño y facilita un sueño tranquilo, sin miedos ni dudas.
3. Acompañar la fase que precede al sueño con mimos y ternura hace que resulte menos difícil para él separarse de las personas que quiere. Para que esté más tranquilo, puedes dejar que se lleve a la cuna su peluche o su cobijita preferidos.
4. El ambiente en el que el niño duerme es muy importante para su descanso, la temperatura de su habitación debe situarse entre 18 y 21 °C. Si el pequeño tiene miedo a la oscuridad se puede dejar encendida una lucecita de compañía.

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Errores comunes

1. Uno de los errores más frecuentes es pretender que el niño interrumpa el juego de repente y se prepare para el sueño sin rebelarse o tratar de “zafarse”. A nadie le gusta interrumpir una actividad agradable. Por ello, deberías dar al niño un pequeño preaviso cuando se acerca la hora de irse a dormir, que le permitirá prepararse tranquilamente para abandonar el juego.
2. Dejar que el niño se vaya tarde a dormir por la noche, pensando que podría compensar las horas de sueño durante la siesta o el fin de semana, no es una medida válida, ya que el sueño recuperado es cualitativamente inferior con respecto al normal.
3. Por la noche, antes de acostarse, nada de televisión, videojuegos o actividades electrónicas, puesto que alteran la calidad del sueño.
4. No te enojes si no quiere acostarse o, una vez en la cama, se levanta porque dice que no tiene sueño. Vuelve a llevarlo a su habitación evitando discusiones. Manteniendo este comportamiento el niño aprenderá pronto a conocer las reglas.

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LACTANCIA Y VUELTA AL TRABAJO

¿Ha llegado el momento de volver al trabajo después de tu licencia de maternidad, pero no quieres renunciar a seguir alimentando a tu bebé con tu leche? Descubre cómo organizarte con los consejos de nuestra asesora de lactancia.

Volver al trabajo después de nuestra licencia de maternidad trastoca la dinámica familiar a la que
ya nos habíamos acostumbrado.

Se trata de un cambio grande en nuestra vida, que implica separarnos de nuestro bebé. Esto es duro para nosotras, y no se habla de ello. Es importante prepararnos a nivel psicológico para esta separación, ya que los primeros días, incluso semanas, pueden ser difíciles.

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Una de las dudas más frecuentes de las mamás en este periodo es cómo actuar con respecto a la lactancia. Lo primero de todo es saber qué queremos hacer. Puede que prefieras que, en tu ausencia, tu bebé siga tomando tu leche, aunque también es posible que no estés dispuesta a extraerte leche o, simplemente, no puedas.

De todos modos, debes saber que no es necesario destetar a tu bebé si no es lo que deseas. Existen diferentes opciones en función de lo que quieras hacer y de tus circunstancias. Lo que debes tener en cuenta es:

• Edad del bebé.
• Extracción en el trabajo o no.
• Banco de leche o no.
• Tiempo fuera de casa (la ida y la vuelta también cuentan).
• Formas de dar la leche.

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Extracción en el trabajo: qué tener en cuenta

La decisión de extraerte leche o no dependerá del tipo de trabajo que desempeñes. Hoy en día existen sacaleches inalámbricos que te permiten extraer tu leche sin abandonar tu puesto de trabajo. Otra opción es utilizar un sacaleches eléctrico doble. En este caso, será necesario disponer de unos 15-20 minutos para preparar, hacer la extracción y recoger. Si decides extraer, debes tener en cuenta varias cosas:

• El tiempo de extracción no será superior a 20 minutos por pecho.
• El tiempo idóneo es de 10-15 minutos o hasta que ves que salen gotitas y no hay flujo constante de leche.
• Es recomendable que elijas un lugar tranquilo para que puedas estar relajada.

• Si no consigues sacar mucha leche, puedes probar a ver videos de tu bebé o llevarte alguna prenda u objeto suyo para olerlo.
• Evita mirar la cantidad de leche que sale para no presionarte. Recuerda que, para conseguir más leche, necesitas estar relajada, confiar en tu cuerpo y dejar fluir.
• La leche extraída debe conservarse de forma adecuada para que pueda tomarla tu peque cuando la necesite. Si en el lugar de trabajo dispones de un refri compartido, puedes guardarla ahí el tiempo que necesites, y utilizar una hielera portátil para transportarla durante los desplazamientos.

¿Es necesario preparar al bebé para este momento?

Esta es una de las preguntas recurrentes que hacen las mamás cuando queda poco para volver al trabajo. Puedes pensar que debes empezar a dar la leche a tu bebé de otra forma para que se acostumbre a tomarla así cuando tú no estés. Sin embargo, esto no es necesario y tampoco se recomienda. ¿Acaso tú vas al trabajo unos días antes para acostumbrarte para cuando tengas que volver? No, ¿verdad? ¿Por qué quitarle y quitarte ese tiempo de estar juntos y de darle el pecho? Además, estás creando una situación que no es la real. Para ello, tendrías que dejarlo con la persona que se quedará con él cuando te incorpores al trabajo, y las horas que estés fuera de casa. El bebé se adaptará a la nueva situación cuando llegue. Confía en él.

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Edad del bebé: otra variable

En función de la edad que tenga tu bebé y del tiempo que estés fuera de casa, existen varias opciones.

• Cuando el bebé tiene menos de seis meses, puedes ofrecerle tu leche extraída o bien una de fórmula.
  En caso de que optes por la extracción, es recomendable hacer previamente un banco de leche para, así, asegurar que tu bebé recibe la cantidad de leche suficiente en cada toma. Si decides hacer un banco de leche, tendrás que empezar a prepararlo entre dos semanas o un mes antes de volver al trabajo.

• Si el bebé tiene más de seis meses, debes empezar a introducir alimentos complementarios en su dieta.
  No obstante, hay que tener en cuenta que la leche es el alimento principal del bebé durante el primer año de vida. Por lo tanto, si durante tu ausencia el bebé necesita comer dos veces o más, al menos una de ellas tendrá que ser con leche si es menor de nueve meses. Si el niño ya tiene más de 9-10 meses, podrás cambiar otra toma por derivados lácteos que ya se pueden introducir a esta edad, como el queso, siempre pasteurizado y, de ser posible, bajo en sal, o el yogur, que debe ser natural, ni de frutas ni edulcorado.
• Y, por último, en cuanto a las formas de dar la leche, es importante recordar que no solo está el biberón. Existen otras opciones si queremos prescindir de las tetinas, ya que, si el bebé es muy pequeño, pueden llevar a una confusión tetina-pezón, ya que la técnica de succión es muy diferente.

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