Enero 2024 No 4

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CUIDAR EL DINERO ¡SÍ ES COSA DE NIÑOS!

Enseñarle a tu hijo la importancia de ahorrar y gastar moderadamente es una herramienta de gran utilidad. Te decimos cómo lograrlo.  

La economía familiar es un tema muy importante en cualquier hogar. Y aunque tu hijo aún es muy pequeño para preocuparse por esto, será ideal que lo enseñes a cuidar y distribuir el dinero para cubrir sus gustos. Además, con estas acciones comprenderá el esfuerzo y la dedicación que tú y tu pareja realizan para que a él no le falte nada.

FÁCIL Y DIVERTIDO

Los niños aprenden jugando, por ello te recomendamos estas formas para que tu pequeño comprenda cómo gastar y ahorrar dinero.

SÉ SU EJEMPLO

Cuando estés planeando los gastos del mes o vayas a pagar algún servicio como el teléfono, la luz o el agua deja que él lo realice; también será una excelente idea que al momento de ir al supermercado sea tu pequeño quien compare los precios de los productos y elija cuál se acomoda mejor a sus necesidades familiares. 

VISITEN JUNTOS EL BANCO

La próxima vez que tengas planeado ir al banco lleva contigo a tu hijo. Explícale cómo se deposita o retira dinero del cajero automático; un gran acierto será si lo dejas realizar alguna operación en caja. 

MI PEQUEÑO “ASISTENTE”

A esta edad es recomendable marcar algunas tareas como su obligación, por ejemplo, recoger sus juguetes u ordenar sus zapatos; sin embargo, puedes jugar con otras actividades (siempre acordes con su edad), como ayudarte a lavar el coche o colocar los individuales y cubiertos en la mesa a la hora de comer, y darle un pequeño pago en recompensa.  

¿CUÁNTO ES?

Cuando vayas a la tienda, al supermercado, tomen algún transporte público o simplemente le compres algún dulce fuera de la escuela deja que tu peque pregunte cuánto es y pague, así entenderá que las cosas tienen un precio y se sentirá niño grande al ayudarte. Una buena idea es que si tú o su papá le han dado dinero lo utilice para ese dulce que desea al salir de la escuela.

¡QUIERO, QUIERO, QUIERO!

Es normal que a esta edad tu hijo te pida que le compres muchas cosas; sin embargo, no es recomendable que a todo le digas que sí. Esto no significa que no lo quieras o eres una mala persona, mejor explícale que hay prioridades y sería de gran ayuda que él entendiera que si le dices que no te está ayudando a ahorrar.     

VAMOS A AHORRAR

Si tu pequeño quiere que le compres un juguete o pronto celebrarán el cumpleaños de algún familiar apóyalo para que ahorre su “domingo” y llegue a la meta de lo que desea comprar; también puedes negociar con él, es decir, que tú pagas la mitad del precio y él el restante, lo importante es que se esfuerce por conseguir lo que anhela. 

QUE NO LE FALTE

Alcancía: Para que tu pequeño pueda ahorrar necesitará una alcancía; procura que sea de plástico y tenga un orificio para sacar el dinero sin necesidad de romperla.

Juegos de mesa: Los juegos de destreza como Monopoly o Turista mundial son perfectos para enseñarle de una manera divertida a tu pequeño la noción de ganar, ahorrar y perder dinero.

Cartera: Tal vez opines que es un objeto innecesario porque aún es un niño; sin embargo, además de evitar que tu hijo pierda el dinero, está aprendiendo el valor de la responsabilidad porque sabe que debe ser cuidadoso para no extraviarla.

Calculadora: A esta edad los niños apenas comienzan a conocer los números, así que si aún no saben sumar y restar, es una buena idea darle una herramienta que lo ayude.

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6 CONSEJOS PARA QUE TU HIJO HAGA LA TAREA

Desde hace algunos años se hacen investigaciones sobre la importancia y los beneficios de la tarea escolar. Algunos estudiosos de la educación consideran importante que las niñas y niños hagan tarea porque los ayuda reforzar los conocimientos adquiridos en las aulas y a fortalecer el vínculo entre padres e hijos. Pero también están quienes opinan que dejar tarea no es necesario, ya que sólo provoca estrés y ansiedad a los estudiantes.

Mientras se ponen de acuerdo los investigadores, los padres de familia seguimos haciendo la misma pregunta a nuestros hijos: ¿qué te dejaron tarea? o ¿por qué no has hecho la tarea? Incluso, hay hogares en los que este tema se ha vuelto una pesadilla debido a que la niña o el niño no la quiere hacer.

A continuación te damos algunas estrategias para que dejes de gritar y apoyes a tu hija o hijo para que haga la tarea con gusto. 

1. ADAPTA UN ESPACIO PARA ESTUDIAR Y HACER LA TAREA

Si batallas para que tu niña o niño haga la tarea, o simplemente no quieres que ese momento del día sea algo desagradable, es importante que, desde que son pequeños, establezcas un espacio para leer, colorear, armar rompecabezas, estudiar y hacer la tarea.

Este lugar debe estar iluminado y alejado de distractores como la televisión. Coloca una mesa y silla de trabajo adaptadas al tamaño de tu peque para que esté cómodo. Deja que lo decore con algunos pósters de sus personajes favoritos con el fin de que le guste este espacio, lo sienta suyo y quiera estar en él.

También será necesario colocar un pequeño librero para que pueda poner sus libros de cuentos preferidos y tener a la mano materiales escolares, como colores, tijeras de punta roma, lápices, goma, sacapuntas y pegamento, entre otros.

2. CREA EL HÁBITO DE ESTUDIAR

Haz que la tarea se vuelva parte de la rutina. Así como enseñamos a nuestros hijos hábitos de limpieza e higiene, es importante que fomentemos el hábito de leer y estudiar. Y esto se puede lograr, si lo practicamos todos los días.

Nuestra tarea como padres es predicar con el ejemplo; que tus hijos vean que lees por gusto y que, por placer, realizas alguna actividad intelectual, que requiere momentos de concentración y silencio, como responder crucigramas, armar rompecabezas, colorear mandalas o aprender idiomas.

3. EVITA QUE HAYA DISTRACTORES

Cuando tu niña o niño se disponga a hacer la tarea, evita que haya distractores en la habitación de estudio o en el espacio que acondicionaste para este propósito. Apaga la televisión si está encendida y pon en modo avión los dispositivos electrónicos para que no lleguen notificaciones y tampoco surjan interrupciones.

De acuerdo con Cecilia Kissy Guzmán, doctora en Psicología Educativa y del Desarrollo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la tarea debe ser un área de oportunidad para padres y profesores. La finalidad es retroalimentar a los estudiantes. “Decirles las cosas que se deben mejorar y las razones del porqué hacerlo”.

Pero también, la tarea debe permitir vincular los conocimientos adquiridos en la escuela con la familia y el entorno. Y es necesario que impliquen un desafío cognitivo a los estudiantes. “Una tarea debe escudriñar el conocimiento y ampliarlo”, explica.

4. ESTABLECE UN HORARIO PARA LA TAREA

Si no quieres que la tarea sea una pesadilla para tu niña o niño es necesario establecer una hora del día para hacerla. Procura que no sea cuando tu hijo regrese de la escuela. Después de una jornada escolar necesitará un descanso. Aunque tampoco lo dejes para el último.

Elige un momento en el que tu hijo no tenga hambre o sueño. Si fuera el caso, permite que coma algo, se hidrate y descanse. Lo recomendable es que un pequeño no permanezca mucho tiempo haciendo la tarea. Diez minutos al día por cada grado escolar debería ser suficiente. ¡Los niños necesitan jugar! Además, “el cuerpo y el cerebro se cansan y llega el momento en el que el que el estudio no es significativo”, señala la organización British Council en México.

Si el profesor de tu hijo deja mucha tarea, puedes establecer un tiempo de descanso para que tu peque haga una breve pausa y después continúe. 

5. FOMENTA LA AUTONOMÍA

En su ingreso a la etapa escolar, los niños necesitarán el apoyo de los padres para realizar la tarea. Los adultos somos quienes estamos enseñando cómo organizarse para que, más adelante, ellos puedan realizar solos esta actividad. Por eso, nunca hagas la tarea por ellos argumentando que “es mucha” o que “ya es muy tarde y mañana tiene que levantarse temprano”.

Tu tarea es apoyar a tu hija o hijo. Se trata de que como mamá o papá acompañes a tu pequeño a hacer la tarea para que aprenda a estudiar por su propia cuenta, pero no que la hagas por ellos. Tu labor es fomentar su autonomía para el aprendizaje.

6. OLVÍDATE DE LAS FRASES NEGATIVAS

Sabemos que después de una jornada laboral nadie quiere más trabajo,  pero seamos positivos y pensemos que la tarea escolar tiene beneficios para nuestros niños. Uno de ellos es fortalecer el vínculo entre padres e hijos, pues “aprender en familia es una manera de reforzar lazos, compartir nuevas experiencias y completar la labor que desarrollan los maestros en las escuelas”, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO).

La tarea también tiene como finalidad que los alumnos puedan repasar lo que vieron en la escuela y consolidar los nuevos aprendizajes. Así que deja de realizar expresiones negativas como ¡Qué flojera hacer tarea! La actitud que adoptes será la que tu niña o niño también tenga.

Finalmente, tampoco ofendas a tus hijos si le cuesta trabajo realizar algún trazo u operación. Por el contrario, reconoce sus esfuerzos con, con un paseo por el parque o un abrazo y un beso. Entonces, ya sabes, la próxima vez dile a tu niña o niño: “¿Qué quieres que hagamos después de que acabes la tarea?”

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ASÍ INFLUYEN LAS PALABRAS EN SU AUTOESTIMA

La percepción que nuestros hijos tienen de sí mismos está estrechamente vinculada y condicionada también con la forma en la que nosotros los tratamos. Esto tiene que ver mucho con la comunicación y el lenguaje. 

Para un buen desarrollo de su personalidad, es clave entender que la forma en la que nos comunicamos con ellos tendrá, independientemente de la carga emocional, un amplio vocabulario que ellos mismos adoptarán y harán suyo, no sólo para comunicarse con los demás, sino también para hablarse a sí mismos todo el tiempo. Si los mensajes siempre llegan con palabras que carecen de cariño y con una connotación negativa, su diálogo interno también las utilizará para hablarse a sí mismos de esta manera.

Veamos estas formas de utilizar las palabras para favorecer la autoestima de nuestros hijos e hijas.

MENOS ELOGIOS Y MÁS ALIENTO

En ocasiones, cuando queremos manifestar la aprobación que sentimos al ver a nuestros hijos comportándose de la forma en la que nosotros esperamos, tendemos a utilizar elogios en exceso, lo cual tampoco es beneficioso. Lo mejor es liberarlos y liberarnos de la necesidad de expresar frases que no son reales o son muy exageradas, y utilizar, en sustitución, alientos y descripciones. De lo contrario, nuestros hijos podrán dudar de la veracidad de nuestras palabras, o pensar que realmente lo han hecho tan bien que ya no hace falta mejorar. 

VALORAR EL ESFUERZO

Tendemos siempre a valorar más el resultado que el propio proceso que se tuvo que realizar para alcanzarlo, sin tener en cuenta, tampoco, el esfuerzo que tuvo que realizarse para conseguir ese resultado. En diferentes niños, para alcanzar un mismo resultado, el esfuerzo y el proceso nunca será el mismo. A algunos les costará más aprender a leer; a otros, aprender a amarrarse las agujetas de los tenis. No todos los niños que tienen una calificación de 10 en matemáticas estudiaron la misma cantidad de horas; posiblemente, algunos estudiaron día tras día, y otros, un par de horas antes del examen. Y, sin embargo, en la mayoría de los casos, nos limitamos a elogiar directamente la calificación, sin detenernos en el proceso y en el esfuerzo que tuvo que hacer cada uno para alcanzarlo.

ESCUCHAR ACTIVAMENTE

Cuando nuestros hijos nos están explicando algo, no es bueno interrumpirles para adelantarnos a lo que nos van a decir, con el afán de ganar tiempo. Por el contrario, ellos necesitan sentirnos realmente presentes, física y emocionalmente, sin distracciones o actividades paralelas, y notando que lo que nos están explicando realmente nos interesa.

LÍMITES Y DESACUERDOS SIN AGRESIVIDAD

Ante algún tipo de desacuerdo o en la negociación de algún límite, tenemos que ser capaces de transmitir la información y mantener un tono amable, correcto y respetuoso, dejando a un lado los gritos, las amenazas y los reproches, que no aportan absolutamente nada positivo, y que, además, no les permiten asimilar ningún tipo de conocimiento nuevo. También es muy importante que, una vez negociados y establecidos, los límites y acuerdos sean respetados y cumplidos por ambas partes. Esto brindará seguridad y confianza de forma bidireccional a la relación.

MÁS AMOR Y SINCERIDAD

En ocasiones, mentimos a los niños porque consideramos que no son capaces de entender determinadas situaciones. La verdad debería ser uno de los valores con más peso en las familias. Siempre podemos hablarles con sinceridad, adaptando el vocabulario y la información a la edad del niño o de la niña. Nuestros hijos tienen que poder confiar incondicionalmente en nuestras palabras, y aprender que mentir no es una opción. 

FUERA ETIQUETAS Y JUICIOS

De forma inconsciente o no, a lo largo del día, decimos infinidad de adjetivos y destacamos cualidades y defectos de los demás. En el caso de nuestros hijos, todo aquello que reciben de nuestra parte, siendo nosotros su máxima y más fiel referencia, será lo que ellos crean de sí mismos también. Palabras y frases que describen su carácter, como, por ejemplo, “eres un poco flojo”, “las matemáticas no son lo tuyo”, “¡qué pesada eres!”, los ayudan a crear su propia imagen y condicionan su forma de ser y de relacionarse con los demás. 

Asimismo, es necesario que reciban de nuestra parte mensajes que les demuestren que son importantes, que destaquen sus cualidades, que les den a entender que son tenidos en cuenta, y que, por encima de todo, los queremos tal y como son.

Recuerda que nuestras palabras siempre generarán un impacto en nuestros hijos, de forma positiva o negativa. Las palabras nunca se las lleva el viento, como dice el refrán, sino que nuestro mensaje siempre construirá, lastimará, destruirá o curará, y eso irremediablemente se reflejará en ellos el día de mañana. Por eso, es importante pensar en las palabras como una especie de energía moldeadora de la personalidad de nuestros hijos, que veremos reflejada en los adolescentes y en los adultos del futuro.

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3 FABULOSOS ZOOLÓGICOS Y GRANJAS PARA IR CON LOS PEQUES

Visitar un zoológico o granja es una experiencia enriquecedora para la mayoría de niñas y niños. Esta actividad permite a los pequeños conocer más sobre los animales que han visto en libros o en sus series favoritas de televisión. Y que aprendan qué comen, cómo es su hábitat y cuántos años pueden vivir.

Los zoológicos y las granjas son espacios que potencian la curiosidad de los infantes, el desarrollo del lenguaje y hasta el seguimiento de reglas de convivencia, pero también son experiencias que promueven el desarrollo infantil al activar los sentidos del ser humano, explica la pedagoga Cristina Díaz Lezama.

La visita a un zoológico permite a los niños:

  • Observar a los animales
  • Escuchar los sonidos que emiten
  • Oler y conocer su hábitat
  • Tocar su piel (siempre y cuando se permita)

Ir a estos espacios siempre es gran plan para los fines de semana y días de asueto. Mira nuestras recomendaciones:

ZOOLÓGICO DE CHAPULTEPEC

Se trata del zoológico más antiguo de la Ciudad de México  –tiene 100 años– y es uno de los más grandes y concurridos de México y América Latina.

¿Qué ver en este lugar? Aquí podrás admirar mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Si quieres sorprender a tu niña o niño, dirígete a los elefantes, hipopótamos y jirafas. Llévala(o) a conocer a los animales que están el peligro de extinción, como el lobo mexicano, el jaguar, los ajolotes y a Xin Xin, el panda gigante.

La recomendación es que llegues temprano para evitar aglomeraciones. Está abierto desde las 9 de la mañana, de martes a domingo, y cierra a las 16:30 horas. Toma en cuenta que a partir de medio día hay mucha gente. Si llegan cuando abre, pueden aprovechar mejor su visita y ver cómo alimentan a algunos de los animales que habitan en este zoológico, que fue inaugurado el 6 de julio de 1923 por el biólogo mexicano Alfonso Luis Herrera López. La entrada es libre.

ZOOLÓGICO DE GUADALAJARA

¿Te imaginas contemplar desde las alturas a la fauna de un zoológico? Aquí puedes disfrutar de un viaje aéreo en un teleférico que ofrece una vista panorámica de venados, gorilas y osos. O puedes hacer tu recorrido en un safari y conocer las especies animales que habitan en la sabana.

¿Qué más vas a encontrar? En este zoológico podrás ver pingüinos. Sí, leíste bien. Abrígate porque aquí hace mucho frío como en la Antártida. También puedes convivir con canguros rojos y alimentar a un capibara, que son nada más y menos que el roedor más grande del mundo. El zoológico está ubicado en Guadalajara, Jalisco, y está abierto de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.

GRANJA LAS AMÉRICAS

Esta granja se ubica dentro del Hipódromo de las Américas, en la Ciudad de México. Las actividades que más gustan a los niños, y no tan niños, son interactuar con los animalitos. En este lugar puedes dar de comer a una cabra, cepillar a una vaquita y hasta pasear en un pony. También hay un mini corral especialmente para los más pequeñitos de la familia, en donde tus hijos podrán acariciar y cargar a un pollito o un conejito bebé.

Para los amantes de los perros, hay un corral de cachorros de las razas Beagles y Labradores. En este espacio tus hijos podrán jugar con estos perrunos, tomarse fotografías, rascarles la pancita, pero, sobre todo, aprender que los caninos no son juguetes, sino mascotas que necesitan ser alimentadas y tener cuidados 

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