Diciembre-Enero No 3

Autoestima: 4 pasos para cultivarla
en el posparto

El embarazo y la maternidad transforman la vida de las mujeres de formas profundas, llenándolas de experiencias maravillosas, pero también de desafíos. Tras el parto, es común que muchas madres enfrenten cambios físicos y emocionales que afectan su autoestima. Si te has sentido desconectada de tu cuerpo o incómoda con tu nueva imagen, no estás sola. En este artículo, te ofrecemos cuatro pasos para trabajar en tu autoestima, y empoderarte como mujer y como madre.

1. Acepta los cambios físicos

El primer paso para trabajar en tu autoestima es aceptar los cambios físicos que el embarazo y el parto han traído consigo. Recuerda que tu cuerpo atravesó un proceso extraordinario para dar vida a otro ser humano, y es normal que necesite tiempo para recuperarse.

  • Reconoce el esfuerzo de tu cuerpo. Aceptar que es normal no sentirte cómoda con tu cuerpo tras dar a luz es clave. Tu cuerpo cambió para cumplir su propósito más importante: traer una nueva vida al mundo.
  • Céntrate en tus logros. En lugar de enfocarte en lo que percibes como defectos, concéntrate en lo que tu cuerpo ha logrado y en la fuerza que posees. 

2. Prioriza el cuidado personal y el bienestar

  • Mejora tu alimentación. Elimina los productos ultraprocesados, el azúcar y la comida chatarra. Llena tu plato de alimentos frescos y nutritivos que te beneficien tanto a ti como a tu bebé.
  • Haz ejercicio regularmente. Aunque al principio puede parecer complicado, el ejercicio te ayudará a sentirte más fuerte, reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo. Puedes empezar con caminatas ligeras o ejercicios de baja intensidad y aumentar poco a poco.
  • Descansa lo necesario. Aunque el descanso puede ser un reto con un recién nacido, establecer rutinas de sueño y buscar apoyo para compartir responsabilidades te ayudará a recuperar energías.
  • Crea momentos para ti. Practica técnicas como la meditación, la respiración profunda o el yoga para reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional.

3. Desarrolla una mentalidad positiva

La forma en la que te hablas a ti misma afecta profundamente cómo te sientes. 

  • Desafía los pensamientos negativos. Cuando surjan pensamientos autocríticos, detente y reflexiona: ¿Qué es lo que realmente te dicen estos pensamientos? Reemplázalos por frases de empoderamiento y gratitud hacia ti misma.
  • Sé honesta contigo misma. Reconoce tus emociones sin juzgarte y recuerda todo lo que has superado hasta ahora. Eres más fuerte de lo que piensas, y la maternidad es prueba de tu poder interior.

4. Busca apoyo y comunidad

La maternidad puede ser una etapa solitaria, pero no tiene por qué serlo. Rodearte de personas que estén pasando por experiencias similares puede marcar una gran diferencia en tu autoestima y bienestar emocional.

  • Busca grupos de apoyo de madres en línea o en tu comunidad local. Compartir tus vivencias y escuchar las de otras mamás puede brindarte una perspectiva renovada y un sentido de pertenencia.

Trabajar en tu autoestima después del embarazo no es una opción, ¡es una misión! Aunque requiere tiempo, paciencia y autocompasión, este proceso es indispensable para mantener una conexión emocional sólida contigo y con tu bebé. A medida que cultivas el amor propio y el autocuidado, estarás mostrando a tus hijos un ejemplo poderoso de fuerza y determinación.

Recuerda: cada paso que des hacia el cuidado de ti misma es un regalo que te beneficiará a ti y a tu familia. ¡Nunca subestimes tu grandeza!

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BABY BLUES: Entendiendo la tristeza
posparto y cómo superarla

¿Es normal estar triste tras la llegada del bebé? ¿Cómo diferenciar esta tristeza posparto con el término baby blues o una depresión? ¿Cómo llegas ahí? La psicóloga nos da las claves para entender y superar este proceso.

A lo largo de los días tras el nacimiento del bebé, muchas mujeres experimentan una mezcla de emociones que pueden ir desde la alegría y el alivio hasta la tristeza y la ansiedad. Este fenómeno es conocido como baby blues y afecta a una gran cantidad de madres recientes.

El baby blues es una respuesta emocional normal a los cambios hormonales, físicos y emocionales que ocurren después del parto. Se caracteriza por sentimientos de tristeza, irritabilidad, cambios de humor y cansancio extremo. Aunque puede ser desconcertante, generalmente estos síntomas desaparecen en unas pocas semanas sin necesidad de tratamiento médico.

Es fundamental que las mujeres cuenten con un sistema de apoyo desarrollado y comprensivo, incluyendo a sus parejas, familiares y amigos, para ayudarlas a navegar en este período de transición. Además, es importante que las madres se den permiso para priorizar su descanso y autocuidado, lo que puede marcar una gran diferencia en su bienestar general.

Sin embargo, si los sentimientos de tristeza persisten o se intensifican, puede ser señal de una depresión posparto, una condición más seria que requiere atención médica profesional. Hablar con un especialista en salud mental es clave para recibir el apoyo adecuado y garantizar el bienestar de la madre y su bebé.

Alimentación complementaria:
una nueva aventura para tu bebé

A los seis meses, los bebés comienzan una etapa emocionante: la introducción de la alimentación complementaria. Este momento marca la inclusión de nuevos alimentos en su dieta, además de la leche materna o fórmula. Pero, ¿cuáles son los alimentos más recomendables y cuáles es mejor evitar para proteger su salud? Aquí te presentamos una guía práctica basada en recomendaciones de expertos.

¿Qué alimentos son recomendables desde el inicio?

El bebé puede consumir prácticamente de todo a partir de los 6 meses, salvo algunos alimentos que podrían ser peligrosos o perjudiciales para su salud. Entre ellos se encuentran:

  • Miel: No se recomienda para menores de un año debido al riesgo de botulismo.
  • Azúcar y sal: Pueden afectar su salud a largo plazo.
  • Algas: Contienen niveles altos de yodo que pueden ser nocivos.

Por otro lado, es crucial priorizar alimentos ricos en hierro y zinc, ya que estos micronutrientes empiezan a disminuir en los aportes de leche materna o fórmula. Además, al introducir nuevos alimentos, es importante considerar lo siguiente:

  • Dejar 24 horas entre cada alimento nuevo para identificar posibles alergias o intolerancias.
  • Esperar tres días con alimentos más alergénicos como el huevo o el pescado, ya que algunas reacciones tardan más en aparecer.

¿Qué tipo de carne es ideal para el bebé?

La carne es una excelente fuente de proteínas y micronutrientes, pero no todas son iguales. Aquí algunas recomendaciones:

  • Carne blanca (aves y conejo): Es la más recomendada por su bajo contenido graso.
  • Carne roja: Puede incluirse, pero priorizando las partes magras como el lomo o filete. Se sugiere limitar su consumo a 1-2 veces por semana, ya que un exceso puede asociarse con riesgos de salud como ciertos tipos de cáncer.

Para preparar la carne de forma adecuada:

  • Opta por técnicas de cocción saludables como al vapor, al horno o cocida.
  • Evita la carne a la brasa o frita, ya que puede generar compuestos perjudiciales para los niños.
  • Si tu bebé sigue el método BLW (Baby-Led Weaning), puedes incluirla en mini hamburguesas o en salsas como la boloñesa.

¿Qué pescado puede comer tu bebé?

El pescado es otro alimento clave en esta etapa por su riqueza en nutrientes esenciales:

  • Pescados azules: Son una excelente opción por su contenido en ácidos grasos Omega 3 y 6, y vitaminas como la A y D.
  • Pescados a evitar: Especies como el pez espada, emperador, atún rojo y cazón deben excluirse debido a su alto contenido en mercurio, especialmente en menores de 10 años.

El huevo, un alimento estrella

El huevo es un alimento altamente nutritivo, pero su introducción debe hacerse con cuidado:

  • Puedes ofrecer yema y clara juntas, comenzando con pequeñas cantidades y aumentando gradualmente.
  • Siempre ofrece el huevo bien cocido para evitar riesgos de salmonelosis y mejorar la absorción de proteínas. Algunas opciones ideales son huevo duro, revuelto o en forma de omelette.
  • La frecuencia recomendada es de 3-4 veces por semana, aunque puede darse hasta un huevo al día.

El inicio de la alimentación complementaria es una etapa clave en el desarrollo de tu bebé, y elegir los alimentos adecuados marcará la diferencia. Prioriza opciones frescas, naturales y ricas en nutrientes, y evita aquellos que puedan suponer un riesgo para su salud. Además, sigue siempre las recomendaciones del pediatra para asegurar que tu pequeño crezca fuerte y sano. 

Video: La importancia de cargar al bebé y mimarlo

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La guía definitiva para cuidar la piel de tu bebé para toda la familia en temporada de frío

El frío puede ser un gran desafío para la piel delicada de los bebés. Las bajas temperaturas, el viento y el uso constante de calefacción en los hogares tienden a resecar y agrietar la piel, por lo que requiere cuidados especiales. Durante la temporada de frío es esencial prestar atención a los cambios en la piel del bebé y adaptarse a una rutina más cuidadosa para mantenerla suave y saludable.

Los baños largos y con agua caliente, aunque parecen reconfortantes, pueden dañar la piel de tu bebé eliminando los aceites naturales que la protegen. Es recomendable optar por baños cortos que duren entre 5 y 10 minutos y con agua tibia, utilizando jabones suaves diseñados específicamente para bebés. Al salir del baño, seca suavemente su piel sin frotar demasiado. Cuando salgas a la calle, es importante proteger la piel del bebé de los elementos externos. Viste a tu bebé con ropa adecuada, como guantes, gorros y bufandas de materiales suaves y que permitan la transpiración, como el algodón. Este tipo de tela evita que la piel se irrite o se sobrecaliente. No utilices materiales que puedan irritar su piel como la lana o las fibras sintéticas.

Dentro de casa, el uso de la calefacción puede disminuir la humedad del aire, lo que puede resecar la piel de tu bebé. Para evitarlo, utiliza un humidificador en su habitación y asegúrate de mantener un nivel de humedad ideal, entre el 40% y el 60%. Esto no solo beneficia la piel del bebé, sino también sus vías respiratorias, ayudando a evitar problemas de sequedad nasal o irritación.

La ingesta de líquidos también es fundamental para mantener la piel del bebé hidratada desde el interior. Si tu bebé ya consume agua, asegúrate de que beba lo suficiente. Si está en etapa de lactancia, puedes ofrecerle más tomas para ayudar a su hidratación.

La hidratación es clave para proteger la piel delicada de tu bebé, ya que el frío tiende a resecar áreas como las mejillas, las manos, los labios y la nariz que pueden resecarse fácilmente, especialmente si el bebé está congestionado. Aplicar cremas hidratantes y pomadas especiales varias veces al día, sobre todo después del baño, ayuda a mantener la piel suave y protegida. Productos como Aquaphor Pomada reparadora son ideales para reparar y proteger la piel del bebé, asegurando una humectación instantánea y una hidratación duradera, incluso en invierno.

5 tips para saber qué NO hacer cuando tu niño tiene fiebre

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  • No lo tapes demasiado. Subirá más su temperatura corporal.
  • Evita baños con agua fría. No ayuda y puede causar malestar. Mejor agua tibia.
  • No uses alcohol o colonia. Podría inhalar vapores o absorber alcohol por la piel.
  • No des antibióticos sin receta. Solo funcionan contra bacterias, no virus.
  • No des aspirina antes de los 12 años. Es normal que pierda el apetito con fiebre.

Qué comer en el desayuno durante el embarazo

El embarazo es una etapa llena de cambios y nuevas necesidades para el cuerpo. Uno de los momentos más importantes del día es el desayuno, ya que proporciona la energía necesaria para afrontar las actividades diarias y garantiza los nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé.

Ideas de desayunos saludables

Si buscas opciones nutritivas, deliciosas y fáciles de preparar, estas ideas son perfectas para comenzar el día con energía:

  • Pan tostado integral con aguacate y rodajas de jitomate, acompañado de un vaso de jugo de naranja natural.
  • Licuados verdes: Mezcla espinacas, frutas frescas y leche vegetal para un desayuno ligero y lleno de energía.
  • Yogures naturales: Con frutas y granola, ideales para mejorar la digestión y obtener nutrientes esenciales.
  • Huevos revueltos con espinacas y pan integral. Una opción rica en proteínas y vitaminas.

¿Qué hacer si tienes náuseas matutinas?

Las náuseas matutinas son comunes durante el embarazo y pueden dificultar el disfrute de los alimentos, especialmente en el desayuno. Sin embargo, existen estrategias para manejarlas:

  • Opta por alimentos suaves y fáciles de digerir, como galletas, pan tostado o frutas.
  • Divide tu desayuno en pequeñas porciones. Comer en dosis pequeñas y aumentar gradualmente la cantidad puede evitar la sensación de pesadez.
  • Mantente hidratada con agua o infusiones ligeras.
  • Evita alimentos grasos o picantes que puedan empeorar las náuseas.
  • Si las náuseas persisten, consulta a un profesional de salud para obtener orientación y apoyo.

El desayuno durante el embarazo debe ser balanceado y adaptarse a tus necesidades. Aunque las náuseas pueden ser un reto, planificar tus comidas para incluir nutrientes esenciales ayudará a mejorar tu bienestar y el desarrollo de tu bebé.

Nutrientes clave en el desayuno

El desayuno es el momento ideal para incorporar una variedad de alimentos ricos en nutrientes esenciales. Aquí algunos que no pueden faltar en tu dieta:

  • Proteínas: Fundamentales para el desarrollo de tejidos y el crecimiento del bebé. Incluye yogur, huevos, quesos bajos en grasa y frutos secos.
  • Hierro: Previene la anemia y asegura el funcionamiento óptimo del organismo. Encuéntralo en espinacas, avena fortificada y semillas de girasol.
  • Ácidos grasos esenciales: Como el Omega-3, vital para el desarrollo neurológico del bebé. Presente en nueces, semillas de chía y pescados como el salmón.
  • Ácido fólico: Esencial para la salud y el desarrollo del bebé. Se encuentra en el brócoli, el aguacate, los espárragos y cereales fortificados.
  • Fibra: Mejora la salud digestiva y previene el estreñimiento. Incorpora frutas frescas, verduras, cereales integrales y legumbres con mayor carga de fibra.

Alimentos a evitar o consumir con moderación

Para garantizar la seguridad y el bienestar de tu bebé, es importante evitar o limitar ciertos alimentos:

  • Los procesados o crudos sin pasteurizar, como lácteos, huevos, carnes y pescados.
  • Las bebidas con exceso de cafeína, así como infusiones y dietas restrictivas.
  • Jugos poco pasteurizados.

Tips importantes para futuras mamás

  1. Planifica tus desayunos con anticipación. Esto te ayudará a evitar decisiones de última hora y podrás garantizar opciones nutritivas incluso en días ocupados.
  2. Consulta a un profesional de la salud. Hablar con un nutriólogo especializado en embarazo es clave para personalizar tu dieta y cubrir tus necesidades específicas.

Un desayuno balanceado no solo beneficia tu salud, sino también el desarrollo y bienestar de tu bebé. Haz de este momento una oportunidad para cuidar de ambos y empezar el día de la mejor manera. ¡Disfruta de esta etapa única y llena de aprendizaje! 

Video: A qué edad sostiene la cabeza el bebé

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