Ya estás en la SEMANA 8
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BEBÉ
En esta semana, se desarrollan los pies del feto, en forma de pala, y aparecen los dedos de las manos, que permanecen unidos. El feto apenas mide 13 mm, pero ya no se parece a una “alubia”: la cabeza, los ojos, los brazos y las piernas le dan la forma de un pequeño ser humano. Los esbozos de los órganos sexuales empiezan a desarrollarse, pero, en esta semana, los niños y las niñas aún son indistinguibles. Comienzan a formarse los primeros huesos e, incluso, se empiezan a intuir los dientes en las encías.
MAMÁ
El útero ya aumentó de volumen (tiene el tamaño de una naranja), y las hormonas que circulan en la sangre pueden provocar la aparición de forúnculos sobre la piel, que puede volverse un poco más grasa.
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XEXÁMENESX
Controles del embarazo
Seguramente, aún no te has sometido a ningún control, y puedes tener dudas sobre cuándo empezar y cuáles son los exámenes que se suelen practicar. Te lo explicamos, trimestre por trimestre.
• PRIMER TRIMESTRE •
Si es posible, antes de las 13 semanas, los exámenes previstos son:
>Analísis completo de sangre: es un análisis que presta una especial atención a algunos de sus componentes. Se trata de: glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas, concentración de hemoglobina (proteína que transporta el oxígeno a la sangre), hematocrito (porcentaje de sangre ocupada por los glóbulos rojos) y fórmula leucocitaria (porcentaje relativo a los diferentes tipos de glóbulos blancos).
> Grupo sanguíneo y factor Rh: si la mujer pertenece a un grupo sanguíneo Rh negativo, se debe realizar el test de Coombs indirecto, que valora la presencia de anticuerpos anti Rh positivo. Si están presentes (por ejemplo, por una transfusión o un embarazo anterior), podrían destruir los glóbulos rojos del bebé en un embarazo posterior.
> Anticuerpos del virus de la rubéola: valora la inmunidad contra la rubéola, enfermedad muy peligrosa para el feto si la mamá se contagia en los primeros meses. Si la mujer no es inmune, será aconsejable que se vacune, y que retrase el embarazo un mínimo de cuatro semanas, previa repetición del análisis de control.
> Toxoplasmosis: es una enfermedad infecciosa peligrosa para el feto si se contrae en el embarazo, puesto que puede causar problemas en el sistema nervioso central y en la visión. No existe ninguna vacuna contra esta enfermedad. Para evitar el contagio, cuando la mujer decide quedar embarazada, debe evitar comer carne cruda o poco cocida, y frutas y verduras crudas que no estén lavadas de forma cuidadosa. Este análisis debe repetirse una vez por trimestre si la mamá resulta no inmune a esta enfermedad. Otras infecciones que se analizan son VIH 1-2 (SIDA), sífilis, hepatitis B y C.
Asimismo, están previstos otros controles:
> Transaminasas (GOP y GPT): valorando la concentración de estas enzimas en sangre, se pueden obtener indicaciones sobre el funcionamiento del hígado.
> Creatinina y urea: el aumento de la creatinina puede indicar un mal funcionamiento de los riñones. Si los valores de urea salen alterados, pueden indicar la presencia de deshidratación o de una enfermedad del riñón.
> Colesterol y triglicéridos: los niveles de colesterol y de triglicéridos aumentan durante el embarazo, por lo que se controlan de forma especial en cada trimestre.
> Tiroides (T3, T4 y TH): este análisis se realiza para prevenir el hipotiroidismo congénito, un trastorno provocado por la falta de yodo durante el embarazo.
> Ácido úrico: se realiza para detectar un trastorno en el metabolismo. Si el índice de ácido úrico es elevado, se prescribe una dieta especial para la mamá.
> Glucosa: este análisis mide la cantidad de azúcar en la sangre. Aunque los valores sean normales, debe realizarse un mínimo de 2-3 veces en el transcurso del embarazo. Un valor persistentemente superior al límite fundamenta una seria sospecha de la presencia de diabetes, que requiere de un control más específico.
> Cribado bioquímico (screening prenatal): consiste en analizar las enzimas del feto (BHGC, estriol y alfafetoproteína) presentes en la sangre materna, con el fin de evaluar el riesgo de que el feto padezca alguna anomalía cromosómica. No obstante, los resultados de estos análisis no son determinantes, sino que se deben valorar junto con los resultados de la ecografía de la semana 12, donde el ginecólogo mide el pliegue nucal del feto, entre otros datos. Si el valor de riesgo es 1 entre 250, o mayor, se aconseja realizar una amniocentesis.
> Análisis de orina: permite controlar la posible presencia de proteínas en la orina, en particular, la albúmina. En caso positivo, la mamá podría estar sufriendo una preeclampsia, enfermedad caracterizada por un aumento de la presión arterial, que puede provocar graves complicaciones en el embarazo. Si se detecta a tiempo, la enfermedad puede mantenerse bajo control.
El análisis de orina también sirve para descartar posibles infecciones de las vías urinarias, a través de la presencia de sedimento. Si el resultado es positivo, el médico prescribe un urinocultivo, con el fin de identificar a la bacteria responsable con precisión y prescribir el tratamiento antibiótico. Asimismo, el análisis revela la posible presencia de glucosa, síntoma de diabetes.
> Ecografía del primer trimestre: tiene lugar alrededor de las 12 semanas. Sirve para establecer el momento de la concepción con mayor precisión, y para comprobar que el pequeño está implantado en el útero y ver si solo hay un feto o si la gestación es múltiple. Asimismo, se efectúa la medición de la traslucencia nucal y el screening para detectar la posible presencia de anomalías cromosómicas.
> Control de peso y de la presión arterial: estos valores se analizan durante todo el embarazo, en cada visita de control.
• SEGUNDO TRIMESTRE •
El ginecólogo repite algunos de los exámenes que se hicieron en el primer trimestre de embarazo: análisis completo de sangre, colesterol y triglicéridos, creatinina, anticuerpos de la toxoplasmosis (si la primera prueba ha dado negativo), test de Coombs, análisis de orina, ecografía (19-23 semanas) y curva de glucosa (24-28 semanas).
Además, el especialista valora el nivel de hierro en sangre, la ferritina: si el análisis indica un valor bajo del volumen de glóbulos rojos, puede solicitar un análisis de la ferritina, que proporciona una medida de los depósitos de hierro, indispensable para el correcto desarrollo del feto. En función de los resultados, puede ser precisa la administración de suplementos.
> Ecografía del segundo trimestre: se trata de la ecografía morfológica, y es la más importante. Con este examen, se comprueba la presencia de posibles malformaciones, se valora el crecimiento del pequeño y el desarrollo de sus órganos. Se efectúa entre las semanas 19 y 23 de embarazo.
• TERCER TRIMESTRE •
Se repiten los exámenes del segundo trimestre: análisis de sangre, de orina y de glucosa, ferritina, anticuerpos de la toxoplasmosis, test de Combs y ecografía (28-32 semanas), y se añaden otros controles, necesarios de cara al parto:
> Virus de la hepatitis B y HBSAG: este análisis se vuelve a efectuar entre las semanas 33 y 37, puesto que el riesgo de transmisión aumenta hasta el 70% si la hepatitis se presenta en el período final del embarazo. Si la mujer es positiva (portadora sin síntomas), el niño recibirá las inmunoglobulinas específicas nada más nacer para que no contraiga la enfermedad. Después, podrá alimentarse al pecho sin problemas.
> Virus de la hepatitis C (VHC): se trata del análisis específico para comprobar si la mamá tiene anticuerpos contra el virus de la hepatitis C. En caso positivo, se debería efectuar también la dosificación del genoma del virus (VHC RNA), para ver si, además de los anticuerpos, el virus está activo. En este caso, no cambia nada respecto a la modalidad de parto, pero será necesario valorar si es oportuno suspender la lactancia materna.
> Ecografía del tercer trimestre (alrededor de las 30 semanas): además de comprobar los parámetros de crecimiento y la posición del feto, se observa la anatomía de la placenta y su posición de cara al parto.
> Cultivo vaginal y rectal: se suele realizar entre las semanas 35-37, con el fin de detectar la presencia del estreptococo del grupo B, una bacteria que puede habitar en la vagina y en el recto sin que la embarazada manifieste ningún síntoma. Si el resultado es positivo, a la futura mamá se le deberán administrar antibióticos durante el parto, con el fin de prevenir que la infección pase al feto durante su paso por el canal del parto.
> Pruebas de coagulación: se trata de una prueba imprescindible, ya que permite predecir un posible riesgo de hemorragia durante el parto y confirmar si se puede utilizar la anestesia epidural.
> Controles cardiotocográficos: a partir de la semana 37, se suelen prescribir controles cardiotocográficos (monitorización fetal o correas), para controlar la frecuencia cardíaca del feto y la presencia de contracciones uterinas.
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SCST
SCST
XSALUDX
Una cuestión de hormonas
Estrógenos, progesterona, beta-HCG, oxitocina… Seguro que ya empezaste a leer estos nombres en las revistas y en Internet. Y es que estas hormonas tienen un papel muy importante en el desarrollo del embarazo y el parto.
ESTRÓGENOS
> Son las hormonas que hacen posible la aparición y el mantenimiento de las características físicas de las mujeres: la voz al crecimiento de los pechos, el desarrollo de los genitales externos o la formación de las “almohadillas” de los muslos y las caderas. Garantizan la nutrición y el mantenimiento de los huesos, los músculos, las venas y la piel, y mejoran las prestaciones intelectuales, como la memoria y la atención.
> En las primerísimas fases tras la concepción, permiten la implantación del embrión en la mucosa de la cavidad uterina (decidua) y participan activamente en el desarrollo del feto: regulan el metabolismo materno y facilitan el almacenamiento de energía y de reservas útiles para el crecimiento del bebé. Además, provocan el aumento de la velocidad del flujo sanguíneo en la placenta, garantizando un mayor aporte de sustancias nutritivas al feto. Con el paso de los meses, favorecen el aumento de tamaño del útero, estimulan el desarrollo de las glándulas mamarias y potencian la secreción de prolactina hipofisaria, que tras el parto servirá para producir la leche.
> Los estrógenos hacen que el cabello esté más suave y voluminoso, y provocan un aumento de la retención de líquidos, que confiere a la piel un aspecto más turgente y luminoso. Al mismo tiempo, estimulan la producción de melanina, lo cual favorece la aparición de cloasma gestacional, que determina la formación de manchas más oscuras en algunas zonas de la cara.
PROGESTERONA
> Para proteger el embarazo, la progesterona inhibe la contractilidad del útero, eliminando la posibilidad de un aborto espontáneo. También ejerce una acción relajante de la musculatura lisa (paredes intestinales, estómago y venas), situación que puede favorecer la aparición de náuseas, estreñimiento y una mayor laxitud de las paredes venosas, que puede predisponer a la formación de varices. A nivel mental, lleva a cabo una acción calmante, pero, si los valores son muy elevados, como sucede en el embarazo, puede causar inquietud y cambios de humor.
> La progesterona también tiene la función de preparar la glándula mamaria para la producción de leche, puesto que favorece el desarrollo tubular y alveolar, es decir, el conjunto de conductos que desembocan en el pezón y que transportarán la leche.
BETA-HCG
> Es la señal oficial de que la concepción se dio. La beta-HCG, o mejor dicho, la fracción beta de la gonadotropina coriónica humana, se produce apenas una semana después de la fecundación, de manera que su presencia se puede detectar antes de que la mujer sospeche que está embarazada. En cambio, unos días después del retraso del ciclo, se elimina a través de la orina, y ésta es la sustancia que los test de embarazo caseros y las pruebas de farmacia detectan.
> La beta-HCG se segrega en una cantidad creciente hasta las 16 semanas, aproximadamente, con un pico alrededor de las semanas 12-13. Junto a la progesterona, contribuye a la nutrición y al desarrollo de la mórula y los blastocitos, prepara el “nido” uterino para acoger al embrión y mantiene el bloqueo de la contractilidad del útero. Asimismo, es la causa principal de las náuseas y del cansancio del primer trimestre, que, no por casualidad, cesan “milagrosamente” alrededor de las 14-16 semanas, cuando su producción disminuye bruscamente.
RELAXINA
> Tiene la función de relajar. La produce la placenta durante todo el embarazo. Reduce la contractilidad de la musculatura del útero, favorece el desarrollo de las glándulas mamarias y prepara los ligamentos del pubis para dejar sitio al bebé y estimular la maduración del cuello del útero cuando se acerca el parto.
> La otra cara de la moneda es que aumenta la laxitud de los ligamentos en general, y esto, añadido al aumento de peso de la pancita, puede favorecer los dolores de espalda, que pueden llegar a irradiarse al nervio ciático.
OXITOCINA
> Producida por la hipófisis, es la responsable de todas las contracciones uterinas. Las que se producen durante las relaciones sexuales, las que se inician durante la dilatación del cuello del útero y permiten el nacimiento del niño, y las que, después del parto, posibilitan la expulsión de la placenta. También estimula el reflejo de eyección de la leche durante la lactancia. La oxitocina natural pone en marcha el reflejo de un aumento de la producción de endorfinas, sustancias similares a la morfina, que atenúan la percepción del dolor y aportan una sensación de bienestar. No debe confundirse con la oxitocina sintética que se administra en caso de parto inducido, que aumenta la intensidad de las contracciones para acelerar la dilatación del útero, pero acentuando también el dolor.
PROSTAGLADINAS
> No se pueden definir como hormonas en el sentido estricto. Al final del embarazo, desempeñan un papel importante a la hora de poner en marcha la dilatación, ya que estimulan las contracciones uterinas, que favorecen la maduración del cuello del útero. También están contenidas en el líquido seminal, motivo por el cual, al término del embarazo, se aconseja a la pareja tener relaciones sexuales, con el fin de dar una “ayudita” a las contracciones que no se presentan de manera espontánea. Como sustancia farmacológica de síntesis, las prostaglandinas se utilizan en forma de gel o dispositivos intra-vaginales para inducir el parto.
PROLACTINA
> Está producida por la hipófisis y su función principal es la de hacer posible la secreción de leche. Induce a la madre a tener un comportamiento protector hacia su cachorro, desencadenando el comportamiento de defensa agresivo típico de las hembras que amamantan.
> Asimismo, estudios recientes confirman que los niveles más altos de prolactina en la sangre materna protegen de la depresión posparto.
XBIENESTARX
Remedios antináuseas
¿Ya empezaste a sufrir las molestas náuseas? Tranquila, se trata de un trastorno muy común en los primeros meses de embarazo. ¿Cómo atenuarlas de una manera natural?
Una ligera sensación de náuseas, sobre todo, durante el primer trimestre de gestación, indica que el embarazo se ha iniciado y, con él, la producción de algunas hormonas, en particular, la progesterona, que se segrega en abundancia ya desde el primer momento. Las náuseas son, por lo tanto, un síntoma fisiológico que no debe asustar, incluso cuando van acompañadas por vómitos, vértigos o inapetencia, ya que no ponen en peligro ni la salud de la madre ni la del niño. De todas formas, conviene mantenerlas bajo control, para que la madre pueda tener una mejor calidad de vida y su embarazo transcurra con serenidad.
LA ACUPUNTURA
> Reconocida desde 1987 por la Food and Drug Administration (FDA), utiliza, sobre todo, la estimulación del sexto punto del meridiano, llamado “ministro del corazón” (localizado a tres centímetros del pliegue de la muñeca, en la parte interna del brazo), que dirige la motilidad del esófago, el estómago y los intestinos.
> En el caso de que la embarazada tenga náuseas acompañadas de vómitos continuos, aparte de la acupuntura, también se programa una terapia rehidratante por vía endovenosa, que deberá practicarse en una clínica o un hospital.
> Estos mismos puntos pueden estimularse también con brazaletes, los mismos que se destinan a prevenir los mareos cuando se viaja en coche, avión o barco. La futura mamá puede ponérselos apenas siente los primeros síntomas o percibe que le aumenta la salivación. Se debe tener la precaución de colocar el pequeño botón que oculta un imán sobre el punto que se debe estimular.
EXTRACTO DE JENGIBRE
> El jengibre contiene gingerol y shogaol, dos sustancias pertenecientes a la familia de los fenoles, que facilitan el vaciado del estómago.
> El uso de esta planta no reviste ningún tipo de peligro. Como han demostrado varios estudios clínicos, uno de sus principios activos, el 5-hidroxi gingerol (considerado antes potencialmente peligroso), no produce ningún efecto teratógeno, es decir, no causa malformaciones en el feto. Por lo tanto, la futura mamá puede tomar, sin ningún temor, 900 mg de extracto seco de jengibre al día. Esta dosis, consumida durante el período en el que las náuseas se presentan, es suficiente para reducir o eliminar este molesto trastorno. De todas formas, para utilizar esta planta de una manera correcta, se aconseja atenerse rigurosamente a las dosis y a los tiempos indicados.
XNUTRICIÓNX
Ácido fólico: esencial para ti y tu bebé
Seguramente, tu ginecólogo te recomendó tomar ácido fólico antes de embarazarte. Si no es así, es importante que empieces a consumirlo ya, pues es fundamental durante el primer trimestre de gestación.
El consumo de ácido fólico, una vitamina del grupo B, la B9, tiene muchos beneficios tanto antes de la concepción como durante la gestación.
BENEFICIOS NEONATALES
> El ácido fólico desempeña un papel fundamental en la síntesis del ADN y en la formación de la hemoglobina, la proteína de la sangre responsable del transporte de oxígeno. El organismo no la produce, así que debe consumirse a través de los alimentos.
> Durante el embarazo, la cantidad diaria de ácido fólico se duplica y asciende a 0.4 miligramos, dado que el embrión, para desarrollarse, utiliza la vitamina presente en el organismo materno.
> La carencia de ácido fólico en el primer trimestre aumenta el riesgo de defectos graves, como la espina bífida y la anencefalia, pues es cuando se desarrolla el sistema nervioso central del bebé. Estas patologías se deben al cierre incompleto del tubo neural, la estructura del feto que da origen al cerebro, la bóveda craneal y la columna vertebral.
> También se ha relacionado su carencia en el primer trimestre con la incidencia de otras malformaciones neonatales, como la labiopalatosquisis, es decir, el denominado “labio leporino”, así como con la anomalía congénita de las vías urinarias y con ciertos defectos cardíacos.
> Por último, un nivel bajo de vitamina B9 en el organismo materno durante el embarazo puede incrementar el riesgo de retraso del crecimiento intrauterino, así como de lesiones placentarias y de parto prematuro.
> Está demostrado que el consumo de complementos de ácido fólico antes de la concepción y durante el primer trimestre de embarazo reduce los defectos del tubo neural en un 50-70%, mientras que las malformaciones cardíacas en el niño disminuyen un 40%.
BENEFICIOS PARA LA MAMÁ
> La vitamina B9 reduce la concentración del aminoácido homocisteína, considerado un factor de riesgo de infarto y de enfermedades cardiovasculares.
> Esta vitamina también es indispensable para la síntesis de la hemoglobina, por lo que resulta especialmente importante para la salud de las futuras mamás que pueden enfrentarse a problemas de anemia.
> Su carencia, junto a la de la vitamina B12, también es causa de anemia megaloblástica, una grave forma de anemia, que consiste en la reducida capacidad de la médula ósea para producir glóbulos rojos maduros.
CÓMO TOMARLO
> Numerosos alimentos son ricos en ácido fólico: verduras de hoja verde, legumbres, cereales, naranjas, fresas, kiwis, limones y carne, en especial, hígado.
> No obstante, la carencia de vitamina B9 constituye una situación bastante frecuente, puesto que el calor de la cocción destruye la mayor parte de la sustancia presente en los alimentos. Además, la celiaquía, la diabetes mellitus y el consumo de algunos fármacos obstaculizan la absorción y el metabolismo de esta vitamina.
> Los médicos recomiendan a todas las “aspirantes” a mamás y a las embarazadas que tomen cada día un comprimido de 0.4 mg de esta vitamina. De hecho, el tubo neural del niño se cierra antes de los 30 días posteriores a la concepción, cuando, muchas veces, la futura mamá no sabe que está embarazada. Por ello, es importante que el consumo de ácido fólico empiece, como mínimo, 3-4 meses antes de la concepción.
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