Ya estás en la SEMANA 32
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BEBÉ
En esta semana, tu pequeño mide 42-43 cm. Si esperas un niño, los testículos, que ya habían iniciado su descenso, llegan hasta el escroto.

MAMÁ
El útero se sitúa a unos 12 cm por encima del ombligo. El estómago, que cada vez está más comprimido, se irrita fácilmente, y puedes sufrir con frecuencia molestos ardores y acidez gástrica.

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XPARTOX

10 dudas sobre el parto

Se acerca la fecha de parto y es normal que te asalten miles de dudas. Respondemos a las preguntas más frecuentes para que llegues al momento del parto bien informada y con las cosas claras.

1 ¿PUEDO CONTAR CON LA PRESENCIA DE UNA PERSONA QUERIDA HASTA EL FINAL?
En casi todos los hospitales está prevista esta posibilidad, pero todavía no existe una normativa que garantice este derecho. Por consiguiente, es preferible preguntar al personal cuál es el protocolo del hospital elegido para el parto.

2 ¿SE PUEDE PERMANECER DESPIERTA DURANTE LA CESÁREA?
Por supuesto que sí. Hoy en día, para realizar la cesárea ya no se recurre a la anestesia general, precisamente para que la mamá pueda participar del acontecimiento de forma consciente. Se emplea un tipo de anestesia que inhibe el dolor a nivel periférico (epidural o espinal). De esta manera, el feto no recibe fármacos anestésicos antes de nacer ni tampoco se ve perturbada la relación entre la mamá y el bebé, con las indudables ventajas que esto representa para el inicio de la lactancia materna.

3 EN CASO DE CESÁREA DE URGENCIA, ¿MI PAREJA PODRÍA ESTAR PRESENTE?
En la mayoría de los hospitales, la respuesta es “no”. Solo en algunos de ellos, los papás pueden entrar en el quirófano, tanto si la cesárea se ha programado como si se ha decidido en ese mismo momento, ya que no existen contraindicaciones. En caso de una intervención de urgencia, la cosa cambia: por ejemplo, si se presenta un sufrimiento fetal agudo que imponga una actuación lo más rápida posible.

4 ¿PODRÉ COMER O BEBER MIENTRAS DILATO?
Generalmente, no. La restricción de líquidos y sólidos durante el parto trata de prevenir el riesgo de aspiración gástrica en caso de que se produzca una intervención quirúrgica bajo anestesia general. Pero algunas guías, como la de la Organización Mundial de la Salud, aconsejan ofrecer líquidos por vía oral durante el parto, lo que ha llevado a replantearse la necesidad de dicha restricción.

5 DURANTE LOS PUJOS, ¿PUEDO EXPULSAR HECES?
Sí, y no es ningún problema, ni siquiera desde el punto de vista higiénico. Durante muchos años, se han administrado enemas al inicio del parto con el fin de reducir la pérdida voluntaria o involuntaria de heces en la mujer, así como por la creencia de que, de este modo, se proporcionaba más espacio para el nacimiento del feto. Las últimas recomendaciones es no utilizar el enema de forma rutinaria en el parto.

6 ¿ES OBLIGATORIO PERMANECER EN LA CAMILLA DURANTE EL EXPULSIVO?
No, no es obligatorio, a menos que esta posición sea necesaria, como en el caso de tener que intervenir con una episiotomía. En general, la futura mamá debería tener la posibilidad de dar a luz en la posición que le resultase más natural.

7 ¿PODRÍA PEDIR LA EPIDURAL EN EL ÚLTIMO MINUTO?
En cualquier momento, la parturienta puede solicitar la anestesia epidural. El anestesiólogo haría una valoración, con el fin de determinar el tiempo estimado para el nacimiento, ya que, desde la administración de la anestesia hasta que la mamá nota el alivio del dolor transcurren unos 30 minutos.

8 ¿SE PUEDE TOMAR ALGUNA PRECAUCIÓN VÁLIDA PARA INTENTAR PREVENIR LA EPISIOTOMÍA?
En ocasiones, una adecuada protección del periné y el control de los pujos durante el parto pueden evitar la aparición de desgarres. Los últimos estudios basados en la evidencia científica recomiendan que la episiotomía no se realice de forma rutinaria, sino solo cuando haya una necesidad clínica, como en caso de parto instrumental o sospecha de riesgo fetal.

9 ¿LA MANIOBRA DE KRISTELLER ES DOLOROSA?
Esta maniobra está desaconsejada por la Organización Mundial de la Salud y no se debería practicar. Consiste en una presión efectuada por el ginecólogo con el brazo sobre el fondo del útero cuando se produce una contracción, con el fin de potenciar el pujo y facilitar la expulsión. Aún se practica, pero debería limitarse a uno o dos intentos.

10 TRAS EL NACIMIENTO, ¿EN CUÁNTO TIEMPO SALE LA PLACENTA? ¿DUELE?
Entre 15-30 minutos después del nacimiento del bebé, la mujer siente nuevas contracciones que provocan el desprendimiento de la placenta del útero y su expulsión. Los especialistas inspeccionan la placenta para comprobar que está entera y que no ha quedado ningún fragmento en la cavidad uterina. Si la placenta se expulsa de forma incompleta, se procede a su extracción manual. Una vez expulsada la placenta, el útero se contrae y adopta una forma esférica, llamada “globo de seguridad”, que sirve para proteger hemorragias. Normalmente, después de la salida de la placenta, se administra oxitocina para favorecer la contracción del útero.

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Dar a luz cantando

¿Sabías que el uso de la voz influye en nuestra mente y en nuestro cuerpo, y puede ayudarte a dar a luz con mayor serenidad, reduciendo la ansiedad y el dolor? Conoce todos los beneficios de esta técnica.

1 EN QUÉ CONSISTE
> La técnica musical ayuda a profundizar en el conocimiento de uno mismo y favorece el equilibrio entre el cuerpo y la mente a través del sonido, la música y el canto. El hábito de cantar durante el parto es muy antiguo y común en diversas culturas de Asia y África. La terapia musical, nacida en Francia en los años 50, cuenta con el respaldo de la neurofisiología en el conocimiento de los efectos de la música y del canto en nuestro organismo.

2 PARA QUÉ SIRVE
> La música ayuda a las futuras mamás a relajarse y, a su vez, las apoya desde el punto de vista físico en la preparación al parto. Además, el canto permite establecer un canal de comunicación directo con el bebé. A partir del quinto mes, el pequeño empieza a reconocer algunos sonidos, como el ritmo cardiaco de la mamá y su voz. El sonido de la música y, sobre todo, el canto materno favorecen el desarrollo del sistema nervioso del niño y refuerzan el vínculo afectivo con la madre.

3 VENTAJAS PARA EL ORGANISMO
> A través del canto, la futura mamá aprende a controlar el diafragma, la fina membrana muscular adherida a las paredes internas del tórax que separa los pulmones de los órganos del abdomen, y que, durante el parto, ejerce presión sobre el útero. Los músculos del periné y del suelo pélvico, si están contraídos, pueden obstaculizar la expulsión del niño durante el parto. Para que esto no suceda, la futura mamá debe modular el tono de su voz y relajar los músculos de la boca. De este modo, logrará distender los músculos del periné y del suelo pélvico más fácilmente mediante un simple acto reflejo.

> Ya durante el embarazo, el ejercicio del canto ayuda a la futura mamá a corregir los posibles defectos posturales que pueden provocarle dolor de espalda. Y es que, para emitir la voz correctamente, es necesario estirar la columna vertebral.

4 BENEFICIOS PARA LA MENTE
> La música posee un efecto relajante, alivia la tensión y atenúa el miedo. Además, el canto permite aflorar y expresar las preocupaciones, contribuye a aliviar la ansiedad, inevitablemente ligada a la inminencia del parto, y a adquirir mayor conciencia y confianza en los propios recursos. Durante el parto, la modulación rítmica de un sonido ayuda a la mamá a concentrar la atención en lo que está haciendo, es decir, en los pujos y a no dejarse distraer y confundir por el dolor.

5 LECCIÓN PRÁCTICA
La sesión de preparación al parto dura unas dos horas y está dividida en tres partes.

> La primera está dedicada a las experiencias corporales y vocales: las futuras mamás son invitadas a percibir la presión del diafragma sobre el útero y a sentir cómo éste cambia al experimentar posiciones distintas. Además, aprenden a modular el tono de la voz para favorecer la relajación de los músculos del periné.

> La segunda parte de la sesión está reservada al diálogo entre las futuras mamás, que expresan sus emociones y comparten experiencias.

> La tercera parte consiste en una auténtica simulación del parto: con la guía de un musicoterapeuta, la futura mamá imagina que está viendo el trabajo del parto, y aprende a controlar la respiración y a modular la voz para ajustarse a las contracciones y los pujos.

6 LA DURACIÓN DEL CURSO
> Los cursos suelen constar de unas diez sesiones, a las que se debe asistir a lo largo de dos meses o dos meses y medio. Generalmente, los grupos están compuestos por madres que se encuentran en el tercer trimestre de gestación, aunque también hay clases destinadas a las embarazadas recientes. En este caso, la finalidad no es tanto la preparación al parto, sino ayudar a estas mujeres a vivir esta fase de su vida de una forma más consciente.

7 CÓMO SE APLICA
> En el momento del parto, la mamá puede poner en práctica lo que ha aprendido durante las simulaciones en clase. El canto y la modulación de la voz le ayudarán a controlar la respiración y a sobrellevar las contracciones. Además, el canto ejerce una acción analgésica en el momento del parto, ya que favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias producidas por el organismo para controlar el dolor.

> Por otra parte, las vibraciones de la voz que se transmiten al abdomen actúan sobre las terminaciones nerviosas y atenúan la percepción del dolor. En este sentido, diversos estudios demuestran que dar a luz cantando reduce la duración media del parto.

8 PROS Y CONTRAS
> La música y el canto relajan a la futura mamá y le ayudan a reducir su ansiedad y miedo al parto. Además, hacen que viva la gestación y el nacimiento del niño de forma consciente.

> El ejercicio del canto enseña a controlar la respiración, corregir posibles defectos de postura, controlar el diafragma y relajar los músculos del periné.

> Con el canto, se liberan endorfinas y se atenúa el dolor durante el parto. Asimismo, en términos generales, el parto resulta más corto.

> Sin embargo, el dolor no se elimina por completo; el canto solo permite mantenerlo controlado, viviéndolo como una experiencia fisiológica. Además, hoy en día, es complicado encontrar centros donde impartan cursos de preparación al parto con música.

9 QUÉ HACER EN CASA
> Las sesiones que componen el curso son suficientes para preparar a las futuras mamás para el parto, por lo que no es necesario ejercitarse en casa. Al contrario, es mejor evitar la repetición de los ejercicios específicos del parto sin la asistencia del monitor, porque la relajación profunda, inducida por esta práctica, puede provocar bajadas de la presión sanguínea e hipotonía muscular.

10 ADVERTENCIAS
> La terapia musical no tiene contraindicaciones: todas las mamás pueden prepararse para el parto con la ayuda de la música y del canto, incluso las afectadas por patologías. La única limitación tiene que ver con las futuras madres que sufren placenta previa o amenaza de parto prematuro, a las que el ginecólogo haya prescrito reposo absoluto. En estos casos, está contraindicada cualquier actividad física para la preparación al parto.

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¡Adiós al dolor cervical!

Cuello rígido, nuca adolorida, dolor de cabeza… ¿Tienes estos síntomas? Entonces, es probable que sufras dolores cervicales, un trastorno que suele manifestarse al final del embarazo y que está provocado por los cambios que el cuerpo experimenta a lo largo de los nueve meses. Veamos cómo puedes prevenirlos o tratarlos mediante la osteopatía.

No son pocas las futuras mamás que advierten a lo largo del embarazo, y especialmente durante los meses finales, una molesta rigidez y un dolor agudo al mover la cabeza, que puede incluso transformarse en un dolor de cabeza continuo. En la mayoría de los casos, se trata de una contractura benigna y transitoria de los músculos del cuello y de los hombros, que se puede manifestar en torno al séptimo mes de embarazo y hasta que el niño nace.
> Se debe a una postura anómala que adopta la futura mamá, como consecuencia de la modificación del centro de gravedad del organismo y del aumento del peso corporal. En efecto, la postura que se adopta durante el embarazo acentúa las curvas de la columna y sobrecarga el esqueleto, no solo a nivel de las vértebras y torácicas, sino también de las cervicales.

LAS CAUSAS
Este trastorno se manifiesta de forma parecida a la artrosis cervical y se puede originar en las futuras mamás por diversos motivos.

> Durante el embarazo, los tejidos del organismo, y, por lo tanto, también los del cuello, se impregnan de agua, volviéndose más turgentes y voluminosos. Como consecuencia, se puede reducir la amplitud de movimientos de la cabeza.

> La aparición de este trastorno se puede atribuir también al mayor esfuerzo que la futura mamá realiza para respirar. La pancita, al crecer, comprime el diafragma, el músculo que permite la entrada y la salida de aire en los pulmones. Por lo tanto, para aumentar la expansión del tórax, se activan otras estructuras accesorias a la respiración (como los músculos escalenos, que abarcan las partes laterales de las vértebras con la primera y la segunda costilla). Estas estructuras accesorias, al no estar acostumbradas a desarrollar esta función, pueden causar rigidez y un molesto debilitamiento del cuello.

> Además, el dolor cervical puede estar provocado, indirectamente, por el mismo crecimiento del feto, que oprime el hígado, el intestino y el estómago. Es como si los órganos abdominales, al estar comprimidos, informaran de su molestia a algunas áreas cerebrales que, como respuesta, los inducen a acomodarse mejor y a cambiar, aunque sea ligeramente, su posición. Este reasentamiento, aunque sea mínimo, puede condicionar el tono de los músculos que parten de todas las vértebras de la columna y, en consecuencia, puede causar tensión incluso a nivel de las estructuras cervicales.

HAY QUE ANTICIPARSE
Las futuras mamás pueden prevenir este inconveniente intentando no aumentar más de 9-12 kilos de peso durante todo el embarazo, cuidando la alimentación y haciendo un poco de ejercicio.

> La dieta debe ser equilibrada: no hay que excederse en los carbohidratos y se deben tomar proteínas cada día, para comer y para cenar.

> Ir a la alberca, por ejemplo, es muy saludable, no solo para practicar natación (que es el deporte más indicado para proporcionar elasticidad a los músculos y a los tendones), sino también para poder flotar en el agua, lo cual constituye una pausa regeneradora para la columna vertebral: un momento para relajarse y aliviar la sensación de peso causada por el abdomen.

> También en casa es posible realizar algunos ejercicios que favorecen la movilidad de las vértebras cervicales, como flexiones del cuello y amplias rotaciones de las articulaciones de los hombros. Estos ejercicios se deben hacer siempre lentamente, acercando la barbilla al esternón y sin flexionar la nuca hacia atrás, con el objetivo de alargar la musculatura del cuello.

BENEFICIOS DE LA OSTEOPATÍA
Se pueden obtener buenos resultados sometiéndose a un tratamiento de osteopatía: se trata de una aproximación suave y respetuosa a la columna vertebral, que se sirve de manipulaciones que no involucran directamente a las vértebras que hay que desbloquear, sino que se trabaja sobre la musculatura para conseguir el mismo objetivo.


> En determinados puntos, el especialista realiza una serie de presiones activas, aunque ligeras, que aumentan el tono muscular de una zona del cuello o de los hombros, y reponen el movimiento de las vértebras que están bloqueadas. Si, por ejemplo, una futura mamá tiene una buena rotación del cuello hacia la derecha y no hacia la izquierda, el osteópata girará la cabeza en la dirección en la que el bloqueo está localizado (es decir, hacia la izquierda) hasta el límite a partir del cual el movimiento resulta doloroso; asimismo, mantendrá firme la cabeza y pedirá a la mamá que empuje ligeramente hacia la derecha. De este modo, estas pequeñas y precisas contracciones actúan sobre las vértebras cervicales afectadas, desbloqueándolas rápidamente y haciendo que la cabeza recupere una rotación de 180º.

El osteópata puede presionar también los tejidos de la columna suavemente con las manos, en concreto, sobre los músculos retroclaviculares, en la base de la columna y hacia los hombros, para movilizar las vértebras cervicales. O bien puede efectuar presiones sobre el tórax, en especial, sobre el diafragma y sobre las costillas. El objetivo es contrarrestar la rigidez de estas estructuras (que se debe a la mayor dificultad a la hora de tomar aire), estimular la relajación y favorecer, indirectamente, la desaparición de posibles bloqueos de las cervicales.

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Estrategias antihinchazón

Es inevitable que, a estas alturas, te sientas más hinchada y pesada de lo normal. La retención de líquidos es un fenómeno frecuente en el embarazo, pero se puede atenuar a través de la dieta y la actividad física.

Piernas un poco hinchadas y adoloridas, pies que a duras penas entran en los zapatos, facciones ligeramente redondeadas y una sensación generalizada de pesadez. Con el paso de los meses, el aumento de peso no solo se debe al crecimiento del niño y de la placenta. Todo el organismo se adapta a la nueva condición acumulando grasa y agua. El líquido retenido en los tejidos provoca molestas y antiestéticas hinchazones.

LAS CAUSAS
> Durante la gestación, la futura mamá gana una media de 12 kilos. Sobre todo, se trata de agua, componente principal de nuestros tejidos. En el transcurso de los nueve meses, el organismo femenino retiene de seis a nueve litros de agua, aproximadamente. Una parte de esta agua incrementa el líquido amniótico y el volumen de la sangre, mientras que la otra se acumula en los espacios intercelulares y en el interior de las células.

> Al mismo tiempo, las hormonas del embarazo reducen el tono de las paredes vasculares. La sangre que llega a la periferia del cuerpo tiene dificultades para retroceder y se estanca, dando lugar a la hinchazón de las extremidades.

> Asimismo, la circulación en las extremidades inferiores se ve obstaculizada por la presión del útero sobre los vasos de la pelvis. Las piernas se hacen más pesadas y tienden a sufrir hormigueo.

¿UNA MOLESTIA O UN PROBLEMA?
En la mayoría de los casos, la retención hídrica constituye un fenómeno fisiológico que no debe alarmar. No obstante, algunas circunstancias requieren un control médico.

> Un notable aumento de peso y de la hinchazón, que se manifieste de forma repentina, con un incremento de 4-5 kilos en un mes, puede ser un síntoma de diabetes gestacional. En este caso, es conveniente que la futura mamá se someta a un control de la curva de tolerancia a la glucosa.

> Si la hinchazón es excesiva y está asociada a una presión sanguínea más alta de lo normal, indica que los tejidos periféricos han absorbido demasiados líquidos, que el volumen de la sangre se ha reducido y que el corazón tiene dificultades para bombearla. En este caso, existe el riesgo de que la placenta y el niño no reciban el alimento adecuado, por lo que es preciso intervenir mediante una corrección de la dieta.

UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Para suavizar los efectos de la retención de líquidos y prevenir trastornos más serios, es necesario seguir una dieta equilibrada. La futura madre no tiene que comer por dos, pero tampoco someterse a un régimen hipocalórico para perder peso. La alimentación ha de ser completa y variada.

> La sal, que en cantidades excesivas favorece la retención hídrica y la hipertensión, no se debe eliminar completamente de la dieta, pero sí consumirse en su justa medida. De media, la necesidad diaria de sal es de 4 gramos. Sin embargo, las mujeres embarazadas suelen consumir entre 8 y 10 gramos diarios.

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¡En forma con Pilates!

Se trata de un método que permite adquirir un mayor control del cuerpo, una capacidad muy útil durante el embarazo y en el momento del parto. Te explicamos todos sus beneficios.

Podríamos definir el Pilates como un método de conocimiento corporal, puesto que enseña a coordinar el cuerpo y la mente para tomar conciencia de los músculos implicados en los movimientos, así como para adquirir una postura correcta y mantener el equilibrio corporal.

> Con el método Pilates, se habitúa a las distintas partes del cuerpo a trabajar en sinergia, entrenando especialmente la musculatura abdominal profunda, de la que no solemos ser conscientes, pero que es fundamental para mantener el cuerpo equilibrado y sostener la columna vertebral.

> La función de la mente en este tipo de entrenamiento es importantísima: solo concentrándose en el movimiento mientras se realiza, se logra llevarlo a cabo de forma precisa y eficiente, empleando en todo momento la musculatura correcta, sin cansar inútilmente a otros músculos y sin peligro de lesión. Una vez aprendido el método, se podrá practicar en la vida diaria de forma espontánea, y cada movimiento resultará más natural y fluido.

UNA AYUDA PARA LA ESPALDA
> Practicar Pilates es bueno en cualquier momento de la vida, pero, especialmente, cuando se espera un bebé. Durante el embarazo, el cuerpo cambia. El aumento de peso desplaza el eje hacia delante, obligando a la mujer a modificar su postura poco a poco. Esta circunstancia sobrecarga los músculos de la zona lumbar, que se ven obligados a contraerse para dar estabilidad a la pelvis, pero que pueden dejar sentir su “sufrimiento” con dolores de espalda. Asimismo, en el transcurso de los nueve meses, aumenta la producción de la hormona relaxina, cuya función es relajar los ligamentos de la pelvis para dejar espacio al bebé, pero que también comporta una relajación general de los músculos y de las articulaciones que, en consecuencia, son menos estables. Reforzar adecuadamente la musculatura y aprender a distribuir el peso de forma correcta mejora la capacidad de adaptación del cuerpo a los continuos cambios, y ayuda a prevenir dolores y traumatismos. Además, al potenciar específicamente los músculos profundos del abdomen, se reduce la presión sobre las articulaciones, los huesos y la espalda. En definitiva, cada músculo lleva a cabo su trabajo de forma eficaz, sin descargarlo en otras zonas.

> Adquirir el control del cuerpo resulta muy útil en el momento del parto, ya que la mujer es capaz de concentrarse en sus movimientos, sabe qué músculos utilizar en cada situación y cómo hacerlo; dónde contraer y dónde relajar para facilitar el descenso del bebé sin cansar al organismo más de lo necesario.
El Pilates también puede practicarse después del parto (una vez transcurridos los clásicos 40 días del puerperio), con el fin de devolver la elasticidad a los tejidos y recuperar el tono muscular.

EJERCICIOS PARA HACER EN CASA
> Para aprender el método Pilates, lo ideal es asistir a un curso, preferiblemente específico para el embarazo. Las clases suelen ser individuales, pero también se realizan en pequeños grupos de cinco personas, como máximo, para que el monitor controle la correcta ejecución de los ejercicios. Precisamente porque se trata de hacer trabajar los músculos profundos, la posibilidad de error es muy alta, y es importante que exista un control constante por parte del monitor, que podrá aconsejar los movimientos más indicados en función del tiempo de embarazo.

> El Pilates puede practicarse durante toda la gestación. Sin embargo, por precaución, es aconsejable esperar al final del primer trimestre, sobre todo, si no se está en forma. Después, la actividad se puede retomar, con las adaptaciones oportunas, hasta el último mes.

> Los ejercicios se suelen realizar con la ayuda de los numerosos aparatos inventados por Joseph Pilates, pero hay muchos ejercicios que se pueden practicar de pie, a gatas o acostada de lado, y que no requieren la utilización de ningún accesorio. ¿Algunos ejemplos? Te presentamos unos ejercicios muy sencillos que pueden practicarse en casa con absoluta tranquilidad.

1 DE PIE, con las piernas un poco separadas, desplaza el peso del cuerpo lentamente de un pie al otro sin levantar los pies del suelo, manteniendo la posición durante unos segundos. Para más seguridad, realiza el ejercicio junto a un punto de apoyo. Es un ejercicio de equilibrio que ejercita los abdominales en su papel de “estabilizadores”.

2 SENTADA EN UNA SILLA, imagina que tienes un “cierre interno” en la pancita, que tienes que ir subiendo poco a poco desde el pubis al ombligo, solo con la fuerza de los músculos. Repite lentamente el ejercicio diez veces, relajando los músculos entre una repetición y otra. Se trata de un ejercicio estupendo para reforzar el suelo pélvico y concentrarse en la musculatura abdominal profunda.

3 A GATAS, extiende el brazo derecho y la pierna izquierda al mismo tiempo, intentando mantenerlos alineados con el tronco, con los abdominales contraídos para evitar forzar la espalda. Mantén la posición durante unos segundos y, a continuación, alterna las extremidades. Repite diez veces por cada lado. Este ejercicio sirve para potenciar la sensación de equilibrio, reforzar los músculos abdominales y estirar la columna vertebral.

4 EN LA MISMA POSICIÓN, inspira y “mete” el ombligo hacia dentro y hacia arriba, de manera que la pelvis y los hombros se aproximen. Después, espira, volviendo a la posición inicial. Es un ejercicio de estiramiento de los músculos lumbares y de potenciación de los abdominales.

5 SENTADA EN UNA PELOTA GRANDE de fitness, realiza unos movimientos circulares con la pelvis: primero, en el sentido de las agujas del reloj y, después, en sentido contrario. Va bien para mejorar la movilidad de la pelvis y de la columna, para desarrollar el sentido del equilibrio y, por qué no, ¡para acunar al bebé!

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