Ya estás en la SEMANA 24
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BEBÉ
Tu pequeño sigue aumentando de peso a causa del crecimiento de la masa muscular y, sobre todo, de los huesos. Sus pulmones empiezan a producir surfactante, la sustancia que impide que los alvéolos “colapsen” en la exhalación.
MAMÁ
Respirar empieza a resultarte un poco agotador puesto que tus pulmones ya no logran expandirse al máximo. Sin embargo, el oxígeno circula bien por tu cuerpo, ayudado por las hormonas del embarazo, que fluidifican la sangre.
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XDESARROLLOX
Dentro de ti, ve, oye y siente…
¿Sabías que el bebé empieza a desarrollar sus sentidos desde los primeros meses de embarazo? El vientre de la mamá es un ambiente rico en sonidos, olores y sabores, y le sirve de entrenamiento para adaptarse al mundo exterior. Te explicamos todo lo que siente el bebé en tu pancita.
TACTO: YA SIENTE LAS CARICIAS
> La capacidad de reacción a los estímulos táctiles del niño se manifiesta de forma precoz, desde el período embrionario. Gracias a los modernos sistemas de observación, como la ecografía en tres y cuatro dimensiones, se ha descubierto que la sensibilidad aparece primero en la zona facial y genital, alrededor de la décima semana. Después, se extiende a las palmas de las manos (11 semanas) y a las plantas de los pies (12 semanas). Se trata de las zonas en las que se encuentran la mayor parte de los receptores táctiles de la piel del adulto. Alrededor de la semana 32, el cuerpo entero es capaz de reaccionar a un contacto: si, durante una amniocentesis, la aguja roza al pequeño, éste se aparta al instante. En las primeras semanas, probablemente, se trata de un reflejo nervioso, mientras que, según algunos estudiosos, puede constituir una verdadera percepción del dolor a partir de la semana 20.
> El tacto es importante para el desarrollo psíquico del niño y es el vehículo más inmediato para intercambiar emociones. Cuando alguien apoya una mano en nuestro el brazo, advertimos rápidamente lo que pretende transmitirnos: afecto, miedo,enojo, etc. Lo mismo sucede durante el embarazo. Si mamá y papá pasan los dedos sobre la pancita, envían una serie de vibraciones a través del líquido amniótico. Es bueno recordarlo, porque los pequeños actos de amor, como “acariciarlo”, aunque sea a distancia, se traducen en un mensaje que contribuirá al futuro equilibrio psicológico y afectivo del bebé.
VISIÓN: ABRE MUCHO LOS OJOS
> Los órganos de la visión son los que más tardan en desarrollarse. Si bien el nervio óptico se forma en la octava semana, los párpados están sellados hasta la semana 26. Sin embargo, antes de abrir los ojos, el feto dispone de una “visión” alternativa; por ello, durante la amniocentesis, se aparta. Más adelante, una vez que los párpados se han abierto, puede seguir con la mirada una fuente luminosa en movimiento, situada sobre la pancita de la mamá. Las ocasiones de recibir estímulos intensos son inferiores respecto a otros sentidos, lo cual explica, en parte, el retraso evolutivo de la visión. Sin embargo, la convicción de que en el vientre materno reina la oscuridad total ya está obsoleta. Durante el día, el feto vive en la penumbra, de modo que, si la futura mamá se acuesta al sol en traje de baño, los rayos atraviesan la piel tensa de su abdomen, iluminando la bolsa del líquido amniótico. De esta manera, el feto toma conciencia del ambiente en el que vive, y tal vez de sí mismo, si levanta una manita y ve cómo se transparenta.
OLFATO: RECONOCE MÁS DE 120 AROMAS
> Alrededor de la semana 11, comienza a hacer pipí y traga líquido amniótico. Su relación con los olores nace, precisamente, a través de este líquido y de las sustancias que contiene, que “husmea” a través de los órganos vomeronasales (los receptores olfativos) a partir de la semana 13. Se calcula que el feto dispone de un “archivo” de 120 aromas, en buena parte relacionados con los alimentos consumidos por la madre y con lo que ella misma huele. Una buena costumbre es rodearse de esencias agradables durante el embarazo, ya que las moléculas llegan al líquido amniótico y aportan bienestar al niño.
GUSTO: PRUEBA EL LÍQUIDO AMNIÓTICO
> Las papilas gustativas aparecen en la lengua alrededor de la semana 12. Y funcionan. Si se inyecta una sustancia dulce en la bolsa amniótica, el niño dobla la deglución, mientras que cierra la boca si el sabor es amargo. La presencia precoz del gusto es importante, ya que prepara al futuro bebé para el sabor de la leche materna. Si la madre come cosas que le gustan, el niño participa del placer y aceptará los mismos alimentos en la vida extrauterina.
OÍDO: LE ENCANTA LA MÚSICA
> El vientre materno no es un refugio silencioso, sino que, por el contrario, es un amplificador (el líquido amniótico triplica el volumen de los sonidos). Transmite constantemente el ritmo cardiaco, la respiración de la madre, el fluir de la sangre y los sonidos intestinales. Es el denominado “universo sonoro” del niño, cuya intensidad alcanza picos de 15 decibelios (una vía intermedia entre el tic-tac de un reloj y el susurro de las hojas de los árboles), y en el que no solo participan los sonidos internos, sino también los que proceden del mundo exterior, aunque atenuados. Analizando los movimientos fetales y la frecuencia cardiaca se ha observado que el niño reacciona a los sonidos a partir de la semana 16, mucho antes de que se desarrolle la estructura de la oreja (alrededor de la semana 24). Una hipótesis que explicaría este hecho es que el feto logra advertir las vibraciones a través de la epidermis y de la estructura esquelética. Sin embargo, en la segunda parte de la gestación, el pequeño ya cuenta con la capacidad de distinguir los sonidos y memorizarlos, así como de reconocer sílabas diferentes (“babi” y “biba”), apreciando los sonidos agradables y mostrándose molesto por los desagradables. Una investigación francesa ha demostrado que si la mamá, al hablarle, se dirige directamente a él, el pequeño reacciona con un aumento de las pulsaciones. ¿Y con el padre? Si éste se habitúa a hablar cerca de la pancita, el pequeño también tomará confianza con su voz y se creará un vínculo entre los tres antes de nacer.
> La música también es beneficiosa; cuando la escucha, el niño parece flotar en el líquido amniótico, siguiendo su ritmo. Sin embargo, no siempre es así. Un estudio sobre los gustos melódicos ha revelado que el feto prefiere la música clásica, mientras que el rock no le gusta mucho, ya que reacciona pataleando a más no poder.
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SCST
SCST
XBIENESTARX
En el trabajo, los cuidados necesarios
¿Esperas con ganas el momento de la incapacidad por maternidad o bien prefieres trabajar hasta el último momento? Sea cual sea tu situación en este período, ir a la oficina requiere algunas atenciones de más.
CUIDADO CON LA POSTURA
La primera sugerencia es evitar adoptar posturas incorrectas, así como permanecer demasiado tiempo sentada. Durante el embarazo, la circulación se ralentiza porque las modificaciones hormonales favorecen la retención hídrica y el estancamiento venoso. Además, el bebé, a medida que crece, comprime los vasos sanguíneos que pasan por las ingles, obstaculizando, de este modo, el retorno de la sangre hacia el corazón. He aquí lo que hay que hacer:
> Cuando estés sentada, intenta cambiar a menudo de postura y apoya las piernas sobre un taburete con el fin de facilitar el flujo sanguíneo. Asimismo, cada hora, como mínimo, levántate y da algunos pasos, quizás, apoyándote sobre la punta de los pies para reactivar la circulación.
> Con el paso de los meses, las curvaturas de la columna vertebral se modifican para dejar espacio al niño y permitir al cuerpo encontrar un nuevo equilibrio. Los músculos abdominales trabajan cada vez menos, al contrario que los dorsales, que sufren un mayor esfuerzo. Por esta razón, la espalda se debilita, sobre todo si la futura mamá lleva un estilo de vida sedentario y la musculatura está menos tonificada. ¿Cómo remediar esta situación? Cuando estés sentada, la pelvis debe estar bien apoyada en el respaldo de la silla, el dorso, erguido y la espalda, recta. Para evitar posibles tensiones, puedes practicar, incluso estando sentada en la silla de la oficina, algunos sencillos ejercicios:
> Sentada, con los pies bien apoyados en el suelo y los brazos colgando a lo largo del cuerpo, realiza ligeras flexiones laterales del tronco; primero, hacia la derecha y después, hacia la izquierda. Repite el ejercicio 20 veces.
> También sentada, gira lentamente el tronco hacia la izquierda, abrazando con la mano derecha el borde izquierdo del respaldo. Después, realiza el mismo giro hacia el otro lado. Repite diez veces por cada lado.
> Sentada o de pie, con las piernas ligeramente separadas, las rodillas ligeramente flexionadas, los brazos colgando a lo largo del cuerpo y el mentón ligeramente bajado, practica algunas rotaciones alternadas de los hombros (describiendo un círculo, primero, hacia delante, y, después, hacia atrás).
> De pie, con las rodillas ligeramente flexionadas, inclina el tronco hacia delante, bajando con los brazos hacia el suelo y encorvando lentamente la columna vertebral.
ATENCIÓN A LA DIETA
Para la pausa de la comida, las alternativas en la oficina son dos: llevarse un tentempié de casa o bien comer fuera.
> Si decides prepararte la comida, da preferencia a los alimentos ricos en proteínas y a las verduras. ¿Algún ejemplo? Queso o jamón cocido, o bien atún, acompañado de verduras a la parrilla, tomates y ensalada.
> Si, por el contrario, comes en el restaurante, puedes pedir un plato de pasta y otro de verdura, mientras que, si comes en una cafetería, puedes elegir un pequeño sandwich; si se rellena del modo correcto (por ejemplo, con verduras y queso), puedes garantizar una alimentación equilibrada.
> También es importante no comer embutidos crudos y carnes poco hechas, así como verduras que no se hayan lavado con cuidado, con el fin de prevenir la toxoplasmosis, una infección que puede comportar graves riesgos si se contrae durante el embarazo. En estos casos, es más prudente llevarse el sandwich de casa.
> Hay que evitar los sándwiches ricos en salsas grasas y embutidos, que llenan rápidamente sin garantizar un adecuado valor nutritivo. Para darse cuenta de la importancia que tiene el relleno, basta con pensar que 10 gramos de mayonesa, es decir, una cucharada, proporcionan unas 70 calorías y que un huevo duro necesita unas dos horas y media para digerirse. La mejor elección es la del clásico sandwich de queso con tomate, pues combina un buen aporte de calcio y de proteínas, provenientes del queso, con el alto contenido en hierro y minerales de los tomates. El consejo es completar esta comida con otras verduras y un jugo, rico en vitamina C, que ayude a absorber el hierro vegetal. Una buena elección consiste en un bocadillo de atún, mejor si está conservado al natural, y unas hojas de lechuga, que asegura un buen equilibrio entre los glúcidos, las proteínas y las grasas. El atún, además, es rico en ácidos grasos Omega 3, que son fundamentales para la formación de las células nerviosas del niño. Un coctel de fruta, quizás con una bolita de helado, es el complemento ideal, porque proporciona vitaminas y potasio.
> También hay que prestar atención a la hora de elegir la bebida. A partir del tercer trimestre, aumentan notablemente las necesidades hídricas: se necesitan 1.5-2 litros más de agua al día de lo habitual. Un truco: en la oficina, ten siempre a la mano una botella de agua; te ayudará a beber más.
PRUDENCIA EN LOS DESPLAZAMIENTOS
Sobre todo durante el último trimestre, cuando la pancita resulta más pesada, los desplazamientos que implican el uso de diversos medios de transporte público o los largos trayectos en coche con tráfico resultan, sin duda, muy difíciles y cansados.
> Si debes tomar el autobús o el metro, sal algunos minutos antes, para evitar las horas pico. Si nadie te cede el asiento espontáneamente, pídelo sin temor. En cualquier caso, debes tener siempre la pancita lo más protegida posible, con el fin de evitar cualquier golpe. Y recuerda agarrarte siempre bien, para no perder el equilibrio en caso de frenazo brusco.
> Si te desplazas en automóvil, ponte siempre el cinturón de seguridad, colocando la banda apoyada sobre la clavícula (no sobre el abdomen), en la parte de arriba y sobre la cresta ilíaca (el hueso ancho de la cadera), en la parte de abajo. Algunas marcas han diseñado dispositivos específicos para embarazadas que permiten asegurar la correcta posición del cinturón del automóvil, garantizando así la máxima seguridad para la mamá y el feto.
XSALUDX
Controla la diabetes en la mesa
Seguramente, tu médico ya te programó un test para averiguar si sufres o no diabetes gestacional. Te explicamos en qué consiste este test y qué medidas debes tomar para mantener la diabetes bajo control.
La diabetes es un trastorno relacionado con la utilización de la glucosa por parte del organismo. La glucosa es el azúcar de la sangre que empleamos como fuente de energía; en condiciones normales, penetra en las células de los tejidos gracias a la acción de la insulina, una hormona que produce el páncreas: cuando entra en las células, la glucosa se “quema” con el fin de obtener la energía necesaria para la vida y para la actividad celular. Sin embargo, este mecanismo se obstaculiza en la diabetes gestacional: la insulina no funciona bien y la glucosa se acumula en la sangre, en lugar de ser transportada a las células, alterando así las condiciones normales de nutrición del feto.
POSIBLES CONSECUENCIAS
Si se controla, este tipo de diabetes no causa grandes problemas. De hecho, la mayoría de las mujeres que la sufren dan a luz a niños perfectamente sanos. Sin embargo, si el trastorno no se trata, puede tener consecuencias más importantes para el pequeño que para la mamá.
> En la mujer, la diabetes gestacional puede ocasionar trastornos de la presión durante el embarazo. También aumenta el riesgo de aborto espontáneo o de parto prematuro. En general, la diabetes gestacional desaparece rápidamente después del parto: la placenta se expulsa, la producción de hormonas se normaliza y la insulina empieza a desarrollar su trabajo. Sin embargo, las estadísticas indican que las mujeres que han padecido diabetes durante el embarazo tienen mayores probabilidades de desarrollar esta enfermedad en los años siguientes. En este sentido, la diabetes gestacional puede considerarse como una especie de “señal de alarma”, por lo que la mamá debe controlarse después del embarazo, con el fin de prevenir la aparición de una auténtica diabetes.
> En el pequeño, el exceso de glucosa en la sangre puede ocasionar un crecimiento superior a lo normal, con un desarrollo excesivo del abdomen, del corazón y del hígado. Los riesgos que se asocian a esta condición (macrosomía diabética) son diversos: el parto es más difícil y arriesgado, y, además, el recién nacido puede sufrir crisis hipoglucémicas después del nacimiento y tener dificultades respiratorias durante los primeros días de vida. Del mismo modo, conforme crece, puede sufrir una mayor predisposición al sobrepeso y a la obesidad.
¿QUÉ MUJERES CORREN MÁS RIESGO?
Todas las mujeres que esperan un hijo corren el riesgo de sufrir una diabetes gestacional. Sin embargo, algunos factores favorecen su aparición:
> Los antecedentes familiares: tener hermanos o padres diabéticos (afectados de diabetes tipo II, definida como “no insulino dependiente”) comporta mayores probabilidades de desarrollar diabetes durante el embarazo.
> El sobrepeso. Iniciar la gestación con algunos kilos de más, así como engordar demasiado durante el embarazo, aumenta el riesgo de padecer diabetes gestacional.
> La edad. La diabetes es más frecuente en mujeres mayores de 35 años de edad, mientras que, por debajo de los 25 años, es bastante raro que aparezca.
> Embarazos anteriores difíciles. El embarazo requiere más atenciones si se han sufrido abortos o bien se han tenido problemas de diabetes en gestaciones anteriores.
> La raza. Por razones todavía desconocidas, las mujeres que pertenecen a determinadas razas y etnias desarrollan esta enfermedad más fácilmente. Es el caso de las indoamericanas, las africanas y las hispanoamericanas.
UN TEST MUY SENCILLO
En caso de encontrarse, como mínimo, en una de las situaciones descritas, se deben efectuar controles específicos durante el embarazo, concretamente entre la semana 10 y la 12. Esto es así porque, en muchos casos, el desarrollo de la diabetes gestacional no se acompaña de síntomas evidentes y fácilmente reconocibles (cansancio exagerado, sed excesiva y orina muy abundante). En cualquier caso, se recomienda efectuar un sencillo test alrededor de la semana 24, aunque no se pertenezca a ningún grupo de riesgo. Si el resultado es positivo, se debe reducir y corregir la alimentación.
> El examen que se realiza es el test de O’Sullivan (o minicurva de sobrecarga): se hace una extracción de sangre en ayunas y otra, 60 minutos después de haber tomado 50 gramos de glucosa (mediante una bebida azucarada). Cuando los valores se encuentran alterados (es decir, son superiores a 95 mg/dl de sangre en ayunas, y superiores a 140 mg/dl después de haber transcurrido una hora desde el momento en que se ha tomado la glucosa), se debe efectuar de nuevo una curva de sobrecarga, pero esta vez completa. En este caso, las extracciones de sangre se realizarán en ayunas, y a los 60, 120 y 180 minutos después de haber tomado 100 gramos de glucosa, a través de una bebida azucarada. Es lo que se llama “Test de sobrecarga de glucosa”. Si únicamente no son normales uno o dos de los valores de la curva de la carga completa, será suficiente con someterse a una dieta adecuada, prescrita por el médico o bien por el propio ginecólogo. Sin embargo, en el caso de que estén alterados más de dos valores, es mejor solicitar la opinión de un centro especializado en este tipo de diabetes. Allí se propondrá, de inmediato, un tratamiento adecuado para el problema en cuestión.
QUÉ COMER
La alimentación es esencial para la prevención y el tratamiento de la diabetes gestacional. Veamos las reglas fundamentales que hay que seguir:
> Reducir la ingesta de calorías. Es necesario hacerlo si se quiere perder peso antes del embarazo o limitar su aumento durante la gestación. En general, no es aconsejable tomar más de 1,500 kcal diarias, porque se podrían formar sustancias nocivas en el organismo (los cuerpos cetónicos); dañinas para el feto y la placenta.
> No eliminar por completo los carbohidratos complejos y los azúcares: para quien tiene sobrepeso o riesgo de sufrir diabetes, la mayor parte de las calorías diarias debe proceder del consumo de estos nutrientes (al menos, el 50%). Están presentes en los cereales (ricos en almidón y en carbohidratos de estructura compleja) y en la fruta (fuente de azúcares simples). Sin embargo, se debe reducir el consumo de dulces, porque contienen azúcares en una cantidad muy concentrada.
> Dosificar la comida. Hay que evitar concentrar la mayoría de los nutrientes en las dos comidas principales del día. Para ayudar a que el organismo mantenga constantemente el nivel adecuado de glucosa en la sangre, es necesario dosificar la comida y fraccionarla en 5-6 momentos: tres comidas principales ligeras (desayuno, comida y cena) y tres tentempiés (a media mañana, a media tarde y por la noche, antes de acostarse).
> Comer a horarios regulares facilita la digestión y ayuda a equilibrar la presencia de glucosa en la sangre: evita el riesgo de que haya demasiada cantidad en ciertos momentos (por ejemplo, en el caso de comidas muy seguidas) y que, en cambio, en otros, resulte insuficiente (en comidas espaciadas).
> Aumentar el consumo de fibra. Las fibras vegetales tienden a ralentizar y a moderar la absorción de los nutrientes, porque el organismo no las digiere bien. Esto contribuye a controlar el nivel de azúcar en la sangre. Es aconsejable introducir pasta y pan con cereales integrales en el menú, además de hacer especial hincapié en la verdura: es rica en fibra, proporciona muy pocas calorías, tiene un alto poder saciante y posee una cantidad elevada de factores vitamínicos (entre los que se encuentra el ácido fólico).
> Disminuir la ingesta de grasas saturadas y de colesterol. ¿Cómo? Evitando los quesos muy grasos y algunos embutidos, dando preferencia al aceite de oliva virgen extra para condimentar o eligiendo leche y yogures desnatados o semidesnatados.
PRACTICA ACTIVIDAD FÍSICA
> El ejercicio físico es fundamental en la prevención y el tratamiento de la diabetes gestacional. La actividad ayuda a que la insulina trabaje mejor y, por tanto, mejora el nivel de glucosa en la sangre. Las mujeres que llegan al embarazo con un mínimo entrenamiento tienen un motivo más para mantener las buenas costumbres (la natación, por ejemplo, es un ejercicio muy recomendable). Por el contrario, las que no están acostumbradas a hacer ejercicio pueden descubrir el placer de relajarse con largos paseos.
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Piel perfecta a prueba de estrías
Son, sin duda, uno de los problemas estéticos que más preocupan a las futuras mamás. Te ofrecemos todos los consejos para prevenir y combatir este problema de la forma más eficaz.
Las temidas estrías suelen aparecer en los pechos, el abdomen y los muslos, y se deben a una “ruptura” más o menos visible de las fibras del tejido conectivo, como consecuencia de la pérdida de elasticidad de la piel. En su fase inicial, se presentan como pequeñas señales de color rosa o violeta, separadas por fragmentos de piel “íntegra”. En una segunda fase, adquieren un color blanco nacarado, lo que indica que la ruptura de la piel ha sido reparada de alguna manera y que, en su lugar, se ha formado una cicatriz profunda.
FACTORES DESENCADENANTES
Los factores que provocan la aparición de estrías son numerosos: desde la predisposición familiar a las dietas drásticas, la vida sedentaria o los tratamientos prolongados con corticoides. También se pueden deber a determinados hábitos, como llevar ropa demasiado ajustada o adoptar posturas incorrectas.
> Sin embargo, el período de mayor riesgo en la vida de una mujer sigue siendo el embarazo. Las estrías son más frecuentes en las mamás primerizas de piel y cabello claros, y tienden a formarse entre los seis y los ocho meses. El motivo es evidente: a medida que el abdomen crece, los tejidos se tensan al máximo y pueden ceder.
PREVENCIÓN
Desde el inicio de la gestación, cuando la dilatación del abdomen aún no es importante, debes mantener la piel elástica y tónica con productos específicos.
> Durante los tres primeros meses de embarazo, aplícate una vez al día una crema hidratante con ácido hialurónico, aceite de aguacate, germen de trigo, jojoba y manteca de karité, realizándote un masaje en los muslos, los glúteos y el abdomen, mediante suaves movimientos circulares.
> En el segundo trimestre, alterna este tratamiento con una emulsión reafirmante, rica en elastina, colágeno y extractos vegetales, como aceite de borraja y de oliva. También son excelentes contra la distensión cutánea las cremas de terprolina, sustancia compuesta de precursores que estimulan la producción de ácido hialurónico y de colágeno, así como de extractos de ácido asiático, con propiedades cicatrizantes.
> Para garantizar la máxima eficacia, también son útiles los cosméticos específicos antiestrías. Dos o tres veces a la semana, realízate un masaje en las caderas, el abdomen y los glúteos con aceite de almendras dulces, que devuelve el tono a los tejidos. También te puedes aplicar aceite de rosa mosqueta, una sustancia especialmente adecuada para combatir este problema, al ser muy rica en ácidos grasos esenciales (como el linoleico y el alfa-linoleico), conocidos por sus propiedades antioxidantes y reestructurantes. Además, contiene una gran cantidad de vitamina E y de carotenoides, que contribuyen a nutrir las células cutáneas y a conservar su elasticidad.
> Si las estrías ya son visibles, utiliza por las mañanas un producto compuesto de extractos vegetales (centella asiática, encina, piña y cola de caballo) y evita los productos que contengan extractos tiroideos, desaconsejados en el embarazo. Está claro que, para obtener resultados, las estrías todavía deben ser de color rosa o violeta, es decir, deben estar en su primer estadio. Para estimular la microcirculación y la producción de nuevas fibras de colágeno y elastina, son ideales los masajes circulares a lo largo de la estría. Por la noche, utiliza una crema con vitamina C y flavonoides, o bien con ácido boswélico, que ha demostrado ser eficaz en la cicatrización y la reducción de las estrías.
5 CONSEJOS MÁS
1 Evita los baños demasiado calientes que, a largo plazo, favorecen la relajación cutánea y repercuten en la circulación venosa. Si te bañas, comprueba que la temperatura no supera los 38 ºC y suaviza el agua con aceites esenciales específicos, como el de geranio o el de naranja amarga, que neutralizan la acción resecante de la cal.
2 Añade al agua uno o dos comprimidos de sustancias termales o un cuarto de litro de vinagre de manzana: es rico en minerales (potasio, fósforo y hierro), útiles para reequilibrar la piel. Por último, aplícate un chorro de agua fría, que tiene un gran poder tonificante: el organismo reacciona con un mayor aflujo de sangre, que estimula el metabolismo, mejora la oxigenación y reafirma los tejidos.
3 Aprende a mantener siempre la espalda recta y la barbilla elevada, formando un ángulo de 90 grados con el cuello: los hombros encorvados aceleran la relajación de los tejidos. Al acentuar la curvatura en la zona lumbar, se tiende a desplazar el abdomen hacia delante, mientras que el pecho “se cae” al no poder apoyarse en los músculos pectorales.
4 Mantén la circulación activa, practicando actividades deportivas: durante el embarazo, puedes escoger entre la natación, el stretching o los paseos a paso ligero. Después del parto, te puedes atrever con algún deporte aeróbico. Cuando estés sentada, evita cruzar las piernas.
5 Opta por una dieta compuesta de fruta y verduras rojas y amarillas y, sobre todo, rica en pescado, ajo, puerro y cebolla, que ayudan a fluidificar la sangre. Bebe, como mínimo, dos litros de agua al día. Vigila el consumo de sal, café y alimentos grasos y especiados: sus residuos pueden estancarse en el intestino, comprimir las venas y dificultar la circulación sanguínea.
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Viajar en el embarazo: 10 respuestas a tus dudas
Te encuentras en el segundo trimestre de embarazo, considerado como el mejor período para viajar. Si estás pensando en hacer un viaje, ten en cuenta todas nuestras recomendaciones.
1 ¿CUÁL ES LA ETAPA DEL EMBARAZO MÁS ADECUADA PARA VIAJAR?
Cualquier etapa es una experiencia en sí misma. Algunas futuras mamás viven muy bien los primeros meses de gestación y están más cansadas al final. En cambio, otras empiezan el embarazo con algunos trastornos y, más adelante, se encuentran estupendamente.
> Normalmente, se puede viajar siempre, pero teniendo en cuenta que el primer trimestre es el período más delicado, ya que el organismo materno tiene que adaptarse a la nueva organización hormonal para acoger al embrión y, a menudo, se sienten náuseas, que pueden sumarse a las que algunas veces se manifiestan durante un viaje.
> El segundo trimestre es la etapa en la que la mujer está mejor. El organismo materno ya se ha adaptado al embarazo, las náuseas se han superado y el riesgo de aborto espontáneo se ha reducido. La futura mamá tiene más ganas de estar activa y de viajar. Asimismo, la ansiedad relacionada con la buena marcha del embarazo ha disminuido y el miedo al parto aún queda lejos.
> En cambio, en el tercer trimestre, los desplazamientos pueden ser más lentos y dificultosos debido el volumen de la pancita, unido a algunos trastornos típicos de los últimos meses de gestación, como la hinchazón en las piernas.
2 ¿MEJOR MAR O MONTAÑA?
> Si el embarazo va bien, la futura mamá es libre de elegir en función de sus preferencias. En la playa, exponer la piel a los rayos ultravioleta estimula la producción de vitamina D, fundamental para absorber el calcio y el fósforo, y reforzar los huesos. Asimismo, el mar actúa como una especie de aerosol: sobre todo, en las primeras horas de la mañana, libera en el aire una gran cantidad de humedad y yodo, útil para limpiar las vías respiratorias y estimular el funcionamiento de las tiroides. Dar largos paseo por la orilla, con las piernas sumergidas hasta la mitad de los muslos, constituye un masaje excepcional que reactiva la circulación de las piernas (que suelen estar pesadas e hinchadas). Por su parte, la montaña ofrece paisajes indudablemente relajantes, además de aire limpio y un clima fresco y nunca bochornoso. Sin embargo, hay que tener cuidado: tanto en el mar como en la montaña, hay que evitar las exposiciones prolongadas al sol, sobre todo en las horas más cálidas del día y aplicarse siempre un protector solar de alta protección.
3 ¿SE PUEDE VIAJAR EN AVIÓN?
> Sí, el avión es el medio de transporte más seguro para afrontar un viaje largo porque no crea vibraciones que, al contrario que el automóvil, pueden estimular las contracciones del útero. Si se puede escoger el asiento, lo mejor es elegir pasillo. De este modo, se goza de una mayor libertad de movimiento y la mamá se puede levantar, al menos, cada media hora, para estirar las piernas y caminar un poco. También se puede reactivar la circulación estando sentada, con unos simples ejercicios de stretching, estirando y girando los pies.
4 ¿HASTA CUÁNDO SE PUEDE VOLAR?
> Depende de la compañía aérea, porque no todas se rigen por las mismas normas. La mayoría embarca a las embarazadas sin la necesidad de presentar ningún certificado médico hasta la semana 36, pero algunas compañías aplican condiciones más restrictivas. Por lo tanto, antes de reservar el vuelo, es preciso comprobar en su página web cuáles son los términos de admisión. Para viajar en las últimas cuatro semanas de gestación (o en caso de embarazo gemelar o en presencia de complicaciones), se requiere un certificado médico en el que el ginecólogo confirme el estado de buena salud de la mujer y su idoneidad para viajar.
5 ¿EL DETECTOR DE METALES HACE DAÑO AL BEBÉ?
> Los clásicos detectores de metales utilizados en los controles de seguridad de los aeropuertos generan un campo magnético que no perjudica al feto. En cambio, si se viaja a Estados Unidos, se encontrarán los llamados body scanner, que utilizan rayos X. Es mejor evitarlos y solicitar un control en un detector de metales normal.
6 ¿SE PUEDE VIAJAR EN TREN?
> Sí, el tren es uno de los medios de transporte más seguros durante el embarazo. Su ventaja sobre el resto es la siempre beneficiosa posibilidad de levantarse y caminar por el pasillo -si el tren no está lleno de gente- cada vez que la futura mamá lo desee. Dar unos pasos, de vez en cuando, para estirar las piernas, es muy beneficioso para reactivar la circulación, sobre todo si el trayecto en tren es largo.
7 ¿SE PUEDE VIAJAR EN BARCO?
> Si se trata de realizar travesías cortas, aunque sean de algunas horas para ir a una isla cercana, no hay ningún problema. En cambio, es preferible evitar los cruceros. En primer lugar, porque, a causa del movimiento ondulatorio, las náuseas podrían manifestarse con mayor facilidad. En segundo lugar, porque, a bordo del barco, sólo viaja un médico de medicina general, de manera que, en caso de emergencia, no tiene por qué saber asistir un parto.
8 ¿CÓMO ORGANIZARSE PARA VIAJAR EN COCHE?
> El coche es, sin duda, el medio más cómodo para desplazarse con autonomía, sin estar pendientes de fechas ni de horarios. Asimismo, permite hacer paradas frecuentes para relajarse un poco, caminar e ir al baño.
> Es preferible viajar en las horas más frescas del día y tener siempre a mano un par de botellas de agua. Para realizar un viaje inteligente, que permita evitar el riesgo de quedar atrapado en una retención de tráfico bajo el sol ardiente, antes de salir de casa, es conveniente informarse sobre las condiciones del tráfico y, si es posible, controlar la situación también en el coche, a través del celular o la tablet. Tampoco hay que olvidar mantener siempre el cinturón de seguridad abrochado, con la precaución de pasar los cinturones por encima y por debajo de la pancita.
9 ¿CÓMO ALIVIAR LAS NÁUSEAS?
> Para combatir esta molestia, debes tener siempre en el bolso unos dulces o un paquete de galletas saladas. Las náuseas también pueden controlarse llevando en la muñeca una pulsera de goma específica para el mareo. En la parte interna, tiene un pequeño botón, que se debe situar en el punto P6 (el centro de la superficie interna del antebrazo, entre los dos tendones), reconocido como punto electivo para las náuseas. Aplicar una gota de aceite esencial de menta en un pañuelo e inhalar de vez en cuando también puede aliviar.
10 ¿QUÉ DOCUMENTOS NO HAY QUE OLVIDAR?
> Además de una identificación oficial, es fundamental llevar toda la documentación relativa al embarazo, incluyendo los resultados de los exámenes y las ecografías, así como el teléfono del ginecólogo que sigue el embarazo.
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