Ya estás en la SEMANA 22
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BEBÉ
Las terminaciones nerviosas de las puntas de los dedos acaban de desarrollarse, y tu pequeño puede sentir a través del tacto. Y lo hace continuamente, tocándose la cara, los brazos y las piernas. Si es un niño, sus testículos empiezan a bajar desde el abdomen, acercándose al escroto. Si es una niña, se forma la vagina.
MAMÁ
La mayor afluencia de sangre en el útero afecta a tu vagina y a tus genitales externos. Esto hace que el deseo sexual pueda aumentar.
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XDESARROLLOX
Elegir el nombre de tu bebé
¿Ya has pensado en el nombre que le pondrás a tu bebé? ¡No se trata de una tarea fácil! A veces, es difícil ponerse de acuerdo con la pareja. Te ofrecemos algunos consejos que los ayudarán a orientarse.
La futura mamá pregunta a su pareja tocándose el abdomen: “¿Qué nombre le pondremos a nuestro hijo?”. Ya llegó al quinto mes de embarazo y, desde hace algunos días, continuamente se plantean el mismo tema.
Como sabemos que elegir el nombre de tu bebé es una tarea muy personal y delicada, te ofrecemos algunos consejos para que mamá y papá lleguen a un acuerdo a la hora de poner el nombre al bebé. Piensa que el nombre de tu bebé lo marcará para siempre, a menos que él mismo decida cambiarlo, por lo que si tienes unos apellidos “difíciles” es mejor optar por nombres que no entren en conflicto con ellos.
> El nombre que pongamos a nuestro hijo puede influir en su personalidad. Por lo tanto, procuremos no poner a nuestro hijo un nombre de tendencia pasajera o uno muy extraño.
> El nombre nos acompañará para siempre. Escojamos uno con el que nuestro hijo se sienta a gusto y feliz.
> Si tenemos un apellido largo, es recomendable escoger un nombre corto y, si tenemos un apellido corto, un nombre largo puede quedar bien.
> No debemos recurrir a rimas (por ejemplo, Ramón Rodón), que es mejor dejar para la poesía.
> Hay que evitar copiar el nombre del apellido (por ejemplo, Fernando Fernández), porque no causa un buen efecto.
> Es mejor comprobar que el nombre queda bien con el apellido. Para ello, los puedes escribir juntos en un papel y leerlos juntos unas cuantas veces. Así, tendrás una idea clara de cómo suena.
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SCST
SCST
XLACTANCIAX
10 cosas que debes saber
¿Te sientes preparada para dar el pecho? Te ofrecemos una completa guía para aclarar todas tus dudas y acabar con los tópicos que no tienen fundamento.
1 ¿ES NECESARIO PREPARARSE DESDE EL EMBARAZO PARA DAR PECHO?
> No hay duda de que es necesario informarse sobre la lactancia materna. En otros tiempos, gracias a la experiencia de las abuelas, las hermanas y las tías, las jóvenes madres conocían los tiempos y las características de las tomas al pecho. Hoy en día, esta costumbre se ha perdido. Si la futura mamá sabe cómo funciona la producción de leche y qué es razonable esperar en las primeras semanas, le resultará más sencillo empezar con buen pie. Además, conociendo con antelación las dificultades iniciales más comunes, como las grietas, las obstrucciones mamarias y la dificultad para que el bebé se prenda al pecho, puede conseguir evitarlas o, en cualquier caso, superarlas en poco tiempo.
> En cambio, no hay que preparar el pecho para la lactancia. Durante el embarazo, los tubérculos de Montgomery, pequeñas glándulas en relieve situadas alrededor de la aréola, empiezan a segregar una sustancia emoliente y antiséptica que constituye una protección natural para el pezón.
2 ¿LA PRIMERA TOMA DEBE REALIZARSE INMEDIATAMENTE DESPUÉS DEL NACIMIENTO?
> Si al nacer, se deja al bebé tranquilo sobre el pecho de la mamá, puede encontrar el pezón y succionar el calostro sin necesidad de ayuda externa. Por ello, si no existen problemas, sería mejor no interferir en estos primeros instantes, y las intervenciones previstas por el protocolo hospitalario, como la medida de la altura o el peso, se deberían dejar para otro momento.
3 ¿LA SUBIDA DE LA LECHE SE ANUNCIA CON EL PECHO HINCHADO Y ADOLORIDO?
> No siempre es así. Si la mamá ha tenido a su bebé cerca y le puede dar el pecho siempre que demuestra tener hambre, la leche puede llegar sin señales evidentes, porque el pecho, al estar bien drenado, no se obstruye. En otros tiempos, cuando los bebés permanecían en el nido separados de sus mamás, el pecho sí que se hinchaba, lo cual dificultaba aún más la lactancia.
4 EN CASO DE CESÁREA, ¿LA LACTANCIA ES MÁS DIFÍCIL?
Después de un parto vaginal o de una cesárea, la expulsión de la placenta es la señal que indica al organismo materno que el niño ya no está recibiendo alimento y que es necesario alimentarlo de otra manera. Por lo tanto, la forma en la que se da a luz no es una razón que pueda dificultar la lactancia. Una vez más, lo que obstaculiza el inicio de la lactancia es el procedimiento hospitalario, si la mamá y el niño se separan.
> Si la cesárea se efectuó con anestesia epidural, la primera toma puede tener lugar en la misma camilla del quirófano. En caso de anestesia total, la mamá podrá poner al pequeño al pecho en cuanto se despierte y se sienta preparada.
> No obstante, después de una cesárea, la mamá necesita un poco más de ayuda. Sobre todo, en las primeras horas y en los días posteriores a la intervención, la mamá deberá poder contar con una persona (la pareja, un familiar o una enfermera) que la ayude a cargar en brazos al bebé y ponérselo al pecho.
5 ¿LA LACTANCIA SIEMPRE DEBE REALIZARSE A DEMANDA?
> La mamá debe ofrecer el pecho a su bebé cada vez que se muestra “interesado”, es decir, cuando abre la boca y gira la cabeza como si estuviera “buscando”, se lleva las manitas a la boca o se muestra inquieto. El llanto es una señal tardía de hambre que podría interferir en la toma, puesto que el bebé, al estar nervioso, puede tener más problemas para prenderse al pecho.
> La lactancia a demanda simplifica la gestión de las tomas, porque libera a la mamá de horarios, esquemas y tablas, más propios de la alimentación artificial.
6 SI EL BEBÉ GANA DEMASIADO PESO, ¿ES MEJOR REDUCIR LAS TOMAS?
> La composición de la leche materna es perfecta para las necesidades nutricionales de cada niño. No hay lactantes que crezcan “demasiado”, y nunca es necesario reducir las tomas. Por el contrario, cuanto más tiempo lacta el niño, menor es el riesgo de que se enfrente a estos problemas.
7 ¿ESTÁ DESACONSEJADA LA DOBLE PESADA?
> Esta costumbre se abandonó porque no ofrecía información útil y podía causar una preocupación injustificada a la mamá. Pesar al bebé antes y después de la toma para comprobar cuánto ha comido (en el caso de los bebés sanos, nacidos a término) está desaconsejado. El motivo está relacionado con la composición de la leche y sus cambios a lo largo del día. Durante una toma, el bebé puede recibir pocos gramos de una leche muy grasa y nutritiva: la respuesta de la báscula, en este caso, puede ser desalentadora, pero, en realidad, el niño ha comido de forma sustanciosa. Otras veces, el bebé puede haber tomado cien gramos de una leche más ligera, que digerirá en una media hora.
> Se puede saber si el bebé toma suficiente leche comprobando que moja entre seis y siete pañales al día y que hace entre dos y cuatro deposiciones durante las 24 horas, aunque esto es muy variable. El aumento de peso se podrá valorar cada semana y, en los primeros meses, deberá ser de 150-170 gramos a la semana.
8 ¿ES MEJOR EVITAR EL CHUPÓN Y EL BIBERÓN?
> En las primeras 4-6 semanas, el pecho aprende cuánta leche debe producir para el bebé, y el bebé se familiariza con la lactancia. En esta etapa, que se llama de “calibración”, es muy importante evitar interferencias. Por lo tanto, el chupón y el biberón (de agua, infusiones o fórmula artificial) están desaconsejados. La lactancia se basa en un mecanismo de demanda y de oferta: cuanto más succiona el niño, más leche se produce. Sin embargo, para que funcione bien, es importante que la lactancia sea exclusiva y a demanda. Si el bebé distancia las tomas porque ha recibido otros líquidos, o si se consuela con el chupón, al término del día, podría no haber tomado suficiente leche. Además, si el pecho no se estimula adecuadamente, la producción puede regularse en función de una cantidad inferior y no lograr afrontar las necesidades del niño. Por último, la succión con una tetina artificial es diferente a la del pecho, lo que puede confundir al bebé e impedirle que succione de forma correcta.
9 ¿LA TOMA DEBE DURAR UNOS 20 MINUTOS?
> No es posible establecer a priori la duración de cada toma. Al principio, el bebé recibe un tipo de leche más rica en lactosa, ideal para quitar la sed, mientras que el segundo tipo de leche, que se produce en la segunda parte de la toma, es más sustanciosa y saciante, y le proporciona la grasa y las calorías necesarias para crecer.
> No todos los niños son iguales. Algunos succionan con voracidad y, en pocos minutos, sueltan el pecho espontáneamente. Otros emplean más tiempo para recibir la cantidad de leche adecuada para sus necesidades. El consejo es confiar en el pequeño y olvidarse del reloj. Cuando el bebé se haya saciado, se separará del pecho o se dormirá.
10 EN LOS PRIMEROS DÍAS, ¿ES NORMAL SENTIR DOLOR?
> Es un tópico con el que hay que acabar. Si la mamá se siente mal, significa que algo no funciona, y el dolor representa una señal de alarma que no hay que descuidar. Los primeros días después del nacimiento, sobre todo si se trata del primer hijo, es posible que se sienta una ligera molestia. Sin embargo, si la sensación desagradable no se resuelve rápidamente, o si aparecen grietas, es decir, lesiones o cortes sobre el pezón o la aréola, es preciso intervenir para resolver la causa del problema.
> Descuidar las señales del cuerpo, “apretar los dientes” y seguir con la toma a pesar del dolor es contraproducente. En un cierto momento, la mamá podría no resistir más el dolor y decidir interrumpir la lactancia, o bien el niño podría no lograr extraer una cantidad adecuada de leche. El hecho de que el bebé no se prenda al pecho correctamente, o el miedo a sentir dolor, unido al estrés, pueden inhibir la producción de oxitocina, la hormona de la que depende la salida de la leche, o bien no permitir que se produzca un buen drenaje.
XSALUDX
Cistitis: no debes descuidarla
Durante el embarazo, tienes un mayor riesgo de padecer cistitis, debido a los cambios en tu organismo. ¿Cómo prevenirla e intervenir a tiempo para evitar complicaciones?
La cistitis es una inflamación que afecta a la vejiga y, en ocasiones, a la uretra, el tramo final de las vías urinarias. Casi siempre, este trastorno es de origen bacteriano y, en el 80% de los casos, se debe a la Escherichia coli, una bacteria de origen intestinal. En menos casos, la cistitis puede estar provocada por un hongo, como la Cándida, o por un protozoo, como el Trichomonas vaginalis, que proliferan en la vagina.
Su particular conformación anatómica hace a las mujeres más susceptibles de sufrir el problema. La corta longitud de la uretra facilita el retorno de los agentes patógenos hasta la vejiga, mientras que la proximidad del orificio urinario a la vagina y el ano favorece la contaminación por parte de los gérmenes allí presentes.
¿CÓMO SE MANIFIESTA?
> La cistitis no siempre es dolorosa, pero, cuando los síntomas están presentes, son inconfundibles. Los más típicos son polaquiuria, la necesidad frecuente de hacer pipí, pero con una pequeña cantidad de orina; disuria, que se manifiesta con dolor y comezón durante la micción, sobre todo, al final; hematuria, es decir, presencia de sangre en la orina, que puede ser visible a simple vista, o bien solo con microscopio, a través de un análisis de orina; dolor por encima del pubis o en la zona lumbar; y, a veces, aparición de fiebre.
> Para confirmar que se trata de una cistitis, se puede recurrir a un análisis de laboratorio. En el análisis de orina, se valora el pH y la presencia de glóbulos rojos, glóbulos blancos y nitritos, señales que pueden indicar una infección en curso. Asimismo, se puede realizar un urinocultivo, necesario para detectar al germen responsable de la infección. En caso de que este último examen dé un resultado positivo, se debe realizar un antibiograma, para identificar el antibiótico más eficaz contra el germen responsable.
¿QUÉ RIESGOS EXISTEN?
Si no se trata a tiempo, una infección de orina, aunque tenga una baja carga bacteriana, comporta complicaciones que pueden ser serias.
> Entre los posibles trastornos para la futura mamá, se encuentra la pielonefritis, infección renal que se instaura a causa del ascenso a los riñones de los microorganismos responsables de la cistitis, que puede conducir, en los casos más graves, a una insuficiencia renal.
> En la vertiente fetal, las posibles consecuencias más graves son el aborto y el parto prematuro. Por estos motivos, puede ser oportuno practicar un análisis de orina con una frecuencia mensual durante todo el embarazo, con el fin de detectar precozmente las posibles infecciones de orina, aunque sean asintomáticas.
UN TRATAMIENTO ESPECÍFICO
> Una vez identificada la causa, el tratamiento tradicional es el antibiótico, antimicótico o antiprotozoario, en función del germen responsable. Para que el tratamiento sea eficaz y resolutivo, el fármaco debe tomarse durante todo el período de tiempo prescrito, y no suspenderse de forma anticipada, ni siquiera si los síntomas desaparecen antes del plazo establecido, para evitar recidivas debidas a la incompleta eliminación del agente patógeno.
ALIADOS NATURALES
> En el ámbito de la fitoterapia, los remedios naturales más conocidos son el arándano rojo y la uva Ursi. El primero es eficaz, sobre todo, a nivel preventivo, porque contribuye a reducir el pH urinario, impidiendo la adhesión de las bacterias en las paredes de la vejiga. Se puede tomar una tintura madre, 50 gotas, tres veces al día, o bien comprimidos de 300 mg, una vez al día. Para una prevención eficaz, es aconsejable tomarlo durante tres meses. En cambio, para la cistitis en fase aguda, es preferible decantarse por la uva Ursi, de acción antibacteriana: 50 gotas de tintura madre, tres veces al día. En cuanto a los tratamientos homeopáticos, éstos deberían ser prescritos y controlados por un médico homeópata.
5 REGLAS PARA LA PREVENCIÓN
Para prevenir la cistitis, es muy importante adoptar unos hábitos sencillos:
1 Beber mucha agua y con frecuencia, para diluir la carga bacteriana presente en la orina.
2 No retener la orina durante mucho tiempo y hacer pipí en cuanto se note el estímulo, para evitar que las bacterias permanezcan demasiado tiempo en la vejiga.
3 En la higiene íntima, limpiar la zona desde la parte anterior hacia la posterior, con el fin de evitar que las bacterias fecales puedan ser arrastradas hacia a la vagina y, desde allí, llegar a la vejiga a través de la uretra.
4 No llevar prendas de ropa demasiado ajustadas y dar preferencia a la ropa interior blanca de algodón. Dentro de lo posible, evitar los tejidos sintéticos, que pueden favorecer las irritaciones y la proliferación bacteriana.
5 Evitar el uso compartido de toallas y ropa interior.
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XEJERCICIOX
En forma… ¡bailando!
¿Te gusta bailar? ¡No renuncies a ello! Te presentamos diferentes tipos de baile que te ayudarán a mantenerte en forma en los nueve meses, siempre bajo la recomendación de tu ginecólogo.
FLAMENCO
Qué es. Se trata de una antigua danza gitana, nacida en Andalucía. Se baila con zapatos de tacones y puntas claveteadas. El complejo trabajo rítmico, la belleza de los movimientos y la carga emocional permiten expresar una amplia variedad de sentimientos. Sin embargo, es importante elegir un buen maestro, que sepa explicar cómo mover el cuerpo durante el baile, para evitar contracciones y posturas incorrectas.
Efectos beneficiosos. Los pasos tonifican las piernas y contribuyen a descargar las tensiones, mientras que los movimientos de los brazos y de las manos refuerzan los pectorales. La respiración es más natural y se activa la circulación sanguínea. La fuerza interpretativa refuerza la autoestima.
Para quién está aconsejado. Para las personas con sentido del ritmo que desean tener más confianza en sus capacidades.
Cuándo no debe practicarse. No existe ninguna contraindicación para bailar flamenco.
En el embarazo, ¿sí o no? La futura mamá puede practicar flamenco, aunque reduciendo la intensidad y poniendo especial cuidado en determinados movimientos.
JAZZ
Qué es. Se trata de una mezcla de fitness y danza, que incluye un período de precalentamiento seguido de una serie de ejercicios aeróbicos acompañados de pasos de baile y coreografías, al ritmo de varios géneros musicales (por ejemplo, jazz, funky, latino, tecno o clásico). Se emplean pesas para tonificar los brazos y las piernas, se practica stretching para estirar los músculos y se realizan abdominales para reforzar el vientre.
Efectos beneficiosos. Ayuda a descargar tensiones, quemar calorías, reafirmar, tonificar y distender los músculos. Asimismo, permite reducir el volumen de los muslos y las caderas, y tener más soltura de movimientos.
Para quién está aconsejado. Es perfecto para las personas que desean realizar un ejercicio completo.
Cuándo no debe practicarse. Si se tienen problemas en las rodillas (menisco) o en la espalda (hernia discal).
En el embarazo, ¿sí o no? Para las futuras mamás, existe el jazz light, compuesto de una actividad física menos intensa, sin saltos y con ejercicios específicos.
DANZA ORIENTAL
Qué es. Nacida como danza de la maternidad, se practicaba en la antigüedad para facilitar el parto. Se baila al ritmo de los címbalos y los timbales, con los pies descalzos y con faldas largas, haciendo girar las caderas y balanceando el abdomen. Esta danza enseña a conocer el propio cuerpo y ejercita la zona del periné, la que más sufre durante el parto. Los movimientos de rotación son ideales para una mujer embarazada: relajan la pelvis y distienden la espalda, actuando contra la compresión de los discos de la columna vertebral.
Efectos beneficiosos. La danza oriental reduce las caderas, además de fortalecer las piernas y la musculatura dorsal. Después del parto, permite recuperar la forma física y aliviar los dolores de espalda.
Para quién está aconsejada. Para las mujeres de cualquier edad.
Cuándo no debe practicarse. Para este tipo de danza, no existen contraindicaciones particulares.
En el embarazo, ¿sí o no? Se puede practicar en los nueve meses, en ausencia de contraindicaciones, y evitando, por precaución, el primer trimestre (sobre todo, si nunca se ha bailado).
TANGO ARGENTINO
Qué es. Es un baile en pareja, nacido a finales del siglo XIX. Su peculiaridad es la improvisación, que parte de un código comunicativo no verbal utilizado por los bailarines. El hombre guía y la mujer responde. Se baila de puntillas, caminando hacia atrás al ritmo de una música pasional.
Efectos beneficiosos. La espalda erguida confiere un porte elegante y, al sentirse en armonía con el cuerpo del compañero, la mujer se mueve con más gracia.
Para quién está aconsejado. Este baile es adecuado para cualquier persona.
Cuándo no debe practicarse. El tango está desaconsejado únicamente para las personas que sufren de las articulaciones de las piernas, dado que deben utilizarse tacones altos.
En el embarazo, ¿sí o no? Se puede bailar incluso durante el embarazo, si no existen contraindicaciones, mientras el volumen de la pancita no cree problemas. Sin embargo, es preciso detenerse si se nota cansancio.
DANZA MODERNA
Qué es. No se trata de una técnica formal, sino de un tipo de lenguaje corporal, una forma de bailar basada en la fluidez, la potencia, la suspensión, la vibración y el impulso. A través del baile, se aprende a imprimir una dinámica al cuerpo, así como relacionarse con la fuerza de la gravedad.
Efectos beneficiosos. Se adquiere fluidez y armonía, porque se trabaja con todas las articulaciones y la musculatura, gracias a la gran riqueza de movimientos de este tipo de danza. La postura y el porte también se llenan de gracia.
Para quién está aconsejada. Es ideal para las personas que disfrutan del baile y del ejercicio.
Cuándo no debe practicarse. Es adecuada para cualquier persona y carece de contraindicaciones.
En el embarazo, ¿sí o no? Si se toman clases desde tiempo antes de la gestación y el ginecólogo da su aprobación, se puede practicar durante el embarazo, procurando no fatigarse en exceso. Si no es así, es preferible esperar al término de la lactancia.
XBIENESTARX
¿Qué “dicen” tus sueños?
¿Has soñado alguna vez con tu bebé o con el momento del parto? ¿Cómo cambian las imágenes oníricas en los meses de embarazo? ¿Y qué nos sugieren? Veámoslo a continuación.
PRIMER TRIMESTRE
Al inicio del embarazo, cuando la pancita todavía no es visible y las únicas señales de la gestación son la ausencia de la menstruación y los síntomas físicos debidos a los cambios hormonales, prevalecen la incertidumbre y las dudas: ¿verdaderamente, estaré embarazada? Así, la mayoría de las mujeres van en busca, de forma más o menos consciente, de una prueba segura, y la atención se dirige, sobre todo, al cuerpo y al estado de ánimo, que sube y baja sin un motivo aparente. El resultado es que puedes sentirte frágil y confusa.
>Los sueños que tienes justo después de la concepción reflejan este estado de ánimo, junto al asombro por el propio cuerpo, que se revela capaz de crear una nueva vida. Sin embargo, poco a poco, te das cuenta de que es verdad, que hay un bebé en camino. Al mismo tiempo, se despiertan antiguos miedos y una sensación de incertidumbre sobre el futuro. ¿Seré capaz de hacer de mamá? ¿Cambiará mucho mi vida? Tus sueños tratan estos temas de forma fantástica y extravagante, y en las imágenes pueden aparecer animales que en realidad no tienes; casas, edificios, ciudades o personas que aparecen muy distintas a como son en realidad; o bien tienes la sensación de haberte perdido o te encuentras en situaciones en las que no sabes cómo actuar, sin poder volver atrás… La mente está tomando “medidas” y analizando las novedades del embarazo y del cambio que supondrá para tu vida. Pero el futuro todavía es confuso. A menudo, la duda que acude a tu pensamiento es: ¿seguro que quiero tener un hijo? Y toda la ansiedad que esta duda desencadena puede provocar pesadillas o sueños muy agitados. Esto es comprensible porque, efectivamente, no se puede volver atrás. ¡Ya está hecho!
SEGUNDO TRIMESTRE
Las preocupaciones de los primeros meses ya han pasado, la pancita empieza a ser visible y tus sueños, en este período, tienen que ver, sobre todo, con el niño “imaginario”, el hijo que te imaginabas de pequeña y que te hacía desear ser mayor y fuerte como tu mamá. Aunque no lo puedes ver, sientes curiosidad por saber si en tu pancita está el niño o la niña que deseas, y si tú serás capaz, como tu madre, de traer al mundo a un niño perfecto y completo.
> Los sueños del segundo trimestre se llenan de invenciones fantásticas, de ciencia-ficción, de cosas absurdas y de criaturas mágicas, porque es el momento en el que tu creatividad está en su máximo esplendor, ya que tu organismo está trabajando activamente en el desarrollo del bebé. A través de la plenitud y la belleza de tu cuerpo, te sientes poderosa y mágica. Sin embargo, dentro de ti, se abre paso una pregunta importante: ¿cómo dividiré el amor entre mi hijo y mi pareja? ¿Podré ser madre y mujer al mismo tiempo? Así que, en tus sueños, se presentan escenas con tres sujetos, donde siempre hay alguien o algo que queda excluido; o bien se dan situaciones en las que debes elegir a toda prisa, porque se trata de una gran responsabilidad. Desde el punto de vista psicológico, esta es la fase en la que te das cuenta de que pronto tendrás una familia y, por lo tanto, salen a la luz los temas relacionados con tu familia de origen, la necesidad de atención y los celos que puedas haber experimentado por uno de tus progenitores o por un posible hermanito, y que casi nunca han encontrado satisfacción. Por eso, la reacción más habitual es concentrarse mucho en una misma, desear más atención de lo normal, querer ser mimada y cuidada por las personas queridas y esperar recibir lo que te faltó de niña. Estas necesidades no carecen de lógica, puesto que la futura mamá también necesita recibir alimento y apoyo.
TERCER TRIMESTRE
A partir de los siete meses, cuando la pancita ya es bien visible y tú ya eres, oficialmente, una futura mamá, el miedo al parto se convierte en el tema principal de tus aventuras oníricas.
> Es el momento de los sueños más claros, en los que estás a punto de dar a luz, pero las cosas nunca suceden como te esperas: el bebé quiere nacer antes de lo previsto, o bien no consigues verlo. También puedes soñar que afrontas un viaje lleno de dificultades, que te encuentras en lugares desconocidos y extraños, y corres sin parar, incluso arrastrándote o escalando. Después, te despiertas con agitación y preocupación.
De todos modos, la angustia que se respira en determinados sueños está justificada, porque nace de preguntas inquietantes, como: “¿Sobreviviré al parto?”, “¿Sufriré mucho?”. Para la mujer, el parto representa un paso psicológico fundamental, del estatus de hija al de madre, de manera que resulta natural evocar el mayor y más misterioso cambio de la vida: la muerte.
Por eso, no te preocupes si, de vez en cuando, te invade una inexplicable tristeza o un miedo injustificado, o si tus sueños expresan estas emociones. Tu parte más instintiva se está preparando, sabiamente, para la gran empresa que supone traer al mundo a otro ser humano. ¡Seguro que necesitas entrenarte un poco!
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