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¿A QUÉ EDAD APARECEN?
El cólico es un signo que se interpreta como un llanto en el pequeño. Según las estadísticas 1 de cada 4 pueden llegar a presentarlo. Es muy frecuente en la mayoría de las ocasiones se trata de los cólicos del lactante. De acuerdo con el doctor Rodrigo Vázquez Frías, gastroenterólogo, se trata de un padecimiento benigno, que también se le conoce como parte de los trastornos de la interacción intestino-cerebro. El cólico del lactante es un proceso digamos normal, que suele empezar alrededor de la 2ª o 3ª semana de vida. Sí aparece antes puede ser por otra cuestión. Alcanza su pico de intensidad alrededor de la sexta semana y va disminuyendo de forma progresiva para desaparecer entre el cuarto y quinto mes de vida.
SEÑALES QUE INDICAN QUE ES CÓLICO DEL LACTANTE
El Dr. Vázquez indica que se trata de un llanto inconsolable en el que no hay otros síntomas como vómitos o diarrea. Si el bebé crece bien, en peso y talla y no tiene alergias o erupciones en la piel, pero llora intensamente podemos decir entonces que es cólico del lactante. Habitualmente se presenta como un llanto continuo, en las tardes o en las noches, que no cede y que los papás no pueden tranquilizar, algo que por supuesto los estresa. Sin embargo, siempre será el pediatra quien determine que se trata de este problema.

¿PREVENCIÓN O ALIVIO?
Hasta el momento no se han encontrado formas de prevenir el cólico del lactante, porque se presenta en bebés que han nacido tanto por vía vaginal como por cesárea. También aparece en aquellos pequeños alimentados con leche materna o bien de fórmula. Hasta el momento, los científicos y especialistas en salud infantil no han identificado factores evidentes para su prevención. Lo que sí es posible es aminorar el llanto inconsolable y por supuesto esto tranquiliza a las madres.
TRATAMIENTO DE LOS CÓLICOS DEL LACTANTE
Hay varias estrategias que el doctor Rodrigo Vázquez Frías recomienda para disminuir su intensidad. Tranquilizar a los papás, que sepan que es un padecimiento benigno que forma parte del desarrollo de su bebé. Informarles que se trata de un proceso que eventualmente va a desaparecer y que no representa un problema grave para el bebé. También explicarles que no es causado por la lactancia materna, pues es sumamente importante seguir amamantando. Se pueden usar técnicas como alimentar o acostar al pequeño en un lugar tranquilo, con poca luz, arrullarlo y mecerlo. Si bien es posible que no funcione en todos los bebés, se ha visto que sí ayuda. El chupón podría servir en algunos pequeños. Lo más importante es que la única estrategia que sí ha funcionado es administrar una combinación de ciertas cepas de probióticos como bifidobacterium longum y pediococcus pentosaceus que ayudan a disminuir con efectividad el tiempo y la intensidad del llanto.
El cólico es un padecimiento que tiende a disminuir una vez que ha alcanzado su pico, las medidas para abordarlo ayudan al pequeño a transitar mejor durante el tiempo que se presenta y también tranquilizan a los padres.
Los cólicos del lactante son, sin duda, estresantes para los padres. Escuchar al bebé llorar durante mucho tiempo y no poder calmar provoca angustia, que en nada ayuda al pequeño y tampoco a ellos. Las recomendaciones que aquí se ofrecen son una herramienta valiosa para enfrentar esta condición y principalmente, si se trata de cólicos del lactante, saber que es algo temporal, una parte necesaria en el desarrollo del bebé y que hay formas de disminuir su intensidad.

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